Capitulo 47

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La miré fijo y pensé un poco en eso. Ya no más salidas nocturnas a cada rato, ya no más coqueteos con alguna chica, ya no más libertad de mirar y opinar sobre algún trasero. Pero a mi ya no me interesaba hacer eso, yo solo quiero estar con ella. Dormir con ella, estar a su lado, opinar sobre su trasero y coquetar con ella.
-Solo quiero estar contigo-le dije. Ella sonrió y se acercó a mi para besarme impulsivamente. Se alejó y comenzó a subir las escaleras hacia su cuarto.
-Apúrate que tenemos que irnos-me dijo.
-Tú eres la que se tiene que apurar-dije y me acerqué a la cocina para comer un poco de fruta que ella había cortado.
Luego de unos cuantos minutos ella bajó las escaleras y se acercó a la cocina. Estaba arreglada y maquillada. La miré embobado.
-¿Qué sucede?-me preguntó.
-Que eres hermosa-dije. Ella se sonrojó levemente y tomó una fruta.
-¿Vamos?.
-Vamos, cariño-dije y tomé mi abrigo para salir con ella de su departamento.
Bajamos hasta la cochera y nos subimos a su auto. Nos colocamos los cinturones de seguridad y ______ arrancó para prender marcha no sé muy bien a donde.
-¿Estás nervioso?-me preguntó. Giré a verla.
-Un poco-dije con una media sonrisa-No sé que voy a decirle.
-Solo tienes que decirle lo que sientes en el corazón-dijo ella sin dejar de mirar al frente. Estiré mi mano y acaricié su mejilla. Me miró de reojo y sonrió.
-¿Sabes dónde es?-le pregunté.
-Queda cerca del campo de mi abuelo-contestó.
-¿No te conté, verdad?. Tengo una hermana-dije. Ella se giró a verme sorprendida.
-¿Qué?
-Si, en la carta que me mandó mi madre me contó que tengo una hermana de 5 años llamada Hope, ¿puedes creerlo?.
-Es maravilloso. Yo siempre quise tener hermanos pero no los tuve. Mis padres no rehicieron sus vidas luego de separarse.
-¿Crees que aún se amen?-le pregunté. Ella sonrió levemente.
-Si-dijo asintiendo-Solo que son tan orgullosos que ninguno lo va a admitir. Pero, ¿quién te dice que en cualquier momento me dicen que están juntos de nuevo?.
Seguimos hablando de algunas cosas más y pusimos un poco de música, mientras que de a poco íbamos saliendo de la ruidosa ciudad. A medida que nos acercábamos más a donde estaba mi madre, mis nervios aumentaban. ¿Qué tengo que decirle? ¿Qué debo hacer? ¿Mi hermana me querrá?. Todas esas preguntas cruzaban mi cabeza.
______ dobló para entrar en una cerca y comenzó a andar por un camino de tierra. Luego de unos cinco minutos divisamos desde lo lejos una casa. Afuera de la casa habían dos autos y una camioneta. La casa era grande y a lo lejos tenía una pequeña caballeriza. El auto se detuvo justo frente a esa casa. ______ se giró a verme y tomó mi mano. La miré a los ojos.
-Todo va a estar bien... y yo voy a estar contigo-me dijo. Entonces me incliné hacia ella y la besé fugazmente. Me alejé y me quedé cerca de su rostro.
-Muchas gracias cariño, de verdad muchas gracias-le susurré.
-No tonto, no me agradezcas-dijo y tomó mi rostro con sus manos para depositar un pequeño beso en mis labios-Ahora vamos.
Nos bajamos y el aire limpio y puro del campo invadió mis pulmones. Aquel lugar era increíble. Los árboles eran enormes y el pasto era tan verde que al mirarlo me molestaba en los ojos. Me acerqué a ______ y tomé su mano para comenzar a caminar hacia la puerta de aquella gran casa blanca y azul. Nos paramos frente a la puerta y ______ apoyó su dedo en el timbre. El timbre sonó y esperamos a que alguien nos abriera. Mi corazón latía desesperado, en cualquier momento se me iba a salir del pecho. Apreté ligeramente la mano de ______, provocando que ella sonriera por lo bajo.
-No traje un regalo y es su cumpleaños-recordé alejó nervioso.
-Christopher, no creo que tu madre tenga mejor regalo que verte a ti-me dijo.
Escuchamos el sonido de unas llaves y unos segundos después la puerta se abrió. La miré fijo, ella se quedó quieta mirándome como si fuera irreal.
-¿Christopher?-pronunció mi nombre levemente.
