Capítulo 16

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Grace

 ¿Quién se piensa que es? Soy una imbécil.  Mentiría si no dijese que ese beso me encanto, nunca nadie me beso de esa manera. Mi primer beso y mi primera vez fue una mierda. Ben era una mierda como novio, estuvimos un año en pareja.

Era una bonita relación cuando comenzó. Me traía regalos, era atento. Me ayudaba con mi mamá, pero todo resulto una mentira.

Para él solo era una apuesta entre sus amigos, él solo quería mi virginidad y se la entregué porque creí que estaba enamorada.

Era una adolescente, solo tenía diecisiete. Desde ese momento dejé de creer en los hombres.

—Lo siento, no te había oído. —digo.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no había oído que alguien había entrado a la habitación. Una mujer joven, cabello marrón. Lo que más llamó mi atención fueron sus ojos, el color es tan extraño. Es amarillo, su mirada era felina. Sus rasgos como si fuera un gato.

—Lamento interrumpir, pero el alfa me ordeno que acomodara sus pertenencias. —dice.

Asiento con mi cabeza, observo que está acomodando mis cosas con cuidado. Noto un pequeño temblor en sus manos, me parece raro. ¿Cuál es la razón de su miedo? Nunca le di una razón para que esté asustada, seguro fue el imbécil de Adam.

Hace unos momentos se refirió a Adam como Alfa, lo mismo sucedió con Logan y la tipa que estaba en el restaurante, todos se refirieron así con él. ¿Por qué? Voy a descubrirlo.

—Claro, está bien. Déjame ayudarte.

—Esta no es tu habitación, se te ha asignado otra.

—No lo sabía.

—Por aquí.

Ella lleva algunas de mis pertenencias y voy detrás de ella ayudándola. Subimos al elevador. Veo que suspira al llegar, pero no digo nada para no incomodarla. Le sonrió con simpatía.

—Es aquí.

Ella camina hacia la habitación de Adam, pero pasa su puerta, siento un alivio por ello, ese imbécil decidió que dormirá al lado de su habitación. Abre la puerta, entra con mis cosas.

Ella me ayuda acomodarlas, y luego se retira sin más.

Me quedo sentada en la cama, estoy sola. No me gusta estarlo, me molesta. Observo la habitación, es grande. Sus ventanas son anchas, con cortinas largas que llegan hasta el suelo, la cama es antigua de esas que tiene cuatro postes. El baño es grande también, se nota que la habitación está bien cuidada.

Me acerco a las puertas del armario.

—Mierda. —digo al ver que está lleno de ropa.

A esto se refería la chica con su cometario que no necesitaría mi ropa. Estas blusas, pantalones, vestidos y zapatos son en sueños.

Luego de investigar todo, decidí tomar un baño. Al tocar la cama, caí en un sueño profundo.

Me levanto del suelo, observo a mí alrededor.

— ¿Dónde estoy?

Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo, comienzo a caminar. Estoy en un bosque, veo tantos árboles. Me da la sensación de que he visto este lugar, todo  lo que veo a mi alrededor es rojo hasta la propia luna lo es, a lo lejos veo un río del mismo color y una roca. Comienzo acercarme, pero me detengo al ver a dos personas.

—Mamá. —digo, pero no me escucha.

¿Quién es esa niña? Nunca la he visto.

Vuelvo a llamarla, pero no me mira. Estoy a punto de ver su rostro.

HÍBRIDA ©.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora