Come back, Mr. O'Brien (+21)

Epílogo

—Quédate quieta, Amara —dijo entre risas— Te voy a picar con un alfiler —dijo mientras terminaba de cerrar su corset.

—Perdón, mamá. Estoy nerviosa —llevó su mano a sus labios y mordisqueo la uña acrílica del pulgar.

—No te muerdas las uñas, las vas a romper —la ojiazul estaba tan ansiosa, en unas horas estaría frente a todos en su propia boda.

—¿Crees que ella venga? —miró al suelo con repentina tristeza.

—Ella vendrá. Te ama a pesar de todo, lo sabes —Lauren sonrió ampliamente, haciéndola sentir más relajada y segura— ¿Qué te hace creer que no vendrá?

—No lo sé, la última vez que hablé con ella estaba muy molesta y me odiaba. Y nunca contesto la invitación.

—Todo va a estar bien. Vas  casarte con el hombre que amas y eso es lo único que importa el día de hoy —Lauren llevaba puesto un largo vestido color azul marino, el cabello suelto sobre su hombro izquierdo y un hermoso maquillaje.

Por su lado, Amara llevaba un largo vestido color blanco strapless, con la cabello sujeto en un moño y el velo colgando de él.

—¿Qué tal están las mujeres más hermosas de la tierra? —Andrew asomó la cabeza detrás de la puerta— No creí que mi princesa luciera tan bonita en un vestido de novia —tomó su rostro y besó cálidamente su frente.

—Dylan es afortunado de tenerte, mi niña —Andrew abrazó fuerte por la cintura a su esposa y ésta se recostó en su pecho.

—Ese hombre se salió con la suya después de todo. Quizá debería volver a denunciarlo —entrecerró los ojos hablando con recelo.

—Papá —alargó.

—Andy —alargó Lauren.

—Está bien, está bien. Sólo bromeó —sonrió— Ya casi es hora —miró su reloj en la mano izquierda.

—¿Thomas ya terminó con su misión? —comentó Lauren, Andrew no pareció entender al principio y después abrió los ojos muy grande.

—Oh, emm.. Sí, me llamó hace unos minutos y dijo que ya venía —sonrieron cómplices.

Amara se miró una vez más al espejo, respiró profundamente, su corazón estaba palpitando de manera feroz, sus manos temblaban y los músculos de su cuerpo estaban tensos, con el estómago revuelto de felicidad y algo de nervios, acomodó el velo sobre su rostro. Observó a sus padres charlar, pero estaba muy ocupada compadeciendose para notar lo que tramaban.

Vanessa debía estar ahí con ella, acompañándola como su dama de honor principal, pero no era así, incluso Thomas y su novia estaba en la lista de invitados.

—Siento llegar tarde —la puerta se abrió— La llanta del automóvil se pinchó y tuvimos que cambiarla —se excusó Thomas.

Vio a Amara en su vestido blanco y algo se removió muy en el fondo, sonrió cálidamente.

—Luces preciosa. —Hubo un instante de contacto visual que todos sabían que significaba—. No venía por eso —abrió la puerta completamente.

—¡Vanessa! —recogió su vestido y corrió a abrazar a su amiga con mucha fuerza.

—Sí lloras se te corre el maquillaje —sonrió Ashley abrazándola, quién ya no llevaban el cabello azul, sino castaño oscuro y mucho más largo que antes.

Un par de meses antes Amara les había enviado la invitación y una carta pidiendo disculpas por todo lo que había sucedido. Y al no obtener respuesta alguna que creyó que simplemente la habían roto y tirado a la basura sin siquiera leerla. Ella no sabía que sí habían contestado y aceptado la disculpa como adultas, Lauren había planeado todo con tal de ver a su hija feliz.