Capítulo 13

324 14 0
                                    

4 mes de Ethan.

 Otro mes en el que estoy con las personas que quiero, otro mes en el que puedo disfrutar de Et y de Dani, otro mes en el que puedo sonreír, otro mes sin mamá, otro mes en el que a Et le falta poco para irse. Otro mes en el que puedo decir que soy feliz. En fin. Otro mes más de vida.

 Dani y yo hemos disfrutado al máximo a Et estos cuatro meses. El doctor dijo que el cáncer se seguía expandiendo, y, que no le daba mas de cinco o seis meses. Aproveché que estábamos en el hospital y me hice una revisión, el doctor me dijo que debía cuidarme más, y hacer los tratamientos, ya que estaba a tiempo para curarme y, que el cáncer no se expandiera por todo mi cuerpo. Dani me dijo que ella me iba a ayudar en todo, y lo agradecí. Yo no quería hacerme ningún tratamiento, ni tomar medicinas. Pero entonces pensé en Ethan, él me dijo que si le dijeran que podría vivir, pero solo tomando medicamentos y haciéndose tratamientos, lo aceptaría sin dudar.

 Dijo que él no iba a tener la oportunidad de conocer lo hermosa que es la vida, de viajar por todo el mundo, de enamorarse. Y por ultimo dijo que lo que él no podía vivir, lo viviera yo por él. Todavía me sorprende lo  maduro que es.

 En este momento Et y yo estamos esperando a que Dani se vista para desayunar e ir un rato al parque. Dijo que en quince minutos estaría lista, pero ha pasado como una hora, y no baja.

—¡Daniela, dijiste que tardarías solo un poco! —grité. Ella baja corriendo las escaleras y, en el camino saltaba en un solo pie tratando de ponerse el tacón.

—Ustedes los chicos no saben cuanto se puede tardar una mujer en arreglarse —bufó. Se sentó en la mesa y, comenzamos a comer.

—Y ustedes las chicas no saben que arregladas o no, son hermosas —dijo Et, haciendo que Dani y yo lo miraramos con ternura.

—Eres tan bello, bebé. Te amo —Dani le dió un tierno beso en la mejilla.

—Deja Dani. Estoy grande para que me des besos —se quejó.

—Siempre te daré besos, no importa la edad que tengas.

—Estoy grande Daniela —susurró otra vez. Esta vez yo le di un beso —Que asco Axel. Eres chico —se limpió la mejilla.

—Calla bobo.

 Terminamos de desayunar entre bromas y risas, y luego de reposar lo que comimos, nos dirigimos al parque.

 Dani Et y, yo nos sentamos en un banco en silencio, hasta que decidí hablar.

—Me gusta estar aquí. Me gusta escuchar a los niños gritar, me gusta ver a los perros corriendo por todas partes.

—A mi me gusta estar con ustedes dos —susurró Dani. Ya que ella estaba en el medio de los dos, nos abrazo a ambos por los hombres, y nos atrajo hacia ella. Y otra vez esa estúpida corriente pasó por todo mi cuerpo. No sé que me pasa.

—Me encantaría parar el tiempo y, quedarme así para siempre —susurró Et cerrando los ojos.

—Me encantaría que la vida fuera mas larga para poder disfrutarla mas. Pero es tan corta, y, aveces tan injusta que... Aveces no logramos vivirla como deberíamos hacerlo —hice una breve pausa —Por eso es que, tienes que hacer todo lo que quieras, claro que con responsabilidad, pero, si quieres lanzarte de un avión, lánzate. Quieres viajar, viaja. Quieres cambiar, cambia. Hazlo, arriésgate. No hay nada imposible en en esta vida, y si hay algo imposible, es tu deber hacerlo posible.

—Es lo que quiero que ustedes hagan cuando yo me vaya —susurró Et con los ojos llorosos —El que se va a ir soy yo, no ustedes. Vivan su vida loca, y responsablemente. La vida es para vivirla al cien. El tiempo es muy corto, por eso, disfruten el día día porque esta vida es muy corta. Lo único seguro es la muerte, yo ya no puedo hacer nada, sé que falta poco, pero ustedes, sobre todo tú Axel, luchen contra ello, pásenle por encima. Sean felices y disfruten.

