Resumen
Akashi Seijuro es un alfa nacido en el cuerpo de un omega, o eso es lo que su padre se decía a si mismo cuando supo la naturaleza de su hijo, preocupado por su imperio en los negocios que no le fuera arrebatado busco la manera que su hijo...
-Parece un lugar cálido-Himuro que abrió la puerta de la casa, estaba a las afueras de la ciudad, parecía una casa cualquiera. Izuki dio unos pasos adentro mientras se frotaba las manos, después de todo estaba nevando y hacía mucho frío, hecho una mirada hacia el jardín y noto que parecía una casa donde una familia podría vivir en paz y tranquila. El creció en una enorme casa, con servidumbre, por lo que algo como eso sería tan hermoso-¿Estas bien?-Himuro quien lo vio distraído.
-Sí, solo pensaba que debe ser lindo tener una casa así.
-Supongo, Kazu dijo que perteneció a sus primos de sus padres pero que ellos se mudaron a Yokohama.
-Ya veo-suspiro, ahora frotando sus brazos. Al verlo así Himuro lo acogió entre sus brazos, sorprendiendo al Omega.
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-Ven, debes estar cansado y hace mucho frío. Encenderé la calefacción antes de irme.
-¿Vas a irte?-lo primero que dijo Izuki al escucharlo, Tatsuya se le quedo mirando y no pudo soportar ver esos ojos porque la culpa de haberlo rechazado lo asediaba, desvío la vista.
-Debo regresar, no me gustaría levantar sospechas.
-Entiendo-fue directo a un sofá donde se sentó, tomo una manta cubriéndose con ella. Él podía sentir su pena, lo amaba aunque haya roto el enlace y ahora llevara dentro el fruto de otro. Se hinco ante él y tomo sus manos-.Tatsuya.
-Regresare cuando crea que sea seguro para ti, estarás aquí 6 días antes de que Kazu venga. Solo quédate tranquilo que vendré antes de eso-al decirle eso, pudo ver el brillo en los ojos de Izuki pues de cierta forma le daba la esperanza que quería escuchar, sobre todo de él.
. . .
Fuera del salón de eventos donde Resiliencia se había dado a conocer al mundo, los hombres que trabajaban con Mibuchi buscaban exhaustivamente a Izuki, ya casi era la una de la mañana y no había ni un rastro del Omega y el lugar estaba por cerrar. En el departamento este junto a Hayama organizaban la búsqueda de Izuki, el azabache aun no podía creer que se había esfumado frente a sus narices.
-Reo-nee-le veía como apretaba los puños al grado de sangrarse las manos con sus uñas.
-Estoy bien-le sonrío un poco, aunque por dentro estaba más que furioso.
En ese momento recibieron una llamada de los laboratorios, Hayama contesto al ver que se trataba de ellos, al menos eso podía hacer. Pero las noticias que le dieron fueron tan impactantes que no sabía si quiera en decirle a su hermanastro, le miro de reojo tras contestar.
-Reo-nee.
-¿Qué pasa?
-Akashi Seijuro, escapo.
La sola palabra "escapo" hizo a Mibuchi levantarse de su asiento.
