Capítulo 2

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El olor a sudor impregnaba el aire el cual se siente pesado por la tensión. Los gritos de dolor y agonía se escuchan por todo el lugar, las órdenes y los insultos para humillar y derrotarte mentalmente son el modus operandi. Siento todas las miradas sobre mí, soy la novata y para muchos un juguete con el que podrían divertirse cuando los capitanes no estuvieran.

Idiotas.

Yo no soy juguete de nadie.

—¡Atención! — el capitán Julián, uno de los mejores guerreros de Leal, se coloca frente a la fila que formamos los nuevos o las carnes frescas como ellos nos llaman. —Si están parados frente a mí, significa que ya dejaron de ser niños para convertirse en hombres, aquí no van a tener a su madre que los cuide ni a su mujer para que los mime. Aquí tendrán sangre, dolor y mucho sufrimiento. Los entrenaremos para ser los mejores guerreros de Leal.

Los ojos de Julián recaen en mí haciendo que sonriera de lado. El me conoce desde que una bebé y me ha visto crecer hasta llegar en esta fila. La presión recae sobre mis hombros, todos esperan mucho de mí al ser la hija del temible General Fairchild.

—Muchos se habrán dado cuenta que nos acompaña una mujer; la primera mujer en entrar a la academia. Disculpen, me corrijo, una niña, ya que esta niña tan solo tiene quince años, y ya está entre ustedes que son los mejores aspirantes de todo Leal. Espero que no se dejen vencer por esta cría —. sé lo que Julián hace, él siempre ha dicho que quiere formar mi camino de manera fuerte. La presión caerá en estos idiotas como una roca pesada y ellos tratarán de quitársela y colocarla sobre mis hombros.

Adelante, no por nada me llamo Emma Fairchild; hija del General Frederik Fairchild. Julián se acerca a mí mirándome serio tratando de asustarme, pensando que tal vez saldré corriendo con el rabo entre las patas. Sus ojos color avellana fulminan mi rostro amenazando con hacerle un hueco. No desvío mi mirada, no voy a dejar que me intimiden. Tengo una meta y pienso cumplirla.

—No porque seas la hija del General vamos a tener piedad, al contrario, prepárate para entrar a una pesadilla sin fin. Aquí no eres la pequeña Emma, aquí eres un guerrero más. ¿Entendido?

—Nunca he pedido un trato diferente al resto, estoy aquí para brindar mis servicios a la familia real y un día llegar al nivel de mi padre. Ese camino no se forja con tratos suaves, ni especiales, se forja con sudor, dolor y mucho sufrimiento o eso me dijo un buen capitán apenas cuando era una niña.

La sonrisa que me brinda Julián es una divertida, pero sobre todo llena de cariño. Él siempre me ha dicho que mi padre es como su hermano, por ende, yo soy como su sobrina. Me ha enseñado a ser fuerte, las excusas no sirven en este mundo y solo alimentan el miedo.

—Interesante —. dando dos pasos hacia atrás nos mira a todos antes de dar su primera orden. —¡Todos al suelo! Comenzaremos el día con doscientas lagartijas.

Las quejas y los murmullos llenos de insultos hacia Julián no se hicieron esperar. En par de segundos todos estábamos en el suelo en posición de lagartijas esperando el conteo de nuestro capitán.

—¡Uno! — el conteo comienza, nosotros bajamos y subimos, a mi lado escucho los lamentos de mis compañeros. —¡Dos!

Volvemos a bajar y a subir, el conteo se vuelve más rápido. Los primeros cientos cincuenta casi no se sienten, pero al llegar al ciento ochenta ya los brazos tiemblan y tu mente te incita a rendirte. Muchos se rinden y se dejan caer a la mitad del camino, tenemos que esperar en posición hasta que vuelvan a levantarse.

Los cielos se visten de nubes grises, llenas de agua listas para desatar la tormenta que se avecina. Nosotros aún continuamos haciendo diferentes ejercicios, tratando que nos rindamos. Separan los de mente débil para dejar a los de mente fuerte y decidida. Las primeras gotas de lluvia caen sobre mis hombros para segundos después desatarse la tormenta. La lluvia cae sin cesar ni darnos tregua empapándonos a todos, sin embargo, no desistimos. No podríamos parar hasta que el capitán así lo dijera.

La Guerrera de la LunaWhere stories live. Discover now