—Todavía me sorprende lo maduro que eres.

—Los amo —rompió en llanto y no pude más. Nos fundimos en un abrazo lleno de sentimiento y dolor.

 Después de nuestro emotivo momento, nos calmamos y empezamos a caminar por todo el parque. Jugamos con algunos perros de la calle que andaban por ahí, nunca me dieron asco, siento que son como humanos, cuando los dejan abandonados, solos, sucios, con hambre, me pregunto porque la gente si sabe que no puede cuidar de un perro para que tenerlo, ¿para después dejarlo solo y triste en la calle?, esto es tan loco. 

 En fin, hablamos de muchas cosas y dejamos de lado el tema que nos hace llorar, y así fue mejor.

 Llegó un momento en el que Dani y yo estábamos cansados, pero Et no, así que le dimos un rato para que caminara, y pensara solo, pero que no se fuera de nuestra vista.

 Dani y yo nos entretuvimos con un perro, hasta que escuchamos un grito por parte de Et, y el chirrido de un coche frenando. Me paré rápidamente y en ese momento quise morirme, Et estaba en el piso y de su cabeza brotaba sangre, el conductor paso por el lado de él y se fué. 

 Daniela y yo nos paramos corriendo y ella empezó a gritar como loca, llamé rápidamente a una ambulancia, mientras rezaba para que le pasara nada malo a mi campeón.

 Llegó la ambulancia y como Daniela estaba gritando, no nos dejaron ir en la ambulancia con el así que llame a un taxi. Dani no dejaba de llorar, y no sabia como calmarla.

—Daniela escúchame pequeña, por favor escúchame —le pedí en un susurro agarrando su cara con mis dos manos, y haciendo que me viera —Tranquila cariño, debes de ser fuerte, no le va a pasar nada, solo deja de llorar. Sé fuerte, cariño.

 Llegamos al hospital, le pagué rápidamente al conductor, y salimos corriendo dentro del hospital, empecé a gritar por el nombre de él, hasta que un señor de unos 30 años, me pidió que bajara un poco la voz.

—¿Son familiares de Ethan? —preguntó. Asentimos rápidamente.

—Lamento decirles esto... Pero, esta muy grave, al parecer pegó la cara con alguna roca o con el mismo piso, y tiene un derrame. Haremos todo lo posible para salvarlo, pero no lo creemos tan posible. Por ahora pueden sentarse y esperar, solo durara unas tres horas.

—No quiero esperar, quiero a mi hermana, Axel —la atraje hacia mi, y lloró en mi pecho, estábamos asustados.

 Pasaron más de tres horas hasta que el mismo doctor salió.

—Por favor, dígame que todo esta bien, todo salió bien, ¿verdad? —preguntó Dani con la voz rota y rasposa.

—Lamento decirle esto pero... El niño Ethan acaba de fallecer por un derrame en el cráneo, pudo hablar en unos segundo antes de morir y solo dijo: "Daniela, Axel, "vivan su vida loca", sonrió y, dejó de respirar. Lo siento mucho —se fue rápidamente y me hizo un señal de que lo siguiera, pero primero necesito consolar a Daniela, y a mi mismo.

—No —susurró perdida —¡No, Ethan, Ethan bebé, no! —gritó. Agarré su cara firmemente y limpié mis lágrimas.

 —Preciosa, se fue —pude ver en sus ojos un destello de confusión, dolor, tristeza, pero sobre todo culpa. Sé lo que está pensando, pero no es así, no tenemos la culpa —Bonita no... —me abrazó fuertemente y lloró en mi pecho, y yo la acompañé en su llanto. Mi pequeño campeón, Dios, era tan solo un niño, no merecía morir así.

 ¿Por qué la vida es injusta con las personas buenas, y con las malas no?. ¿Por qué tiene que ser así?. ¿Por qué se tuvo que ir?. ¿Por qué la vida se empeña en verme destrozado?. Tantos porqués y ninguna estúpida respuesta.



Más Allá Del CieloWhere stories live. Discover now