¡¿RON MALFOY?!

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La aldea comenzaba a tornarse fría, pues el sol ya estaba descendiendo a una velocidad impresionante. La luna adornaba el oscuro manto nocturno, y para entonces Draco y el cacique de Gryffindor ya habían regresado a la pintoresca, y aún así, imponente aldea, preparados para decirle a Lucius que el matrimonio se llevaría a cabo al fin del momento.

La carpa se encontraba vacía... No había nadie. Nadie. A Draco y Harry no podía inquietarles menos, querían llevar a cabo el compromiso lo mas pronto posible, se sentían ansiosos por ello.

- ¿en donde está mi padre...? - preguntó Draco al vacío de la carpa, para luego salir de allí, acompañado de Harry.

- tal vez haya ido a cazar... - opinó Harry.

- no, no creo... Odia asesinar animales... - advirtió Draco mientras miraba para todos lados, buscando a su progenitor.

- y aun así come sus carnes... - burló Harry sin malas intenciones.

- calla Potter... - se indignó el rubio, y aún así no dejó de buscar con la mirada a su padre, encontrándose con la vacía respuesta de la nada de la noche.

- esta bien, esta bien... - rió el novio vestido de pieles pelirrojas- solo no te enojes...¿Si? Era una pequeña broma... ¿Draco? - le llamó, pues este parecía hipnotizado por algo a lo lejos- ¿estás bien? - preguntó, tocando el hombro del rubio, este solo le señaló en dirección a la colina de la cual habían descendido hacia una media hora- ¿que pasa con... Eso? - la voz de Harry se cortó de forma pausada. En la cima de la natural colina, poblada de altos y verdes pastizales, se encontraban dos personas, besándose con amor, en un abrazo lleno de afecto, contrastando sus suaves figuras con la enorme y plateada luna llena. Ambas personas podían reconocerse como Ron Weasley y Lucius Malfoy.

- ¿pa... pá? - se sintió desvanecer Draco.

- ¿RON...? - susurró sin aliento el Gryffindor.

- por favor... No me digas que tendré de padrastro a un pelirrojo de mi misma edad... - rogó Draco en shock.

- ¡¿QUE-QU-QUE?! - bramó Harry sorprendido al escuchar a su prometido.

- Esa colina conlleva a ser el lugar más sagrado de todo nuestro terreno... Allí se llevan a cabo las confesiones más sinceras... Mi padre... Escogió a tu compañero... Como pareja eterna... - recitó Draco con la mandíbula por el suelo.

- ¡¿QUÉ?! - bramó Harry colérico.

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- ¿ estás seguro de querer estar conmigo...? ¿Estar con quien te lleva 10 años...? - preguntó Lucius, mimando y acariciando con dulzura la desnuda espalda del pelirrojo que apoyaba con amor su cabeza sobre su pecho.

- no me importa tu edad... - ronroneó Ron, mientras pasaba con delicadeza sus dedos finos por la amplia espalda del rubio.

- ¿sabes siquiera que dirán en tu tribu...? - se preocupó el mayor mientras sentía como el pelirrojo rozaba accidentalmente su entrada con su miembro, provocando un gruñido ronco de su parte.

- no me importa, si allí no me aceptan me quedaré aquí... - sentenció Ron, deslizando su mano por el vientre del mayor, probocandole a este un escalofrío y otro gruñido, a consecuencia de contener el gemido.

- ¿tan empeñado estás en estar conmigo...? - gimió al sentir como el pelirrojo le lamía el cuello con algo de pudor- ¿te alejarías de tu familia...? - contuvo la respiración para evitar que le brotara un gemido al sentir otro roce de parte del pelirrojo.

- se~ah... - jadeo en su oído, mientras sentía como el rubio le cogía del cabello, dando un leve tirón por la excitación- solo por tener tu amor conmigo... - ronroneó, pues a pesar de su pudor sus manos parecían conocer como realizar el trabajo sobre el corpulento y bien tratado cuerpo.

- prometo hacer lo imposible por que te acepten... - gruñó Lucius al sentir como el pelirrojo le tomaba la delantera.

- por ello me enamoro de ti... - susurró amoroso el menor, mientras abrazaba al mayor por sobre los hombros- a cada segundo-sonrió con los ojos cristalinos.

- gracias... - susurró cariñoso, abrazando la esbelta cintura del menor,hundiendo su cara en el hueso que había entre el hombro y el cuello de su prometido pelirrojo.

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- ¿es costumbre hacerlo antes del compromiso? - preguntó susurrante Harry. Tímido e inexperto, acariciaba en la oscuridad de la carpa las finas curvas del rubio que se entregaba ante él con cierto deje de pudor, y timidez.

- es normal para nosotros... - susurró Draco, acariciando la mejilla fría de Harry. Con cuidado y dulzura, en esa carpa ni podían verse de lo oscuro que estaba.

- esta bien... - se inclinó inquieto, buscando los labios del menor, con paciencia y dulzura.

Encontrados y mojados, ambos jóvenes se removían entre caricias y besos tímidos, que a pesar de la excitación y calentura no pasaban más de unos leves pellizcos sin malas intenciones. Cariñosos y dulces aceptaban como sus sentimientos se alineaban con facilidad, sin pensar que en las colina de los cerezos, un rubio y un rojo fuego mezclaban la misma situación con diversión y amor.

Ambos clanes se unían por dos parejas distintas. Alentada la diferencia con pasión y amor, avanza sin pudor ante el frío mundo.

Harry Potter: Casi un corcel indomable. (ABANDONADA)Onde histórias criam vida. Descubra agora