El Mismo Corazón... (Simbar)

Capítulo 16

—¿Qué es lo que quiere? -pregunta enojada, después de un silencio dice: —no, Ambar está bien aquí, ademas yo tengo su custodia. -otro largo silencio. —deje de insistir con lo mismo. No quiero que vuelva a acercarse a ella, se va arrepentir, esta advertida. -Cuelga.

—miss Benson ¿se encuentra bien? -la voz de Rey llena el lugar. —hay una mujer merodeando la mansión quiero que estés al pendiente de que no se acerque y menos a Ambar.

—¿Quién es esa mujer? -pregunta él. —una estafadora. -responde ella dudosa.

—que tiene que ver Ambar, con una estafadora.

—te pago para que cumplas ordenes, no para que las cuestiones. -escucho pasos acercándose, entonces subo rápido a mi habitación, cierro la puerta y me quedo ahí unos segundos.

ahora como voy a saber quién era la tal Sylvana ¿sería ella quien llamo? Todo en esta casa es muy confuso.

—¿hablando sola? -doy un pequeño salto, me doy media vuelta y veo a Simón sentado con su celular en la mano.

—¿Qué haces acá? -pregunto enojada. —quería hablar contigo.

—ándate de aquí, si no quieres que llame a mi madrina y te prohíba entrar a la mansión.

—no tienes que hacer eso.

—entonces vete. -niega con la cabeza. —es enserio Simón, no me metas en problemas.

—no era que no querías que nadie escuchara tu canción. -dice de pronto. —yo nunca dije tal cosa.

—no con esas palabras, pero fue lo que me diste a entender.

—pues entendiste mal Simón. -rueda los ojos (nunca lo había visto haciéndolo, está aprendiendo de la mejor) —te convenció de cantar en el open.

—no te interesa lo que haga Simón, y enserio, vete ya.

—estas muy nerviosa ¿Qué pasa? -de verdad nunca había visto este lado de Simón. —Ambar respóndeme. -se levanta y camina hacia mí.

—no deberías estar aquí. -respondo y él sigue caminando. —en quien te inspíraste cuando la estabas componiendo.

—en nadie Simón, por favor vete.

—aun no Ambar. -el espacio entre los dos es tan reducido que puedo sentir su respiración chocar en mis labios, pone sus brazos en la puerta para acorralarme contra la pared. —entonces que estas esperando. -mis palabras suenan como un susurro.

—¿Qué sentiste cuando te bese? - su pregunta me deja inmóvil, tenerlo tan cerca me está empezando afectar. me fijo en sus ojos estos tienes un brillo increíble, humedece sus labios cuando nota que no dejo de verlo baja su mano derecha a la mia y las entrelaza.

—no me vas a responder. -susurra. —no sentí nada Simón, ahora ¿te puedes ir?

—estás segura de que quieres que me vaya. -Dios, pero que paso con el Simón sensato que conozco. —Ambar... -se acerca más y entonces siento el roce de sus labios con los míos, estamos a punto de besarnos, pero entonces tocan la puerta, doy un salto del susto y le golpeo la nariz con la cabeza.

—auch -se queja, le cubro la boca con las manos.

—¿Quién es? -pregunto. —soy yo, Luna. -él se tensa de inmediato.