ASESINA ✔

capítulo 33: tus labios me ponen nervioso...

-Mi amor...tranquila, sé que tienes problemas con tu familia pero me tienes a mí y a los chicos...

-Creo que mí madre no me quiere.

-No digas eso.

-Ni siquiera me llamó hoy para felicitarme.

-Quizá se le olvidó por su trabajo.

-Quizá se le olvidó que tiene una hija.

-Mejor olvidemos eso y vayamos al cine ¿Ok?

-Ok-dijo sonriendo.

Fuimos al cine, vimos una película de terror, ella no se asustó en ningún momento solo miraba atenta e incluso se reía de las demás personas que sí se asustaban, yo me asusté un poco pero Beth solo se reía o miraba sin ninguna expresión, cuando terminó la película salimos tomados de la mano.

-No te asustaste nada ¿verdad?- pregunté.

-No, fue muy chistoso ver y escuchar los gritos de susto de las demás personas-eso sí fue extraño.

-Bueno...ahora tu última sorpresa.

-¿Hay más? -dijo sorprendida.

-Sí.

Salimos del cine y nos fuimos a mí auto, en el camino íbamos escuchando música y Obviamente cantando, creo que ella ya se había dado cuenta a donde la llevaba por que la vi sonreír ampliamente, aunque no me haya dicho nada notaba que ya sabía, lo que me hizo sonreír también fue el hecho de que no sabía lo que le esperaba al llegar allá, tan solo espero que le guste.

-Llegamos-dije apagando el auto frente a la playa.

-Amo este lugar-dijo cuando estuvo a punto de bajar pero la detuve, quería mostrarle yo su sorpresa.

-¡Espera!-dije tomándola del brazo.

-¿Qué sucede?-me miró.

-Quédate aquí -bajé del auto y me fui a la puerta del lado de Beth- ahora necesito que hagas lo que te diga, por favor.

-Dylan...¿por que me pides eso?

-¿Confías en mí?

-Claro que sí, solo que estoy confundida.

-Colócate esto en los ojos y yo te guío ¿Ok?-le entregué la bandada.

-¿Ok?

Se colocó la bandana en los ojos algo dudosa, le ayudé a bajar del auto pero antes de que comience a caminar hice que se vuelva a sentar.

-¿Que sucede?-preguntó confundida.

-Sigues con tacones, será muy complicado para ti caminar con tacones en la arena-reí.

Ella también rió, cuando le saqué los tacones ella automáticamente se levantó, extendió los brazos a ambos lado de su cuerpo, cerré el auto y comencé a caminar sujetando a Beeth, cuando llegamos a la mesa que había arreglado con ayuda de Connor, Peter, Tyler, y Andrew, nosotros arreglamos esto mientras Andrea y Sam mantenían alejada y distraída a Beth para que no nos llame.

-Quédate quieta-dije y ella Asintió-encendí las velas y acomodé unos cuantos detalles-Ok...a la cuenta de tres te quitaré la bandana, 1...2...3-quité la bandana de sus ojos.

Los refregó un poco hasta que pudo ver claramente, al ver todo el lugar soltó un pequeño grito seguido de cubrir su boca con ambas manos.

Era algo sencillo pero creo que significativo para ambos, sonreí al ver su expresión, ella me miró, sus ojos estaban cristalizados, corrió a mis brazos y saltó, la abracé fuertemente, cuando nos separamos fuimos a la mesa, nos dijimos unas cuantas palabras cariñosas pero eso no duró mucho ya que a los poco minutos hablábamos estupideces.

Ya era bastante tarde, casi media noche, fuimos a la cabaña que había preparado, quería que viera el amanecer el día de mañana por eso dormiremos allí, como ya era bastante tarde el frío de la noche ya se hacía presente. Entramos a la habitación, ella se entró a bañar para quitarse la arena, cuando salió ella vestía una bata, luego entré yo a ducharme, cuando salí noté que ella estaba recostada en la cama aún con la bata, estaba dormida, sonreí y le dí un beso en la frente, sus labios estaban entre abiertos así que Aproveché a darle un beso, me asusté un poco cuando ella me correspondió, me continuó el beso sujetándome del cuello.

Narra Beth.

Cuando Dylan me besó no dudé ni un solo segundo en seguirle el beso, que se fue intensificando cuando Dylan quedó encima mio, deslizó sus dedos por mis brazos, inclinó su cabeza de nuevo hacia mí, respiró el aroma de mí cabello y pasó su nariz por mi cuello, giré mi cabeza hacia el lado contrario para que me besara.

-Sabes que esto no es necesario linda-me dijo en un tono dulce.

Al escuchar esas palabras entendí todo, nunca había estado con un chico antes, tenía miedo, amo a Dylan y sé que él me ama a mí pero estaba asustada...al final Terminé deslizando mis dedos por los hombros de Dylan, de arriba hacia abajo, creo que ya he tomado una decisión.

-No tienes nada que temer-me dijo.

-...

-Te amo-colocó su palma sobre mí mejilla y besó mí frente.

-...

El hecho de saber lo que pasaría me aterraba, en cambio Dylan estaba tranquilo, creo que para él esto no es nuevo.

-Confías en mí ¿cierto?

-Sí.

-Relájate linda, si quieres que me detenga solo debes decirme.

Eso solo me ponía más nerviosa ¿por que tendría que detenerlo? Asentí con la cabeza sin estar completamente segura de a qué era lo que accedía, pero por la sonrisa infantil de Dylan, supuse que era exactamente lo que quería, Dylan se separó de mí y fue hacia el pantalón anterior que tenía puesto, los cuales estaba junto a mí ropa, después regresó conmigo, sin dejar de mirarme se quitó la camiseta blanca que tenía puesta, podía ver su pecho bien definido.

-Eres la chica más hermosa que he visto-mí corazón latía rápidamente, me besó en los labios mientras colocaba una mano en mí cintura-soy el hombre más afortunado por tenerte a mi lado.

Deslizó sus dedos por mis piernas, sentía como cada parte de mí cuerpo se estremecía ante su contacto, acercó su mano a mi pecho y la dejó ahí por un momento, mientras yo cerraba mis ojos para tranquilizarme.

-Linda...abre tus ojos. Mírame, disfruto tanto de ellos.

Movió su mano hasta uno de mis pechos y lo acarició suavemente sobre la tela de la bata que tenía puesta, recordé que debajo de la bata no tenía nada, por lo cual el calor subió a mis mejillas. Yo no era una chica con una figura envidiable, no tenía nada en especial, pero la mirada dulce de Dylan me hacía sentir la chica más hermosa sobre la tierra, a pesar de que Dylan tocaba mis pechos y me besaba con suavidad era una sensación extraña, se sentía bien.

-Tus labios me ponen nervioso cada vez que me acerco a ellos.