Capitulo 30

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¡Es que no es posible! ¡Ni siquiera se giró a verme cuando coqueteaba descaradamente delante de ella con alguna de las otras del lugar!. Al parecer de verdad ya no le importó en lo más mínimo. Llegué a mi casa y me tiré exhausto en mi lindo sillón. Había ido a la oficina de Ricardo y se me había hecho tarde allí. Tomé el control y prendi la televisión.
-Conquístala llevándole música a la puerta de su casa. Estamos completamente seguros de que caerá rendida a tus pies.
No puedo creer que la televisión me acabará de decir eso. Era como una sugerencia pero...¿de dónde voy a sacar yo músicos a estás horas y un lunes?. Angie se acercó a mi y se sentó a mi lado.
-¿Que te pasa?-me preguntó.
-No te importa, ocultadora de información-le dije resentido.
-Si lo dices por ______, de verdad te digo que no sé que le pasa. Te juro que hoy le pregunté y me dijo que de verdad ya no quiere tener nada que ver contigo y que si para hacer eso tendría que dejar de hablarte y mirarte, pues que estaba dispuesta a hecerlo.
-¿Me hablas enserio?-pregunté sin poder creerlo.
-Eso me dijo ella-aseguró.
-Tengo que irme-dije y me puse de pie-No me esperes despierta-corri hasta el baño, me duché, me cambie y sali de mi casa lo más rápido que pude. Ya eran las 12 de la noche y seguia perdiendo mi tiempo, iba a llegar más tarde aún-¿Están listos?-les pregunté. Todos ellos asintieron. Había estado casi 2 horas buscando músicos y les había ofrecido el doble de lo que cobraban para que vinieran conmigo-Cuando escuchen un regaño, luego de eso comienzan a tocar-todos volvieron a asentir. Los hice subir en el ascensor y nos bajamos en el piso 6.
Yo ya había encontrado la forma de entrar al edificio sin que nadie me diera la llave, eso se llama ser un genio. Les hice un gesto para que se quedaran escondidos mientras yo iba hacia el loft. Me acomodé bien y respiré profundamente. Mi plan de arrepentimiento y conquista comenzaba aquí. Toque el timbre y mire mi reloj, maldije por lo bajo al darme cuenta de que ya eran las dos de la mañana pero ya estaba jugando, no iba a irme hasta que me atendiera. Volvi a tocar ya que nadie contestaba, volvi a hacerlo dos veces más.
-¡Ya van, maldita sea!-la escuché gritar desde adentro.
Eso para nada, pero para nada, es un buen comienzo. La puerta se abrió y su pequeña figura estaba metida dentro de un sexy camisón, le llegaba poquito arriba de las rodillas. Tenía el pelo todo desordenado y una cara de dormida. Sus ojos se abrieron bien.
-¡Grítame, aviéntame con lo que quieras, golpéame o ódiame pero por el amor de Dios ya no me ignores!. Me estás acabando-le dije antes de que me pudiera decir algo.
-No puedo creerlo-habló ella y volteó hacia la izquierda-¡Son las dos de la mañana Vélez, estaba durmiendo! ¿No pudiste decirme esto mañana en la universidad?.
La música comenzó a sonar y ella frunció el ceño. Yo sonrei para mi mismo. Ella clavó sus ojos en mi.
-Te traje música-le hable. Me miró frustrada.
-Aveces de verdad me parece que te esfuerzas en ser intolerable, ¿acaso lo quieres convertir en un deporte?-me preguntó-Tengo vecinos.
-No lo hice con malas intenciones-me disculpé poniendo mi mejor cara de niño bueno. Ella soltó un suspiro y me miró.
-Dile a los músicos que se vayan y entra. Así terminamos enserio con esto-me dijo y entró a su departamento.
Me di vuelta e hice mi mejor gesto de victoria, fui hasta donde estaban los muchachos, los despaché lo más rápido que pude, volvi y subí. La puerta estaba abierta. Entre y ella estaba haciendo algo en su pequeña cocina, me acerqué y me miró.
-Eres tremendo, ¿sabes?-me dijo. Sonrei levemente.
-Algo tenía que hacer para que me hablaras, ya no podía aguantar tu...soberbia.
-¿Mi soberbia? ¿Me estás llamando soberbia?-preguntó clavando su mirada en mi.
-Si cariño, eres muy, pero muy soberbia.
-Solo con la gente que lo merece y creo que tú lo mereces-dijo, se acercó a mi y me entregó un vaso de jugo. La mire y mire el vaso.
-¿No tienes algo más...fuerte?.
-¿Alcohol?.
-Podría ser-dije.
-No, yo no voy a darte alcohol-me dijo.
-Vamos, no seas miedosa, tomemos un poco... para entrar en confianza.
-Yo no quiero entrar en confianza contigo-me aseguró.
-¿Que pasó? ¿Que hice de malo para que hoy me ignores completamente?-le pregunté.
Me miró fijo, se alejó de mí y luego se agachó a buscar algo debajo de una de las mesadas. Me quedó al frente una linda vista de su trasero al estar agachada. Tragué saliva sonoramente... hace tanto, para mi gusto, que no estoy con una. Mucho menos una así, como ella.
-Si, aquí hay algo-dijo y se incorporó.
-¿Que es?.
-Vodka.
-Mmm, amo el vodka.
-Eres un asqueroso y repugnante alcohólico.
-Y con orgullo.
Negó con la cabeza y se acercó a mi para agarrar mi vaso y llenarlo con aquel espeso líquido transparente. Cuando lo llenó, la miré y lo tomé de un trago. Ella me miró bien.
-Por Dios, eres un loco-aseguró. Rei por lo bajo y volvi a llenar el vaso.
-Deberías probarlo-le dije.
-No, no. Ni loca-me dijo. Alcé el brazo hasta sus ojos y lo acerqué un poco a ella-No, no voy a tomar eso.
-Vamos vegetarianita, nada va a pasarte. Además de que esto no viene de ningún animal. No te va a venir nada mal tomar un poco.
Mordió sus labios y miró el vaso para luego mirarme a mi. Pude leer en sus ojos el debate que estaba dentro de su cabeza. Se preguntaba porque me había dejado entrar y porque estaba planteándose tomar aquello. Levantó su mano y tomó el vaso. Rei divertido al ver la expresión de su cara cuando el líquido entraba en su boca. Lo alejó y un poco de vodka se escurrió por sus labios, cerró los ojos con fuerza y respiró profundamente.
-Esto...esto es un asco-dijo cuando al fin puedo hablar.
-Claro, como si nunca hubieses tomado alcohol-dije negando con la cabeza levemente.
-Si, si tomé alcohol en mi vida pero nunca esto-me dijo-Es horrible.
-Pero no sabes lo bien que te hace-dije divertido.
Nos sentamos en el sillón frente a la televisión y ella la prendió como queriendo estar con alguien más que conmigo sola en casa. La miré y tomé un poco más de la botella para luego pasársela.
-¿Acaso quieres embriagarme?-me preguntó.
-¿Por qué no?-le pregunté. Ella tomó la botella y bebió un largo trago. Rei cuando lo alejó de ella y volvió a fruncir el ceño-Ya te está gustando, ¿verdad?.
-Es horrible-dijo y rio-Pero se vuelve...adictivo.
-Como todas las cosas que dan placer-acoté y me miró fijo. Ella apartó la mirada de mi y dirigió su vista al frente.
-¿Sabes? nunca te pregunté sobre tu color favorito-me dijo. La miré extrañado.
-¿Quieres saberlo?-le pregunté.
-Si, ¿por qué no?.
-Me gusta el rojo. Es un color lindo, fuerte...
-Apasionado-agregó ella y tomó un poco de vodka. Sonrei sin que me viera.
-¿Y tu color favorito?.
-No tengo un color favorito...me gustan todos los colores.
-Oh, eres un chica multicolor-ella rió divertida y la miré divertido.
-Que palabra más tonta.
-Demasiado diría yo-dije sin dejar de reír.
-¿Celtics o Lakers?-me preguntó. La miré como si eso fuera obvio.
-Lakers, eso no se pregunta.
-Tenía mis dudas, eres medio extraño.
-¿Enserio lo crees?-ella negó divertida y mordió sus labios.
