Capitulo 8

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Preparando el desayuno, escucho los pasos de, Yuli acercándose a la cocina.

—Huele delicioso- dice acercándose-huevos con tocino, mi favorito.—

—Lo mejor para mi mejor amiga—le digo  guiñándole un ojo.

—Hoy saldré a comer con, Carlo,estaré de regreso por la tarde, y tendremos noche de chicas—dice tomando algo del refrigerador, y  camina hacia la barra.

—Me parece maravilloso, y a lo que veo en tu carita de angelito—digo en tono burlón—¿Yuli, se esta enamorando?—pregunto, y ella suspira.

—Dayana, es tan, pero tan lindo—sonríe.

—Ojalá todo vaya por buen camino, Yuli, te lo mereces—digo acercándome a ella  abrazándola.—Yo, hoy iré a un bufete de abogados para empezar el tramite del divorcio— digo, y miro de reojo a Yuli, quien me mira con un poco de tristeza.

—¿Quieres que te acompañe?, puedo decirle a Carlo que no podre—

—No para nada, no te preocupes, ayer mismo puse cita, y me informaron sobre los papeles que tengo que llevar conmigo, así que ve tranquila con, Carlo, y disfruta—

—¿Estas segura?, de cualquier manera lo veo todos los días  en el trabajo—

—Super segura. Solo es un tramite, Yuli, no te preocupes—digo, fingiendo una sonrisa. Parece algo simple pero siento que no lo será.

—Esta bien, cualquier cosa ya sabes que puedes llamarme e iré donde estés—

—Lo sé, y gracias.— digo dando un beso en su mejilla—eres mi mejor amiga y se que siempre contaré contigo, al igual tu cuentas conmigo—Sonríe.

 Después de desayunar, y ver un poco la televisión, nos arreglamos para irnos. Carlo llegó por Yuli, después de medio día, y se tomaron la molestia de dejarme en el edificio del bufete de abogados.

—Muchas gracias, Carlo,—digo bajando de la camioneta.

—De nada, cuando gustes— dice sonriendo.

—Te aviso cuando regrese a casa— digo mirando a, Yuli.

—Esta bien, te quiero— dice y me avienta un beso al aire, y sonrió, diciendo adiós con la mano.

Me detengo frente a las puertas del edificio, y   respiro hondo.«Termina con esto» digo a mi misma, y entro. Llego a un cubículo, tras el esta una señora.

—Buenas tardes—digo, con un poco de nerviosismo.

—¿A que tramite viene?—Pregunta sin más.

—ehm.. divorcio. Estoy citada—respondo.

—¿Nombre?—

—Dayana Duarte—

—Puerta 13, al fondo a la derecha—me informa, sin siquiera mirarme.

—esto...Gracias—le digo y me encamino al pasillo. Al llegar a la puerta, le doy unos ligeros golpes con los nudillos de mi mano, y abro. Al asomar mi cabeza, veo a una chica sentada detrás del un escritorio y a su lado una puerta. En la sala de espera, se encuentran dos personas esperando turno. 

—Buenas tardes,¿podría proporcionarme su nombre por favor?— pregunta amablemente, karla, como creo que se llama, ya que lleva un gafete con ese nombre en el.

—Dayana Duarte—le digo, sonriendo, y viendo que teclea en la computadora.

—Listo, solo tiene que esperar su turnos, si gusta tomar asiento por favor— dice sonriente. Asiento con mi cabeza y tomo asiento. Observo a las otras personas y les sonrió.

Después de una hora, la ultima persona sale, pero no me apresuro a entrar. Espero a que la chica mencione mi nombre para entrar.

—Señorita, Dayana, ya puede pasar, el Licenciado Abascal, la atendera— Le doy las gracias y me adentro al despacho. Al entrar observo todo al rededor, y cuando.mi vista cae al escritorio y la persona que está detrás, me pongo aún más nerviosa. Piel morena, cabello negro, barba de candado, y un traje ajustado. Trago duro. Nota mi presencia y levanta la cabeza del computador para posar su mirada en mi.

—señorita, Dayana, ¿cierto?— dice levantándose del asiento e indicándome que tome asiento con su mano.—¿trae con usted toda la documentación?— pregunta.

—ss..si— respondo con nerviosismo y le entrego la carpeta.

—¿Cuál es el motivo del divorcio?— pregunta tecleando en la computadora.

—Yo... Ehm, infidelidad—

—¿por parte de usted o de su pareja?—

—Por...por parte de mi pareja— digo agachando mi cabeza.

—¿tiene pruebas?, ¿hace cuánto tiempo de enteró?—

—Yo misma lo vi hace casi 7 meses— respondo y escucho que deja de teclear, levantó la mirada y me está mirando con la cejas fruncidas. Regresa la mirada a la computadora y sigue tecleando.

—¿Hay hijos de por medio?— al preguntar eso, algo dentro de mí se quiebra un poco más.

—No, no los hay—

—Correcto, ¿desea pelear algunos bienes?—

—No, yo solo...solo quiero el divorcio— miro que asiente con la cabeza, teclea algo más, y escucho el ruido de una impresora. Toma las hojas las pone frente a mí y me ofrece una pluma.

—Correcto, ahora necesito que firme estás hojas para poder empezar con el trámite— asiento y tomando la pluma.
observo los papeles sobre la mesa, y no puedo evitar ver la palabra "divorcio" y el el nombre de Pablo. Siento que algo se mueve dentro de mí pero lo alejó, "no más ya no más" , digo para mí misma. Presiono la pluma en mis dedos y firmo los papeles.

Observo mi firma sonrió, y dejó la pluma a un lado. Levantó la mirada y observo al licenciado Abascal, mirándome con una media sonrisa en sus labios.

—Bueno señorita, Dayana, es todo por hoy, pronto le haremos saber la respuesta de él demandado— dice poniéndose de pie.

—Muchas gracias— digo poniéndome de pie al igual que el.

—De nada, para eso estamos. Tome mi tarjeta por si tiene alguna duda, puede llamar a la hora que lo desee— sonríe.

—De nuevo, gracias— digo tomando la tarjeta y regresando la sonrisa. Salgo del despacho, le doy las gracias a la secretaría y salgo del edificio.
Llego al departamento, entro, llego a la sala de estar y me desplomó en el sofá. Le mando un mensaje a Yuli, avisando que ya estoy en casa, y me responde que en dos horas más regresará. Decido dormir un momento antes de que llegue y tener energía para nuestra noche de chicas.

esté es tan solo el primer paso de dejarlo ir, aún falta camino por recorrer....

No soy la únicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora