O1. » Esa mirada «

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Allí estábamos él y yo. Contemplando el bello paisaje que nuestra ciudad nos brindaba cada noche. La torre Eiffel era nuestro lugar preferido para reunirnos cuando el sol se ocultaba y brindaba el paso a su compañera, la Luna. La brisa nocturna, estaba más fresca que de costumbre, los nubarrones comenzaban a avanzar sobre el cielo parisino, opacando los tenues rayos lunares, podría apostar cualquier cosa a que una fuerte tormenta caería en cualquier momento, tanto sobre la ciudad en la que vivo, como también sobre mi vida.

— Es bueno tener noches tan tranquilas como ésta ¿Verdad?

Pregunté al felino, quien descansaba recargando su espalda contra una de las vigas de la torre, mantenía sus brazos cruzados sobre su pecho y su mirada permanecía contemplando las interminables luces de la ciudad.

—Si— Respondió — aunque ayer fue un día de locos.

Y que lo diga, un par de gemelos akumatizados nos complicaron realmente la tarde, pero, afortunadamente, nuestros esfuerzos y trabajo en equipo nos coronaron victoriosos. Después de todo, somos un dúo imparable ¿Cierto?

— Vamos gatito, a ti te encanta esto de ser un héroe, mientras más locos sean los días, más pareces disfrutarlo.

— ¿Y tu no? —Preguntó al instante, al mismo tiempo que fijaba su verduzca mirada en mi.

— Bueno... No es que no me guste, pero, todo esto de los akumatizados y nosotros salvando a la ciudad del mal me sofoca algunas veces... Es decir, pierdo oportunidades para estar con él... — Cuando reaccioné, las palabras ya habían sido escuchadas por Chat, quien me miró un poco asombrado.

— ¿Él? Te refieres a... ¿Tu novio?

Arrastró esa ultima parte de la pregunta como si le costara trabajo decirlo. Yo permanecí sentada, meciendo mis piernas en el aire, a la vez que intentaba encontrar una respuesta que no me comprometiera. Mantener mi vida personal, muy ajena a mi papel de heroína era mi regla de oro y yo misma había abierto una ventana hacia ella.

— No es mi novio, simplemente es alguien importante para mi, eso es todo, gatito.

Miré a Chat de reojo, su semblante había pasado de un minino tranquilo y relajado a uno muy serio y... ¿Molesto? Mi respuesta no le había agradado en lo absoluto, eso era seguro pero ¿Porqué?

—Ya veo— Respondió al momento que extendía su bastón y me daba la espalda. —Debo irme, se aproxima una tormenta y ya sabes lo que dicen, los gatos detestamos el agua. — Una leve sonrisa se dibujó en sus labios —Ten una linda noche "My lady" .

Dio un salto y descendió de la torre para después perderse entre los tejados de las casas cercanas. Suspiré un tanto aliviada, afortunadamente, la curiosidad de ese gato no se había hecho presente como en otras ocasiones. Debo admitir que me esperaba algún tipo de interrogatorio efusivo de su parte, pero para mi suerte, no había sido así.

— Tonto Chat... —Susurré al momento en que me ponía de pie y lancé mi yoyo al vacío, tenía que llegar a casa antes de que la tormenta se desatara, además, aún tenía que hacer un diseño para la próxima exposición de ropa invernal.

En cuanto mi yoyo se enredó en la edificación más cercana, me lancé detrás emprendiendo mi camino a casa, sin embargo, a pesar de lo apresurada que estaba, no pude evitar detenerme un par de minutos sobre el techo de una casa aledaña a la mansión Agreste, tan elegante, tan enorme, tan lujosa...

𝗗𝗘𝗧𝗥𝗔𝗦 𝗗𝗘 𝗟𝗔 𝗠𝗔𝗦𝗖𝗔𝗥𝗔 | Where stories live. Discover now