-Mmm, ¿qué más puedo preguntarte?. Tus defectos, dime tus defectos... No, ya sé todos tus defectos. Mejor tus virtudes... No, también las sé-dijo divertida.
-Ya sé, yo digo tus defectos y virtudes y tú dices las mías-le dije.
-De acuerdo-me dijo. Asentí y la miré fijo. Era mejor que ella comenzará.
-Comenza tu-dije.
-Bueno, primero dire tus defectos. Eres impulsivo, cínico, irrespetuoso algunas veces, mujeriego, egocéntrico, narcisista, vicioso, ninfómano-dijo todo de corrido y sin respirar. La miré realmente divertido.
-Ahora yo-dije calmando mi risa-Tú eres soberbia, testaruda, terca, mal pensada, irracional y muy, muy vengadora.
-¿Yo soy mal pensada?-preguntó sin poder creerlo.
-Muy mal pensada-dije divertido-Ahora di mis virtudes-se quedó callada mirándome fijo. Tal vez no quería decirlas.
-No tienes muchas virtudes...bueno, si tienes varias virtudes-dijo bajando la mirada.
-Anda, dímelas-le dije queriendo escuchar aquello.
-Tú...tú eres sincero, directo, apasionado, tierno, divertido, inteligente...y eres un chico bastante guapo-dijo despacio y sin mirarme.
-¿Bastante guapo?, yo diría completamente guapo-le dije. Ella rió por lo bajo-Ahora me toca a mi. Resumiendo, tú eres un amor y te podría comer a mordiscos pero si de verdad quieres saberlo eres...hermosa, dulce, inteligente, muy inteligente, centrada, con convicciones inamovibles, simpática, divertida. Pero sabré todo, eres la cosa más sexy que yo haya visto jamás.
-Me faltó decir que eres muuuy versero-agregó.
-Y tú muy desconfiada-le dije.
-Y tú muy tonto.
-Y tú muy loca.
-¿Quieres pelear?.
-Inténtalo-la desafíe.
-Tú inténtalo-me dijo mirándome fijamente.
-No, yo te reté primero.
-¿Me tienes miedo?... Cobarde.
-La cobarde eres tú, tú eres la que siempre está huyendo de mi-negó con la cabeza-Si, no te hagas la tonta. Sabes de qué habló.
-Yo huyó de tu intento de abuso.
-¿Yo quiero abusar de ti?.
-Si, si quieres-me dijo.
-Si, sí quiero, ¿y que?-pregunté mirándola fijo.
-Ya basta-dijo-Creo que si seguimos así vamos a terminar por agarrarnos a golpes.
-¿Para luego reconciliarnos?. Yo creo que no tendría ningún problema.
-Christopher...-dijo con tono de advertencia.
-¿Que?. Es la verdad cariño, como tú misma dijiste, soy muy directo.
-Creo que tuve que ponerlo como defecto, no como virtud.
-Te encanta que yo sea así, admítelo.
Seguimos hablando mientras tomábamos vodka como si fuera agua. Siempre se podía haber con ella de lo que fuera porque es una mujer inteligente la cual tiene criterio y decisión, hasta comenzamos a hablar de futbol. Tomé la botella y volvi a tomar un largo trago, ya no quemaba como al principio y podría decirse que el alcohol en sangre que yo tenía ya era el de un ebrio. ______ no dejaba de reír, hasta cuando estábamos callados reía. Me quitó la botella de la mano.
-Dame eso acá-dijo y bebió haciendo que otra vez se le derramará por los labios. Rió divertida y se limpió la boca-Tengo un secreto para contarte-habló en voz más baja como si alguien pudiera escucharla. Me acerqué un poco más a ella-Pero no se lo digas a nadie.
-Te lo prometo-le dije y tomé un poco más.
-¿Me lo juras?.
-Te lo juro cariño-levanté mi mano en forma de juramento.
-Es sobre Erick-susurró y rió por lo bajo.
-¿Erick?.
-Si-dijo asintiendo.
-¿Que pasa con Erick?-le pregunté.
-No era nada bueno en la cama.

My Little Obsession >Christopher Vélez y tú< (TERMINADA)Where stories live. Discover now