Capítulo Cinco: ¿Enemigos?, y.., ¿un estirón?

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Mysterion corría a toda prisa mientras se sujetaba uno de sus brazos que goteaba bastante por culpa de unos arañazos bastante profundos. Tras aquel manotazo, Mapache le empezó a atacar sin pausa y sin previo aviso dejándoles a él y a Super C. sorprendidos, pero lo que más le sorprendió fue cómo uno de los compañeros de su atacante le paró usando una cometa escudo.

— ¡Idiota, qué haces! — Gritó Cometa Humana aterrizando de golpe entre medio de los dos mirando de mala manera a Mapache.

— ¡Cometa, no te metas, es una declaración de Gue-.., oye tú, vuelve aquí! — Exclamó Mapache mirando cómo huía Mysterion. Este intentó ir detrás de él para pararle hasta que Super C. le sujetó del brazo y lo tiró al suelo señalándole.

— Nosotros no hacemos daño, salvamos, gordo estúpido. — Dijo en tono amenazante mientras Cometa Humana asentía a las palabras del azabache sonriendo.

— Ahora creerá que somos sus enemigos.., agh, no se le puede dejar sólo...

Y tras esas palabras, mientras pateaba un poco el trasero de Mapache, se pusieron en marcha Cometa y Super C. a finalizar el plan del principio, detener los atracadores.

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— Uhm.., gah.., ¡agh!, mhm... — Expresaba el rubio mientras pensaba en una receta que habían mandado para hacer en clases con unos cuántos puntos a tener en cuenta. — Agh.., n-no puedo concentrarme con...e-estos dolores de piernas... — Se susurraba mientras se masajeaba suavemente con una mano mientras que con la otra escribía. Se encontraba finalizando ya los últimos ejercicios hasta que unos ligeros golpecitos en la ventana que tenía en frente captaron su atención, era Mysterion. — ¡Oh, Jesucristo, Mysterion! — Exclamó alterado al verle tocar abriendo la ventana y dejándole entrar mientras le ayudaba a pasar. — ¿Q-qué te...pa-pasó? — Preguntó comenzando a temblar mientras miraba sus heridas.

— Conocí a.., el otro grupo...

— ¡......! — Sus ojos se ampliaron al oír esas palabras, tragó y comenzó a quitar con cuidado con unas pequeñas tijeras la tela de la manga dónde estaban los cortes. Estos se habían pegado a la herida por culpa del desgarro y la sangre. — ¿Te-te lo...hicieron ellos...?

— No.., sólo uno.., al parecer, los otros estaban en contra de su opinión.., al menos, dos de ellos.., Super C. y Cometa Humana creo recordar...

— ¿Super C. y Cometa Humana...? — Susurraba revisando la profundidad de los cortes.

— Así es.., Super C. es el nombre de quién os salvo... — Comentó observando detenidamente la expresión del rubio el cuál fue temblores y quedándose pensativo. — ...relájate, Tweek.., no es malo.., si no.., no os hubiera salvado... — Susurró ahora colocando una mano encima de la del contrario esperando que se relajara un poco pero por mala suerte, consiguió el efecto contrario.

— ¡GAH, OH, JESUCRISTO, ¿Y SI ES UNA TAPADERA?, Y SI.., Y SI.., Y SI...!

— ¡Wonder Tweek, cálmate! — Gritó haciendo que el menor se tensara en su sitio pero se relajase un poco. — ¡NO son enemigos!

Por un momento, el rubio se quedó congelado, pensativo, pareciendo que le habían dado al pausa.., pero poco a poco, fue reaccionando de nuevo comenzando a sollozar con una sonrisa asintiendo notando en el fondo un alivio y felicidad que Super C. y los demás de su grupo, quitando a ese tal Mapache, fuesen enemigos.., bueno, todos, no sabía bien.., pero al menos él, su salvador,  y Cometa Humana eran amigos. Secándose con ayuda de su manga las lágrimas, volvió a la curación del rubio, cogió una botella de agua que tenía y la abrió posando la mano en la boca de esta, y lentamente, mientras cerraba los ojos, fue levantando la mano lentamente viéndose cómo el agua seguía a esta tomando un color cómo mágico y formándose en una burbuja. — Dolerá un poco.., ¿pre-preparado? — Preguntó esperando la respuesta y una vez confirmado, empezó la curación haciendo que la burbuja penetrara en la herida, y cómo esperaba, Mysterion soltó un pequeño gruñido de dolor. Una de las habilidades de Tweek era la curación, pero claro, debía tener un elemento líquido cerca para conseguirlo.., siendo un elemento tóxico o no, lo que fuera, lo convertía en un elemento sanador aunque aún le costaba dominarlo, podía curar pequeñas heridas cómo las del brazo de Mysterion, profundas pero pequeñas.

En la Justicia siempre hay lugar para el Amor.Where stories live. Discover now