020.

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— Este es mi dulce hogar... Espero que te agrade.— dijo, abriendo la puerta y dejando un espacio a Jimin para que pasara.

No era una casa demasiado grande, de hecho, era algo pequeña, pero lo suficiente para alguien que vive solo. El lugar era acogedor, las paredes eran de un color crema y el suelo era de madera, eso le daba un aspecto hogareño y cómodo, eso a Jimin le gustó mucho. De lo poco que había visto, se sentía realmente bien ahí. Y sin contar que estaría viviendo con Jungkook, con solamente eso se sentía realmente afortunado.

— Me gusta mucho... No puedo esperar a ver lo...— un mensaje llegó al celular de Jimin. Sacó su celular para revisar, leyó el mensaje, contestó y volvió su mirada a Jungkook, quien lo veía esperando saber quién era la persona que le había escrito a Jimin.— Era Yoongi— aclaró antes de que Jungkook armara una escena de celos.—, dijo que Taehyung consiguió una vieja casa donde vivían sus abuelos, decidieron que se quedarían ahí. Al menos por el momento, aunque creo que no estaremos bien hasta irnos del país o algo así.— bromeó.

— Quizá tengas razón... No quiero pensar en esas cosas, Jimin. El mismo tema me está cansando, y no quiero estarme preocupando todo el tiempo sobre lo que pueda pasarte a ti. Digo, siempre estoy preocupado, pero ahora mismo no quiero preocuparme más. Quiero disfrutar de este gran momento de privacidad que estamos teniendo tú y yo, cariño.

Podría ser algo mínimo, y quizá para algunos tonto, pero Jimin amaba que Jungkook se preocupara por él. No quería que se estuviera carcomiendo la cabeza todo el tiempo y se cansara de todo, pero el simple gesto de pensar en él, era más que suficiente. En ese tipo de situaciones mostraba que realmente quería a Jimin.

— Debes calmarte... Estaré bien, y más si estoy a tú lado ¿no?— el peli naranja rodeó el cuello de Jungkook con sus brazos para tener más cercanía, quedaron frente a frente, sus miradas se conectaron como dos imanes. Disfrutaron de la vista del otro por un determinado tiempo. Les gustaba estar así, pero no era suficiente. No se resistieron un segundo más y simplemente unieron sus labios automáticamente.

Para Jungkook, los besos de su pareja eran totalmente indescriptibles. Porque... ¿Cómo podría describir los besos de un ángel? En definitiva, era imposible. Porque si, la palabra "perfectos" le quedaba más que sólo pequeña. Y no sólo hablaba de sus besos, sino también de Jimin en sí. Algo en su interior le decía que algo debía pasar esa noche, todo estaba yendo demasiado bien, no tenía muchas preocupaciones, estaban solo ellos dos en casa y eso se convertía en un contexto perfecto. Sabía que Jimin lo quería y, no lo negaría, él también quería hacerlo. Agradecía no tener que negarse por alguna preocupación suya.

— Está vez no me detendré, Jimin.— advirtió agarrando firmemente las caderas de su novio y besándolo una vez más.

— No lo hagas.— dijo, cuando se separaron.

Caminaron torpemente hasta la mesa del comedor, el trasero de Jimin chocó bruscamente con el borde de la mesa. Jungkook lo alzó y lo sentó en la mesa de madera, todo esto sin dejar de besarse en ningún momento. La necesidad de más cercanía era notoria, se podía ver en la desesperación de los movimientos de ambos.

A pesar de que sus movimientos era veloces, realmente querían disfrutar cada segundo del otro, cada mínima cosas, cada movimiento, cada sonido, cada expresión, cada gemido.

Jungkook fue el encargado de despojar a Jimin de su camisa, dejando descubierto el desnudo pecho y abdomen plano del peli naranja. Se brindaron un beso más, y el castaño también quito su camisa desesperado. Se pego más al cuerpo de Jimin y este envolvió sus caderas con sus piernas. El mayor se encargó de besar, lamer y chupar el cuello de Jimin, sacándole pequeños gemidos.

— Quítate los pantalones— pidió Jimin de manera seductora, Jungkook reacciono al insistente e hizo caso.

Jimin aún sentado en la mesa, metió su mano derecha en el bóxer gris de su novio y tomó el pene, brindando masajes de arriba hacia abajo, acelerando la respiración de Jungkook. No era la primera vez que Jimin sostenía relaciones sexuales, pero por esta vez, quería que fuera más especial que las anteriores veces.

— Joder, Jimin— decía entre gemidos.

Jimin bajo el bóxer y masturbo más rápidos gracias a que ahora Jungkook estaba totalmente desnudo. Jungkook estaba por venirse, y el peli naranja lo sabía. Cuando tuvo lo bastante claro de que estaba a punto retiró su mano dejando a el castaño con ganas de más.

El peli naranja se quitó el pantalón y su ropa interior bajo la atenta mirada de Jungkook, quien estaba más que necesitado. Jimin ahora estaba también complemente desnudo. El pene de Jungkook seguía duro, volvió a tomarlo con sus manos y lo metió en su boca, chupándolo como si fuera un dulce. La respiración de el moreno se volvió muchísimo más agitada y sus gemidos más constantes.

Después de un rato termino por correrse en la boca de Jimin, quien trago todo el semen sin un rastro de disgusto.

— Te quiero dándome la espalda ahora mismo— dijo Jungkook con tono de superioridad.

— Como usted diga, oficial— contestó Jimin sonriendo travieso, esas simples palabras excitaron más a Jeon.

El castaño preparó a Jimin primero con un dedo, luego con dos y luego con tres. Cuando sabía que estaba preparado, metió su pene sin demasiada rapidez, pero tampoco con lentitud. Jimin se encargó de gemir con fuerza, mientras recibía las exquisitas embestidas por parte de su novio.

— ¡Quiero... más, ahh!— gimió Jimin.

Jungkook apresuró sus embestidas, agarró el cabello de Jimin y empujó su cabeza hacia adelante, logrando que Jimin quedara con su abdomen y mejilla acostados en la mesa de madera que no paraba de rechinar por los movimientos tan bruscos. Innumerables gemidos, los sonidos de el choque de las pieles, las respiraciones agitadas, todo. Todo estaba siendo perfectos para ambos, quizá demasiado.

Jungkook terminó por dar otras tres embestidas más y salir del interior de Jimin, antes de que se corriera dentro. Jimin se levantó, estaba despeinado, con los labios hinchados, sudor corriendo por su cara y clavículas y sus cachetes rojos. Demasiado majestuoso para ser real.

Decidieron ir a la habitación y dormir, estaban demasiados exhaustos para siquiera darse un baño, Jungkook le brindó un pequeño beso en la frente a Jimin y luego uno en los labios, mientras le recordaba lo mucho que lo quería.

Pero no todo era alegría, Jungkook aún le estaba ocultando algo a Jimin.

[ ♡ ]
Nota: Al fin vine, joder. De verdad tenía demasiado tiempo sin pasar por aquí, pero es que mierda. Es tan complicado para mí escribir smut, no sé cómo hacen esas personas en las que todos los capítulos hay smut, necesito su secreto ctm. En fin, lo importante es que aquí está el capítulo. Intentaré de publicar el siguiente este fin de semana, quizá mañana, quizá el sábado, quizá el domingo i don't know. Loviuuu

Pd: como siempre, me dio flojera revisar. Así que, perdón por los errores y las cosas que no encajan.

Prison 「☆」Kookmin.Where stories live. Discover now