-Mamá-dije apenas audible.
Entonces llevó una de sus manos a su boca y la tapó para luego soltar un sollozo y acercarse rápidamente a mi para abrazarme. Pensé que nunca más iba a volver a sentir un abrazo de ella. Desde que ella se había ido, algunas veces por las noches recordaba la sensación de su abrazo. Juro que me sentía como cuando era un niño y ella me abrazaba para reconfortarme o simplemente porque quería hacerlo. Aunque ahora yo era más alto y grande que ella, la sensación era la misma.
Se alejó de mi y tomó mi rostro con sus manos. Su cara estaba empapada de lágrimas. Miré su rostro, buscándole alguna diferencia. Pero ella estaba exactamente igual que siempre, aunque sus ojos se veían un poco más claros que antes. Tenía el pelo más corto y se veía pequeña.
-No puedo creer que seas tú, hijo mio-me habló al fin-Estás tan grande Christopher... mírate-se alejó de mí y me miró de los pies a la cabeza. Rió entre lágrimas.
-Yo no puedo creer que te tenga al frente de nuevo-le dije.
Se acercó de nuevo a mi y me volvió a abrazar. Luego se alejó y miró a ______, que se había quedado completamente quieta y callada. Mirando un poco hacia otro lado, ______ secó una pequeña lágrima que había soltado.
-Tú debes ser ______-le habló mi madre. Mi ______ la miró y sonrió.
-Si señora, soy yo-dijo.
-Pero ya no se queden allí parados, entren-nos dijo y nos dio el paso a la enorme casa.
Tomé la mano de ______ y ambos entramos detrás de ella, mirando sorprendidos el lugar. Aquella casa era aún mucho más bella por dentro de lo que se veía por fuera. Mi madre se giró a vernos y con una sonrisa miró nuestras manos unidas.
-¡Phill! ¡Llegaron!-habló asomándose por una puerta que daba a la parte de atrás de la casa.
Al instante un hombre alto de ojos miel entró con una niña de la mano. Me observaron bien, en especial ella.
-No puedo creer que sea él-dijo la grave voz de Phill.
-Yo no puedo creer que tengas algunas canas Phill-dije algo divertido. El sonrío y se acercó a mi para abrazarme contento. Palmeó mi espalda y yo también lo hice. Se alejó de mí y me miró sin dejar de sonreír-Ella es ______.
-Mucho gusto-dijo ______.
-El gusto es mio-le dijo el.
-Papi, ¿quiénes son ellos?-preguntó la pequeña voz detrás de nosotros.
Los cuatro nos giramos a verla. Mi madre se acercó a ella y tomó de su mano para acercarla al círculo. La observé bien, era tan parecida a mi... Dios mío. Puedo jurar que es una versión femenina de mi, aunque ella es más delicada y parece tan frágil. Dos largas trenzas caían al costado de su pequeño rostro. Sus ojos eran enormes y de color verde esmeralda.
Con cuidado me acerqué a ella y me agaché para quedar a su altura.
-Soy Christopher-me presenté y estiré mi mano para que ella la tomara. Miró mi mano y luego me miró a la cara.
-¿Christopher? ¿Mi hermano Christopher?-dijo algo sorprendida.
-Asi es, Hope, soy tu hermano-le dije.
Esperé a que ella me dijera algo pero solo me miraba fijo. Tal vez no le caía bien la idea de que yo sea su hermano... tal vez no me quería. Miró mi mano y luego se acercó despacio a mi para abrazarme. Sus pequeños brazos rodearon mi cuello y su pequeña cabeza se apoyó en mi hombro. Con un poco de confusión le respondí el gesto.
Era una extraña sensación. Una hermana, sangre de mi sangre. Jamás pensé que se podía querer a alguien sin haber tenido ningún tipo de contacto alguna vez. Cuando leí la carta de mi madre y me contó sobre ella, juro que empecé a quererla. Al fin tengo a quien celar de babosos adolescentes.
-Mamá siempre me habló de ti, pero estás diferente que en las fotos-me dijo y se alejó para mirarme.
-Hope, yo te dije que ese era tu hermano de niño. Ahora él es un hombre-le habló mamá.
Mi pequeña hermana miró a ______ y luego me miró a mi. Sonrío mostrándome que le faltaba un diente.
-¿Ella es tu novia?-me preguntó.
-Mmm, no pequeña. Soy su amiga-le contestó ______ rápidamente.
La miré y sonrei por lo bajo. 'Si cariño, eres mi amiga. Pero con derecho a todo'.
-¿______ quieres jugar conmigo a las barbies?-le preguntó.
