Capítulo 7

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Adam

Cuando veo que sus ojos se cierran mis gritos son de desesperación, de agonía. No puedo perderla, la estuve buscando por tanto tiempo. No tengo ni un recuerdo de ella, no tengo un recuerdo de una sonrisa, el sonido de su risa, no tengo un recuerdo de un abrazo, de un beso. Eso es lo que más dolor me causa, no la conozco para nada.

Le he producido dolor, la he hecho llorar, la han herido por mi culpa e incluso ella me odia. Desde que la conocí en aquella noche todo quería que sea diferente e incluso mi corazón frío se aceleró al verla, se calentó de saber que la soledad iba a desaparecer e iba a tener una compañera de por vida que iba a sacar la tristeza, y el dolor de estar solo.

—Muévete.

—No.

—La doctora está aquí, déjalo hacer su trabajo.

Me muevo, pero solo un poco porque no quiero estar lejos de ella, no puedo alejarme ahora.

—Su corazón está latiendo.

Mis esperanzas vuelven cuando escucho las palabras del doctor.

—Ella es una híbrida.

— ¿No lo habían notado? Miren sus ojos. —la doctora abre uno de sus ojos y efectivamente su ojo es negro.

—Mierda. —digo.

No lo había notado, su olor era de una humana. Ahora entiendo por qué no podía escuchar sus pensamientos, creí que era porque era mi compañera. Ella tira una poción en su cuerpo, este hace que se quede quieto y deje de temblar, pero la casa sigue temblando.

—Llévala al baño. —dice ella, la miro un tanto extrañado.

— ¿El baño? —pregunto.

—Sí, alfa. Ahora.

Ella explica que es para que no haga un mayor daño, si ella se descontrola, el agua amortiguara el daño. La elevo de la cama, su cuerpo esta frío. La doctora encienda la ducha y esta se está llenando, cuando lo hace se voltea para decirme.

—Déjala en la bañera.

—Si la suelto va a ahogarse. —digo.

—Es peligroso.

—No me importa, me arriesgaré.

Me siento en la bañera y la apoyo en mi pecho. Ella esta por interrumpir mi acción, pero se queda calladoñq cuando le echo una mirada.

— ¿Están listo? —muevo mi cabeza asintiendo.

El doctor tira una poción, otra y luego otra, el agua se vuelve negra a nuestro alrededor, la respiración de Grace se vuelve agitada, escucho su corazón acelerado, nuestros cuerpos comienza a vibrar en sincronía. La doctora inicia a recitar palabras en griego.

—Kaló tous skiódeis daímones na érthoun kai na apeleftherósoun tis dynámeis aftís tis nearís gynaíkas. (Invoco a los demonios de sombras para que vengan y liberen los poderes de esta joven.)

El cuerpo de Grace comienza elevarse, el doctor me ayuda a salir de la bañera sin dejar de recitar las mismas palabras, de su cuerpo se desprende un aura de color rojizo y luego uno negro.

El doctor deja de recitar.

Grace cae a la bañera y nos moja a los tres, la casa deja de temblar rápidamente.

—Tienes que marcarla.

— ¿Por qué? —interrogo.

No puedo marcarla, ella debe estar despierta cuando lo haga porque puede morir.

—Porque curarás la herida que tiene y podrás mantener sus poderes, tú mantienes estables sus emociones. —dice. —Sí, no lo haces podría morir. —aprieto mis puños.

—Debes hacerlo. — habla mi beta.

No muy seguro me aproximo a la bañera, ella sigue en el agua, su rostro está pálido, sus ojos están cerrados, sus labios están de un color feo, sin vida. Ella parece no ahogarse, esta quieta ahí sin moverse como si fuera una estatua. La sujeto del cuello suavemente, la saco del agua y la acerco a mi cara, la beso en los labios, su cuerpo esta frío, pero su corazón sigue latiendo.

Me acerco a su cuello, huelo su fragancia, lamo su cuello, gruño. Clavo mis dientes lobunos en su cuello, cuando termino de marcarla como mía, su piel vuelve a su color natural, sus labios sin vida vuelve con un color sonrosado y ella finalmente abre los ojos y me mira con extrañeza.

Mi corazón se calienta cuando vuelvo a ver sus ojos, veo la chispa de curiosidad en ellos.

Siento nuestra conexión, sé que ella puede sentirla.

La saco de la bañera con cuidado, la llevo hacia el elevador y luego entramos a mi habitación, la dejo en la cama, entro al closet a buscar algo cómodo, su ropa está completamente mojada, gruño al recordar que el doctor y mi beta vieron sus tetas y su vagina.

Me cambio rápido porque yo también estoy mojado.

Noto que mi ropa es demasiado grande para ella, debo mandar a alguien para comprarle ropa, tomo una camiseta, unos pantalones y vuelvo.

—Ponte esto. —exijo.

Ella mira su ropa, notando que está desnuda debajo de esa camiseta y se trasluce, trata de cubrirse, pero ya la he visto, sonrió.

Me quedo con los brazos cruzados esperando que se cambie, pero no se mueve, ella me mira incómoda, pero me quedo esperando que hable porque quiero oír su voz.

—No me vestiré si tú estás aquí observándome de esa manera. —dice.

— ¿De qué manera te miro?

Ella se remueve irritada, pero no me responde.

— Bien. Vístete y baja al living.

Hablo luego de unos momentos después, salgo con una sonrisa de mi habitación. No logro entender cómo es que puedo sentir sus emociones, si yo la mordí.

En la mitología a los hombres lobos se le creía que podían oír los pensamientos o sentir las emociones de toda su manada, de sus compañeros de vidas, pero eso está muy lejos de la realidad. Los hombres lobos solo podemos oír los pensamientos de los humanos, porque son de mentes débiles. Para que eso suceda debe haber una conexión entre compañeros, una mordedura y aceptación de ambas partes, y ellos puedan sentir o escuchar lo que al otro le sucede.

Es extraña nuestra conexión no puedo oír los pensamientos de ella, pero puedo sentir el cambio de emociones, y es algo fascinante.

Desde que la mordí puede sentir todo tipo de emociones a través del vínculo, debo preguntarle al doctor porque sucede eso.

¿Es por lo que dijo hace unos momentos el doctor? Por esa razón es que puedo sentir todo tipos de emociones de parte de ella, la razón es porque mantengo sus emociones y por ello puedo sentirlas.

Es extraño porque yo la mordí, pero ella no a mí, lo que es mitad vínculo. Todo es tan confuso necesito respuestas, ahora. 

HÍBRIDA ©.Where stories live. Discover now