Capítulo XIV

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Solo yo he despertado hasta ahora. He intentado volver a quedarme dormida pero no puedo, ese sueño me ha llevado a las nubes y aun estoy allí. No quiero dormir porque tengo miedo de que cuando despierte Alex ya no este a mi lado y yo este en la casa de los idiotas o en algún lugar peor. Así que decido que lo mejor es despertar a Alex.

Alex es de las personas que tiene el sueño muy pesado. Me he dado cuenta de las veces que hemos dormido juntos. A veces ni siquiera un codazo es suficiente para despertarlo. Así que me pongo encima de él, ya que esta durmiendo de cara al techo, y le empiezo a susurrar al oído:

-Alex- digo- Alejandro, es hora de despertar pequeño idiota- con todo el cariño del mundo le digo de esa forma.

Ni se inmuta al escuchar su nombre, o mi voz o lo que sea. Ni siquiera parece preocuparle el hecho de que estoy encima de él y tampoco es que sea gorda o algo por el estilo, pero no soy una top model que pesa 40 kilos con la ropa mojada. 

-Alejandro Guzmán, ¿no crees que es hora de despertar?- le digo ya con mi voz normal.

Nada. 

-Alex- le digo y al ver que no pasa nada le doy un beso en los labios.

Parece como si fuera a despertarse porque se mueve un poco, pero en seguida vuelve a su estado de sueño profundo. 

Cuando estoy a punto de darme por vencida, veo que esboza una pequeña sonrisa que reprime en seguida. "Se esta haciendo el dormido"- pienso en seguida. Intento idear un plan para jugarle una broma y sorprenderlo mientras se hace el dormido. Y ya se que es lo que puede ser.

-Este niño tiene el sueño más profundo que he visto- digo en voz alta, como si fuera en verdad para mí, pero lo hago a proposito para él pueda escucharme.

Es muy buen actor, porque de verdad pareciera que estuviera dormido. Si no fuera por el error que cometió antes, no habría sabido que estaba solo haciendose el dormido.

-Bueno- digo y me bajo de encima de él- voy a aprovechar el que este dormido y me voy a cambiar ropa, no creo que se despierte.

Me doy la vuelta y me pongo justo donde hay un espejo. Si Alex quisiera verme, tendría que moverse un poco hacia adelante para ver el espejo, que me reflejaría a mí. Pero también lo reflejaría a él mirandome, así que lo atraparía en el acto.

Comienzo a hacer ademán de que voy a sacarme la polera del pijama mientras veo el espejo. Alex instantaneamente a abierto los ojos y se corre para adelante para tener un mejor ángulo con respecto al espejo. 

Estoy por darme la vuelta y decirle que lo atrape cuando siento un golpe seco en la habitación. Como si algo se hubiera caído de alguna parte. Me doy vuelta y el que se ha caído es Alex. Se ha golpeado en el brazo porque da vueltas en el suelo mientras se agarra el brazo y chilla un poco. 

Cuando a la vista compruebo que no se ha hecho ningún daño, comienzo a reírme. Pero no una pequeña risita, sino más bien una carcajada. Me rio a carcajadas. Algo que no suele pasarme a menudo. Me siento en el suelo mientras me rio cada vez más fuerte y él se sienta también, aun quejandose del dolor en el brazo. 

-Si claro- dice- a ti te da risa porque es a mí al que le duele esto.

No puedo parar de reír. Pero logro calmarme un poco para lograr decir:

-¡Es tú culpa por querer verme sin polera!

-¡Es tú culpa por provocarme!

-Se supone que estabas dormido ¿no?

Se calla y no rebate ese argumento. En cambio, se para y se sienta a mi lado, agarrandome con sus manos mi cara y me besa muy apasionadamente.

-Soy hombre- dice después de un momento y al separarnos- si escucho aunque inconscientemente "sin polera" o "cambio de ropa" despierto de inmediato.

Alicia & AlejandroWhere stories live. Discover now