Capítulo 32

277 13 2
                                    

8 meses después.

Esmeralda:

 Habían pasado exactamente, 11 meses desde qué Axel quedó en coma "temporal". Sí se preguntan si lo desenchufé o no, la respuesta es no, un rotundo no. No estoy preparada para hacer eso, aunque, los doctores, me han dicho que me estoy haciendo daño, y que esto acabará mal para mí. Tal vez tengan razón, pero no me hago la idea de él muerto.

 He conocido más a fondo a Jaz y a David, son dos personas sumamente increíbles. David me ha dado mí tiempo, y ha esperado mucho por mí, tenemos una "casi relación" y digo casi, porqué no estoy segura de amarlo, o de querer formar una verdadera relación con él, no mientras tenga en el corazón a Axel. Es difícil aceptar una equivocación, y sé, muy en el fondo que estoy equivocada, lo sé, pero me hago la tonta. No quiero que David dé todo de sí, y yo no. Pero sin darme cuenta, eso ha pasado. Él me ofrece amor, una familia, y yo no puedo ofrecerle nada, ni darle algo a cambio.

 Nunca quise ilusionar a David, pero lo hice, y además ilusioné a una pequeña niña que era inocente en todo esto.

 En este momento estoy tomando la decisión más difícil de mí vida, y esa es dejar ir a Axel o no hacerlo. Es difícil, es muy difícil, siento un terrible vacío junto a mí, siento dolor. No sé qué hacer, no sé que será lo mejor para mí, para Axel, David o la pequeña Jaz. Ellos han sido mí apoyo y mí familia, me han ayudado en el tema de Axel y lo valoro mucho, por eso, no quiero decepcionarlos, no quiero que eso ocurra. Aquí sentada en un sofá frente a Axel, inconsciente en la camilla, veo toda mí vida pasar frente a mis ojos.

 Veo a la niña dulce pequeña e inocente que vivía en el campo sin ningún tipo de problema, la niña que se mudó a la ciudad para tener un mejor futuro, para conocer personas nuevas, veo a esa niña que era feliz, pero después, un poco más adelante, veo a una mujer, una mujer demacrada porqué de ella depende el futuro de "su novio", aunque ella no está tan segura de sí él lo es, o si su novio es David. Veo a una Esmeralda hecha mujer debatir contra su corazón y mente. Veo a una mujer asustada, que no sabe qué hacer. Mí corazón late con tanta fuerza que me asusta, Axel está frente a mí más pálido que nunca con el cabello un poco más claro, y los labios morados. Me asusta todo lo que está pasando. Me asusta hacer lo incorrecto, pero también me asusta hacer lo correcto y no sentirme bien. 

 La puerta se abre y en ella entra Jazmín, acercándose a mí. Limpia mis lágrimas, que apenas me doy cuenta que están saliendo de mis ojos. Trato de sonreírle pero más bien mis labios se curvan en una mueca.

—No llores —susurra.

—Lo siento cariño.

—En cualquier cosa que hagas yo te apoyaré Esmeralda —me sonríe —Te apoyaré en todo, si decides desconectarlo o dejarlo así para siempre, incluso si decides irte con él —sollocé —Solo quiero lo mejor para ti —me sonrió con los ojos cristalizados.

—Oh cariño, Dios esto es tan difícil, ven aquí —la abracé —Te diré algo, solo a ti, y espero que te sirva en algún futuro —asintió —Cuando seas grande, quiero que me recuerdes como la Esmeralda alegre que conociste en algún momento, quiero que me recuerdes siempre con una sonrisa en la cara. Disfruta tu vida, y nunca nunca pienses que la vida es fea, siempre sonríe. Y si te toca llorar, llora. Si te toca sufrir, sufre, pero nunca pienses que la vida es algo feo. Enamorate llora, sé bondadosa, responsable, y has siempre feliz a tu papi. Eres una niña increíble bebé, tal vez no entiendas mucho ahora, pero cuando seas más grande entenderás todo, tendrás nuevas maestras de baile, y serás la mejor princesa, te lo aseguro. Te amo Jaz —besé su nariz.

—También te amo Esme.

 Le tendí una carta, una que había escrito hace unos días. Estaba confundida, es verdad, y aunque no estaba segura de lo que iba a hacer, tenía por seguro muy dentro de mí que era lo mejor. Yo estaba enamorada de Alex, y le prometí estar con él para siempre, no sé si sea lo mejor o no, pero me siento bien haciendo esto. No voy a dejar que todos dejen de vivir su vida, por entenderme o ayudarme. Haría lo que creía lo mejor.

—Dáselo a papá, cuenta hasta veinte y dásela, ¿y me podrías hacer un favor? —asintió —Dile que lo amo, y que entienda mí decisión.

—Se lo diré Esmeralda.

—Te amo mucho pequeña Jaz. Ahora sal de aquí y ve con tu padre, consuelalo por mí ¿sí? —asintió —Nunca dejes de creer en ti princesa. Eres casi como mí hija, espero que me recuerdes como una madre bebé. Nos volveremos a ver, te lo aseguro.

—No es un adiós Esmeralda —ella sabía lo que yo quería decir. Es muy inteligente —Nos volveremos a ver, tal vez aquí, o en otra vida. Te amo —me dio un último abrazo y con los ojos cristalizados salió del cuarto.

 Tomé la mano de Axel, y luego, saqué las pastillas que tenía en la cama. Es lo mejor para mí, estaré con Axel en un lugar mejor, con mí amor, estaré con el hombre que más amo en la vida.

 Sonreí con lágrimas en los ojos, metí la pastilla a mí boca y suspiré, Dios es difícil. Tomé un poco de agua, y tragué la pastilla. Con mis manos temblando, desconecté a Axel, y comenzó a sonar un pitido avisándome que él ya se había ido. Sonreí inconscientemente, le di un último beso en los labios.

 Lo último que escuché fueron los gritos de David pidiéndome que volviera. Quería hablar, y decirle que era lo mejor, que amaba a Alex y estaría feliz con él. Pero era muy tarde.

 Ya yo tenía los ojos cerrados, y por fin, estaba descansando en paz, junto con el amor de mí vida, Axel. Le prometí nunca dejarlo solo, y no lo hice ni lo haré. Aquí estamos los dos, amándonos en la muerte.

Más Allá Del CieloTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang