HÍBRIDA ©.

Capítulo 4

Adam

Ella es una sorpresa, no creí que iba a dispararme, quiero descifrarla. Salgo con una sonrisa del elevador, Logan me mira con una ceja levantada, pero no dice nada.

—Nos esperan en el despacho. Es importante. — dice mi beta.

Nos adentramos hacia el despacho, me siento y miro fijamente a la persona que está sentado en el otro sillón frente a mí.

—Habla. —ordeno.

—Estaba vigilando la casa que usted me pidió, había varios demonios de sombras, pero de un momento a otro desaparecieron como si nunca hubieran estado en la casa. —dice.

Con Logan cruzamos miradas, cruzo mis brazos moviendo ligeramente mi cabeza de un lado al otro, es una manera que hago cuando algo no me cierra.

—Pero vi algo raro.

—¿Qué viste? —interroga Logan.

—Una mujer.

—La bruja. —hablo.

—No lo era, parecía una mujer, eso es lo que pensé apenas la vi, pero esa mujer se convirtió en un demonio de sombra y también desapareció como los demás.

—Joder. —dice Logan.

Yo solo escucho con atención mientras logan interroga a nuestro investigador.

—Esto es lo que encontré en los registros. —me entrega un sobre.

Lo abro y veo una foto de mi mate, sonrió.

—Grace Stevenson, veinte años. Sin amigos. Trabaja en Royes's para pagar su matrícula. Estudia medicina. Buenas calificaciones. Huérfana a los 12 años. —Frunzo el ceño con lo último.

—¿Huérfana? —pregunto.

—Su padre desapareció y su madre enferma cuando tenía once años y murió un año después.

—No es posible.

—Y esto es lo más extraño, mira su dirección. —dice.

Lo hago, miro su dirección, pero no noto nada extraño.

—No te estoy siguiendo. —digo.

—La dirección es la misma que la casa donde he estado vigilando. — ¿Qué carajos? Eso realmente me toma por sorpresa.

—¿Qué? —pregunta Logan, no fui el único sorprendido.

No lo entiendo, ella realmente nos mintió. ¿Por qué lo hizo? ¿Con qué razón? Esas eran las preguntas que se me venían en la cabeza.

—¿Estás seguro? ¿Esta información no es errónea? —interrogo.

—No lo es y hay más. Fuimos investigar la casa, pero es como si nadie hubiera habitado en esa casa. —responde, sigo sin poder creerlo.

—No lo entiendo. —hablo conmigo mismo, pero me doy cuenta de que dije mis pensamientos en voz alta.

—Alfa. Lo juro no se encontraba nadie en la casa de la señorita Grace, solo estaban los demonios de sombra. —dice.

Se escucha un ruido afuera de la puerta del despacho, todos miramos y me encuentro con Grace escuchando la conversación. Ella comienza a alejarse lentamente y desaparece corriendo. Voy detrás de ella, la veo que se adentra hacia el bosque.

—¡Grace! ¡Detente! —grito, pero ella no lo hace.

La alcanzo y me tiro sobre ella, ella lucha contra mí. Sujeto sus brazos para que no se mueva, pero se suelta y logra golpearme en la herida. Ella se detiene en el momento que me oye soltar una protesta de dolor.