-Hope, no creo que ella...
-Tranquila señora Muñoz, encantada juego con ella. Además creo que usted y Christopher tienen mucho de qué hablar-le dijo.
-Ella tiene razón, vamos afuera-dijo Phill y vimos como los tres salían al jardín.
Mi madre se sentó en una silla y me hizo un gesto para que me sentara frente a ella. Me senté y al instante ella tomó mis manos. Sus manos... sus manos siempre me arropaban en la noche antes de dormir. Luego de que ella ya no estaba, nadie lo hacía. Solo Rose cuando venía los fines de semana.
-Eres tan hermoso y no lo digo solo por ser tu madre.
-¿Dónde has estado todo este tiempo?-le pregunté.
-En Ecuador-contestó y suspiró-Tu padre por poco y me obliga a dejar el país. Tuve que hacerlo hijo, sino el iba a hacerte daño.
-Es un...-aseguré.
-Tranquilo mi vida, con odio hacia él no ganas nada.
-¿Cómo puedes pedirme que no lo odie?. Mamá, él... él simplemente es un completo extraño para mi. Nunca se ha comportado como un padre. Siempre fue manipular y hasta frío conmigo. Yo creo que él me odia.
-Voy a contarte una cosa, hijo-me dijo y se acercó más a mi-Tu padre siempre fue así. Una persona posesiva, celosa y manipuladora. Pero yo me enamoré de él, lo amé más que a nada en este mundo. Todo era perfecto, hasta el día en que le dije que estaba embarazada de ti.
-¿Qué?-dije algo confundido.
-Christopher, cuando yo le dije a tu padre que íbamos a ser papas él cambio drásticamente. No me acompañaba a las ecografías, él no estaba pendiente de mi. Y ahí fue cuando conocí a Phill. Él trabajaba en el hospital al que yo iba a atenderme y un dia yo estaba realmente mal porque a tu padre parecía no importarle nada de ti o de mí. Phill se ofreció a acompañarme aquel día y ahí fue cuando supe que serías un varón-me dijo con una pequeña sonrisa en los labios-Ese día fui a contarle a Ricardo que serías un niño y la cosa empeoró. El simplemente no era el mismo... estaba violento, no le importaba mi salud y entonces entendí que era. Él tenía celos de ti Christopher.
-No, no creo que haya sido eso-dije haciendo todo lo posible por entender lo que ella me contaba. Mis ojos estaban algo húmedos.
-Si hijo, tu padre estaba celoso de ti. Él no concebía la idea de otra persona en mi vida además de él. Cuando naciste él no quiso entrar a la sala... ¿Sabes quién estaba conmigo?-preguntó. La miré a los ojos.
-¿Phill?-pregunté.
-Si-susurró y unas cuantas lágrimas cayeron de sus ojos-Phill era... o mejor dicho aún lo es, partero y él fue el que te trajo. Eras tan pequeño y blanquito, que parecías de mentira. Te pusieron en mi pecho y dejaste de llorar. Tus ojos se abrieron y me pareció que me mirabas. Nunca pensé que podría amarte tanto.
-¿Luego qué pasó?-pregunté con un nudo en la garganta.
-Tu padre decidió entrar y se acercó a nosotros para mirarte. Pensé que cuando te viera algo se iba a despertar dentro de él, pero no fue así. Él simplemente se dedicó a mirarte fijamente por unos cuantos minutos y luego se fue.
-¿Y ahora sigues pensando que no debo odiarlo?-le pregunté mirándola fijamente a los ojos.
-Lo único que puedo decirte es que eres el regalo más grande que la vida me ha dado y tu padre también fue partícipe de ello.
-¿Sabes cómo logré contactarte?-le pregunté. Ella negó con la cabeza-______ consiguió tu número... y ya no quiero hablar de Ricardo. Feliz cumpleaños, mamá.
Ella sonrió y me abrazo. Luego de unos segundos se alejó para tomar mi rostro con sus manos.
-Verte aquí es el regalo más grande que me pudieron dar hoy-me dijo contenta-Creo que tendré que darle las gracias a ______-sonrei levemente-¿De dónde se conocen?.
-Vamos juntos a la universidad y ella... ha llegado a mi vida hace un mes. Puedo asegurarte que la ha cambiado completamente-le conté medio bobo.
-¿Son novios?-preguntó.
-No precisamente. Estamos en algo, recién comenzando.
-Es maravilloso, pensé que nunca viviría el momento en que me trajeras a 'tu chica' a casa. ¿Estás enamorado?.

My Little Obsession >Christopher Vélez y tú< (TERMINADA)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu