Capítulo 25

227 11 0
                                    

—No entiendo. ¿Qué quieres decir?. ¿Qué de un día para otro te diste cuenta qué estás perdidamente enamorado de Esmeralda?. Eso es algo ilógico Axel —rodé los ojos.

—No Daniela, eso ya lo sabía desde hace mucho, solo qué estaba confundido contigo. Siento un gran cariño por ti, de verdad, pero no estoy enamorado.

—No digas cosas qué no son verdad, Axel —tomó un sorbo de su jugo.

—Quiero hablar tranquilamente de este tema contigo, no me la hagas difícil —dije sobando mis sienes.

—¿Yo te la hago difícil? —bufó —Tú eres el qué hace todo difícil, deja de ilusionarme Axel.

—Por Dios, ¡Deja de intentar manipularme Daniela! —ella iba a hablar, pero la interrumpí —¡Deja de crearte falsas esperanzas conmigo, entiende qué no, no te quiero, no es difícil entenderlo. Métete en tu pequeña cabeza qué no te quiero Daniela, en su momento te amé, pero ya no. Esmeralda, la amo, y quiero qué por favor dejes de hacerme infeliz! —bajé la cabeza, y el tono de mí voz —¿Por qué no me dejas ser feliz, Daniela?. ¿Por qué no te dejas ser feliz a ti misma?.

 Agachó la cabeza y con una pequeña lagrima rodando por su mejilla; susurró —Tú eres mí felicidad Axel. 

—Dani—me acerqué a ella, quité la lagrima y acaricié su mejilla —Perdón por hacerte sufrir, pero... Yo no soy tu felicidad Daniela, tú no me amas, tienes una obsesión, eso es todo. No me amas Daniela. Deja de pensar en mí y piensa más en ti. Valorate, cuídate, quiérete, amate. Pero tú misma cariño. Has las cosas por ti, no por mí. Yo no soy nadie —sus ojos se oscurecieron, y se separó brucamente de mí.

—¡Claro qué te quiero, no estoy confundida ni obsesionada, eres el amor de mí vida Axel, y yo soy el tuyo! —para este momento miles de lagrimas salían de sus ojos —Sí me quieres... Solo, solo estás confundido amor, solo necesitas estar más tiempo conmigo para... Para darte cuenta de qué yo soy para ti y tú par... —la abracé mientras dejaba qué ella llorara. Ella necesita ayuda.

—Cariño, escúchame, vamos a hacer algo. Seamos amigos, muy buenos amigos.

—Yo no...

—Por favor, solo amigos.

—Axel...

—Necesitas ayuda, te llevaré con un psicologo para qué te ayude, para qué estés sana y bien.

—Yo no necesito eso Axel.

—Sí, sí lo necesitas, confía en mí. Yo te voy a ayudar, y a cuidar. Pero para qué todo mejore, la principal qué puede ayudarse, eres tu misma. ¿Y sabes cómo puedes hacerlo? —negó —Aceptando qué sí estás mal, y qué necesitas ayuda. Debes aceptarlo, cariño.

—Lo sé, solo... No quiero qué te separes de mí, Axel... —sollozó.

—No lo haré, te ayudaré. Pero... Solo te pido qué por favor, no te metas en mí relación con Esmeralda, es eso lo único que te pido —se tensó.

—¿Tienen una relación? —suspiré.

—No debería de importarte eso. Lo único qué te pido es qué no te metas. Tú y yo solo somos y seremos amigos, ¿eso te queda claro?.

—Sí, amigos —me dio un beso en la mejilla y sonreí.

—Me tengo qué ir...

—No, no, no no. ¿Por qué?. ¿No te gusta pasar tiempo conmigo?.

—No no, no es eso. Solo qué... necesito hablar con Esmeralda.

—Te importa más ella —bajó la mirada.

Más Allá Del CieloWhere stories live. Discover now