O9. » Identidad «

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Mi mente me ordenaba que parara pero mi cuerpo no obedecía, era como si tuviera voluntad propia, cada caricia, cada beso, cada movimiento de sus caderas me estaban enloqueciendo. ¿Realmente... Perdería mi virginidad con Chat Noir?

Adrien... Sabes que es Adrien detrás de esa máscara.

Mi cabeza era un caos, deseaba a Chat, amaba a Adrien, algo me decía que ambos eran el mismo ser, pero en ese preciso instante, nada estaba claro para mi, solo que no podía detener a mi cuerpo, que necesitaba continuar, lo anhelaba.

— N-no es el lugar indicado... Chat.

Él continuó frotando su considerable erección contra mi y yo inconscientemente empujaba mis caderas a su encuentro. Tenía 17 años, mi cuerpo ya no era el de una niña, era toda una adolescente con necesidades y Chat Noir, Adrien, quien sea que fuera... Ya era para mi una y muy grande.

— Ah... Joder, quiero entrar en ti — Dijo con una voz tan seductora que provocó un delicioso espasmo en el fondo de mi vientre.

Aunque me avergonzara reconocerlo, yo deseaba lo mismo, quería que el punzante dolor en mi intimidad desapareciera, necesitaba sentirlo dentro para estar completamente satisfecha.

Pero Tikki duerme... Si lo hacemos en mi habitación, podría despertarse...

Además de que Chat descubriría que tu eres LadyBug

Teníamos que parar.

— Chat, no... Y-yo... —Lo miré fijamente a los ojos mientras acariciaba una de sus mejillas con mi mano.

— Soy virgen... Este no es un lugar apropiado para...

El sonrió, parecía entender lo importante que era para mi algo tan cliché como eso.

— ¿Y si entramos a tu cuarto?

— E-eh... Y-yo... - ¡Demonios! Quería hacerlo pero ¿Que podía hacer para... ?

Un fuerte estruendo en la cercanía nos hizo detener aquella desenfrenada ola de impulsos. Ambos nos reacomodamos la ropa como pudimos y él saltó sobre el barandal mientras fijaba su mirada hacia el parque cercano a mi casa.

Un nuevo akumatizado.

—Demonios ¿Cuando dejaran en paz a este gato en celo?

Dijo para si mismo mientras intentaba disimular una traviesa sonrisa. Volteó a verme y yo asentí, sabía que tenía que irse, ambos teníamos trabajo que hacer.

—Ve, ya nos veremos después - Lo despedí con la mano y el guiñó un ojo en respuesta antes de saltar hacia la acción.

Me apresuré a entrar a mi cuarto, Tikki se había despertado ante el estruendo.

—¿Un akuma?— Preguntó mientras tallaba sus ojos con sus pequeñas manos.

—Eso parece, Tikki ¡Transfórmame!

De un momento a otro estaba de nuevo en mi papel de heroína, tenía que ir a salvar París.

Y enfrentarte al chico que rechazaste.

Oh... Rayos, había olvidado ese pequeño detalle.

Sacudí mentalmente la cabeza, tenia que separar mi rol de heroína de mis asuntos personales. Salí al balcón y lancé mi yoyó al edificio aledaño, columpiándome hasta llegar al parque. Al llegar, Chat Noir estaba de pie, descansando sus brazos contra los extremos de su barra la cual apoyaba sobre sus hombros mientras observba con atención el panorama, un gran agujero en el suelo del cual emergía una gran nube de polvo.

𝗗𝗘𝗧𝗥𝗔𝗦 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗠𝗔𝗦𝗖𝗔𝗥𝗔 | Where stories live. Discover now