Hay señorita Lauren, usted es muy graciosa — exclamo.

-Solo me encanta alegrar el día de mis empleados— dijo con su sonrisa típica que mostraba coqueteo, esa sonrisa caracterizaba a Lauren Jauregui, así conquistaba a las chicas.

-— Ysi que lo logra, eh — menciono la chica mientras sonreía y se mordía el labio, a Lauren le volvían loca las chicas que se moda el labio, no pudo evitar quedar viendo el labio de la chica, no lo hizo con discreción, la chica lo seguía haciendo, luego pasó su lengua por sus labios, Lauren por inercia mordió su labio.

Laur ya viste el contrato...— Lauren reaccionó rápido y vio a una Normani muy sorprendida y sonriente, Lauren aclaro su garganta y se volvió seria.

—¿De que contrato hablas?

De la empresa, Long's, quieren unas fotos de sus mejores modelos.

Oh si ya lo vi, Iré a revisarlo a mi oficina.

Tomó camino hacia su oficina, se regañaba mentalmente por estar coqueteando con su empleada y además haciéndolo sabiendo que ella quería solo a una, pero luego se da cuenta que ella ya está con alguien más, llegó a su oficina y comenzó a revisar el tal contrato, querían fotos de unas cinco modelos, en ropa interior, para ella no era nuevo que empresas pidieran fotos así, continuo con eso y luego vio que su teléfono tenía un mensaje lo reviso.

Hola Laur, ¿como estas linda?, quisiera saber si esta noche podíamos volver a vernos, te extraño mucho.

Una sonrisa apareció en sus labios, aunque a ella no le agrada volver a estar con la misma chica con la que a estado la noche anterior.

Hoy no puedo, tengo que resolver otros asuntos, lo siento.

Envío el mensaje y dejo su teléfono y pensó en Camila, esa morena a la que vería esa misma noche, Lauren después de que Camila la dejara en su departamento ella cayó en depresión y luego volvió a su vida de antes, se volvió a ser más fiestera, ella se acostaba con todas las chicas que se ponían en su camino, pero ninguna de esas chicas pudo tocarla, ya que Lauren no dejó, por que ella solo quería que solo una chica la tocará, una morena hermosa de ojos marrones y de buen cuerpo, luego de esa etapa, Ally, su amiga, secretaria de su padre y también como papel de psicóloga aunque esta chica solo había hecho dos años de la carrera, siempre decía que era psicóloga la ayudo a salir de esos caminos, pasaron cinco meses que Lauren volvió a sus andanzas, luego con ayuda de Ally salió y volvió a su vida normal donde se centro en su trabajo, y así se encargo de poner fin a su depresión y comenzar a expandir más su negocio, ahora era, no tan grande, pero era una de las mejores empresas de fotografía de todo Miami, Lauren se volvió más fría, ella sabía que si era así no volvería a cometer más errores, hoy su frase nueva era, pensar antes de actuar, así debía vivir para no volver a cometer otro error estúpido.

Ya eran las cinco de la tarde y debía salir rumbo a su casa, debía cocinar algo tenía pensado hacer sushi, era su comida favorita, y sabía que ha Camila le gustara, se subió a su coche y se puso en marcha, luego debía ir a traer a Camila, no sabía si debía hacer eso ya que quizá Camila se molestaría o su madre, Sinuhe la sacaría a escobazos de su casa, mejor pensó en llamar a la morena para preguntarle si podía ir a traerla, llego a su casa y salió de su coche entró y sintió a su perrito saltar encima de ella, Leo era muy cariñoso le encantaba hacer eso.

-Leo, bebé tranquilo ya estoy acá.

Lo bajo y cerró la puerta y fue a cambiarse de ropa, ya que quería andar con algo cómodo, fue a su habitación y se colocó un short corto negro y una camisa algo largo, blanca, luego bajo a la cocina donde comenzó a preparar lo necesario para cocinar, esa noche debía ser la mejor noche de Camila, eso se decía Lauren en su mente.

La chica de la biblioteca (Camren) Where stories live. Discover now