La chica de la biblioteca (Camren)

Capítulo 46

LAUREN.

Joder, Camila quería matarme, primero como anda vestida, sus piernas son tan hermosas y muy deseables, luego de tener esa ilusión, no déjame de pensar en la imagen donde Camila, lamia mi dedo, era tan excitante me encanto solo imaginar eso, sentir su lengua, ya debo dejar de pensar en cosas así, luego de mi pequeño accidente pusimos la mesa, Camila me ayudo, a los pocos minutos terminamos y tomamos asiento, no sabía como comenzar todo, ella comenzó a servir la comida, era ilógico, ya que era mi casa y ella era mi invitada, lo sé, bueno luego yo serví un poco de vino en cada copa y le pasé una copa a Camila, ella de veía tan hermosa y sexy, quería besar, volver a tocar eso labios.

—Me gusta la comida, esta rica, nunca había probado este tipo de comida —Camila me saco de mis pensamientos tan impuros.

—¿Nunca habías comido comida china?

—No es lo único delicioso que existe— me hizo saber Camila y me dio una mirada algo coqueta, okey, desde que comenzó la noche la veo algo coqueta conmigo, seré yo la que me estoy imaginando cosas o así es, ella sonrió —Hablo de comidas, siempre le das doble sentido a las cosas.

—Bueno, no creo ser la única, aquí— dije y mordí mi labio, si ella quería jugar yo igual podía, di un bocado de mi comida y lo hago lento, Veo que Camila no aparta su mirada de mi boca, eso es interesante —humm... La verdad esta delicioso.

—Si, claro tu misma lo hiciste, no— Dijo, y pude jurar que lo dijo en otro sentido, no le entendí, —ya que creo que todo lo que haces es rico y sale bien, ¿no crees?

—Woow, en serio piensas, la verdad si, yo hago todo muy rico —le conteste algo coqueta y con un poco de perversidad, quiero ver hasta donde llega este conversación. —Creo que, tu lo has comprobado, ¿no?

— Bueno, bueno, eres tan perversa Lauren— su sonrisa, extrañaba esa hermosa sonrisa, era como mi droga, ella es perfecta la necesito conmigo para siempre. —¿A todas las chicas le dices lo mismo?

Pregunto mientras le daba un sorbo a su copa, luego continuo comiendo, verla mover así la boca, me estaba poniendo a mil, en serio, Camila es la única chica que causa eso en mí. Ella se dio cuenta que mi mirada estaba en sus lindos y apetecibles labios y sonrió, fue una sonrisa algo pervertida y coqueta, esta chica terminará matándome, seguía metiendo los bollos del sushi a su boca lo hacía muy lento y relamía sus labios, tenía mucho calor.

—Te hice una pregunta, Laur— es verdad, pero no recordaba la pregunta y se río algo fuerte - Tú siempre de despistada.

—Lo siento, pero teniendo a una chica tan hermosa y sexy, frente a mí, no me puedo concentrar— le di un guiño, tendiéndola frente mío podía ver sus hermosos ojos y también sus pequeños pero sexy pechos.

—Lo mismo le has de decir a todas, no eres diferente, lo sé.

—Soy diferente, te lo puedo demostrar, no sabes como lo puedo hacer.— ella me dio una amplia y burlona sonrisa, no me creía, es entendible.

Continuamos con la cena, todo con bromas y muchas indirectas, me encantaba verla sonrojarse, sabia que yo podía causar eso en ella era muy fácil, Camila seguía haciendo bromas sobre lo buena que podía ser en todo, esta chica sabe que lo soy, nadie se resiste a Lauren Jauregui, soy demasiado sexy y buena en lo que hago, terminamos de comer y bebimos de nuestra copas de vino, yo debía pedir disculpas ya no quería estar ebria ya que no recordaría nada mañana, así que aclare mi garganta y tome aire.