Capítulo VI

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Aún estoy sonriendo cuando cierro la puerta detrás de mí. Alex parece ser un chico muy gracioso y sus intentos por hacerme sentir cómoda eran agradables. Aunque también me pareció molesta su constante sonrisa que no desaparecía por nada del mundo. Creo que aunque hubieran atropellado a un perro en frente de él, su sonrisa hubiera permanecido en su cara. ¿Cómo alguien puede ser tan feliz en esta vida? Creo que es eso lo que más me molestó sobre él. Su inminente felicidad. Seguramente nunca ha tenido una desgracia en su vida y por eso es feliz. Quizá siempre ha tenido comida en su mesa y una familia que lo quiere y un hermano que lo admira. Con esa familia ¿Quién no sería feliz?

Después de esa serie de pensamientos, dejo de sonreír. No soy una persona alegre como para que una sonrisa adorne mi cara. He sufrido mucho para darme cuenta que la felicidad no sirve de gran cosa, solo para saber quién ha sufrido en esta vida.

Me dispongo a subir las escaleras y encerrarme en mi habitación, es lo mejor que puedo hacer. No estoy de humor para soportar a nadie en estos momentos. Pero al parecer la idiota tiene el mismo estado de ánimo que el mío, pero ella intenta arreglarlo molestándome.

-Alicia- me llama y aunque estoy en mitad de la escalera, doy media vuelta, pero no bajo hasta donde ella está- ¿Qué hacías con Alejandro Guzmán?

-¿Por qué debería responder a tu pregunta?

-No me hables en ese tono, señorita- Su cara se transforma con la rabia que está aflorando en su interior- Recuerda que tú estás de allegada en esta casa.

-¿Y qué puedes hacer? ¿Echarme?- Estoy muy cansada y no tengo ganas de contenerme, tengo ganas de ser yo misma desde que llegue aquí- ¡He estado en 20 casas de acogidas en al menos tres estados!- le grito- Me han echado en la mitad de ellos y ¿te crees tan especial como para que me importe que me echen de la tuya? ¡Por favor, sácame de aquí!- y agrego mientras me doy vuelta para seguir subiendo la escalera- Me harías un favor.

-¿Es eso lo que quieres?- me pregunta haciendo que me detenga- Pero quiero que tengas esto en cuenta- sube las escaleras poniéndose a mi altura- Cada cosa que hagas no solo repercutirá hacia ti, también a Lucía, ¿Quieres que esa pequeña y tierna niña pase por los horrores que tú has pasado? ¿Crees que resistiría? No es tan fuerte como lo eres tú, así que a menos que quieras arruinarle la vida a tu hermana, será mejor que pienses en lo que haces- me quedo callada, ha dado justo en mi mayor debilidad. Soy protectora por naturaleza, siempre he sido así y la forma en la que me ha amenazado da en donde más duele en estos momentos. Lucy.- Puede que no sea la mejor familia de acogida, pero tienes que reconocer que es mucho mejor que otras.

Baja las escaleras y yo me quedo en donde estoy. Me ha ganado, me ha derrotado y me siento así. Estoy furiosa. Quiero saltar de donde estoy para caer encima de ella y golpearla hasta que salga sangre de mis nudillos, pero no puedo hacerlo. Lucy sería la más perjudicada. La idiota tiene razón, no será la mejor casa de acogida, pero al menos no la golpean o insultan. Sola le restringen algunas cosas.

Cuando la idiota llega al pie de la escalera da vuelta y me mira con esos ojos de serpiente que la caracterizan.

-No quiero verte con Alejandro ni con ningún Guzmán- me dice- o ya sabes lo que pasará.

Me doy media vuelta, subo al tercer piso en donde están las habitaciones y me encierro en la mía.

No puedo creer lo que me acaba de pasar. La idiota ha detectado mi mayor debilidad y la ha retorcido para que sus propósitos de mantenernos a Lucy y a mí a raya sean mucho más fáciles para ella. Nunca pensé que proteger a una niña que me causa tanta ternura se volviera en mi contra, pero no me arrepiento de nada. Ya no puedo cambiar nada de lo que ha pasado y tengo dos opciones o dejar a la niña a su suerte o protegerla. Y mi respuesta es bastante clara en mi cabeza. Ni siquiera tengo que analizarla. La protegería con mi vida. Protegeré su inocencia aunque sufra por ello. Cuidar de ella ahora es mi nuevo objetivo. Y planeo cumplir aunque eso signifique hacer caso de todo lo que me digan los idiotas.

Alicia & AlejandroWhere stories live. Discover now