«Si ya no me amas, dímelo... por favor hazlo, pero no me sigas rompiendo el corazón»
⚠️HISTORIA CORTA⚠️
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•Historia originalmente mía, cualquier adaptación hablarla directamente conmigo❣️•
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Joy se levantó muy temprano para prepararle un desayuno especial a su marido quien se encontraba durmiendo plácidamente su lado. Anoche no había sido el mejor aniversario, pero ya daba igual.
Preparó los ingredientes para unos wafles, los favoritos de Bill.
Movía sus caderas al ritmo de la música de Jerry Rivera, Su cantante puertorriqueño favorito. Como extrañaba su país natal.
Conoció a Bill en el Aeropuerto nacional, apenas tenía dieciséis años y el dieciocho, fue amor a primera vista.
FLASHBACK
—¡mamá! He perdido mi maleta azul, tenía mi polaroid adentro –discutía Joy, su enorme descuido había provocado la pérdida de la maleta más importante que tenía.
—Ya, cariño. Para navidad te regalaré una nueva.
—¡Falta un año! –chillaba la morena.
—Debo juntar el dinero, mi amor.
Viajaban a los Estados Unidos, su madre había sido ascendida en el trabajo y eso implicaba mudarse de su país, Puerto Rico.
Joy se encontraba molesta, necesitaba su polaroid, se la había regalado su abuela semanas antes de fallecer.
Alguien tocó su hombro, volteó y juró haber visto al chico más guapo del mundo.
—¿Es tuya? –habló el chico en inglés, había que destacar que ella aún no lo aprendía del todo.
—Diiiscuuulpaaa... yooo no hablar inglés... –Al chico le causó gracia su acento, puso una maleta al frente de sus ojos y en ese entonces Joy sintió que el alma se le volvía al cuerpo. –Gracias, muchísimas gracias – dijo con lo poco que sabía del idioma.
—No hay de qué, me gusta ayudar a chicas hermosas como tú.
—No sé que has dicho pero sonó lindo...
FIN DE FLASHBACK
No hay que destacar que el chico hermoso es Bill, con quien tuvo química al instante.
Química que al parecer ya no hay.
Cuando terminó de preparar los wafles le picó unas cuantas frutas y le hizo un café. Bill entró a la cocina con su cara de sueño y rió al ver cómo Joy bailaba al ritmo de la música.
La morena le dejó el plato y la taza al frente él depositándole un beso en los labios, el cual no respondió.
—¿Quieres apagar esa cosa? Son las diez de la mañana, mujer. –habló molesto.
