DIRTY | MIN YOON GI.

017.

Solté un suspiro inevitablemente cuando el portón de entrada a la residencia se cerró justo detrás del auto de Min Yoongi, dejando totalmente el lugar.

Sin quererlo, me sentía vacía; todo lo ocurrido en apenas una semana se repetía en mi cabeza una y otra vez sabiendo que no volvería a vivir algo como aquello.

Otro suspiro. Me apoyé contra el soporte de mi ventana paseando la vista por el jardín y el brillante día que había hoy... todo se había vuelto extrañamente tan silencioso.

Al menos, lo suficiente para poder escuchar una fogosa conversación entre mis padres en la habitación contigua.

Fruncí el ceño e intenté concentrarme en lo que mi mamá decía con tanta insistencia, pero no lo logré.

Me alejé del marco de la ventana y miré hacia la puerta cerrada de mi habitación, dudando entre si acercarme más o no. Pero sólo bastaron un par de segundos antes de que me encontrara en dirección al cuarto de huéspedes donde se localizaban.

Me detuve en seco cuando me encontré con la figura de mi hermano mayor apoyada contra la pared del pasillo haciendo justo lo planeado.

Sin embargo, en vez de encontrar la irritada mirada que siempre tenía cuando esto sucedía, un dejo de preocupación se encontraba esta vez en su lugar.

Y, sin decirme palabra alguna, entró ambas manos en los bolsillos de sus jeans para luego dirigirse hacia su habitación.

Usualmente, aquello no me habría importado. Mas, ahí estaba ese sentimiento de que había algo inconcluso e incorrecto que me impulsaba a meter mis narices en la situación.

Así que, viendo cómo se alejaba, tomé un profundo suspiro dispuesta a seguirlo.

- Tú no sabes en dónde han tenido esas personas sus manos metidas -interrumpí mis propios movimientos cuando la voz de mamá sonó claramente irritada a través de la puerta.

Observé cómo mi hermano terminaba su tarea de entrar a su recámara y di un paso hacia mi objetivo inclinándome hacia la madera.

- Sólo fue una ayuda -respondió mi padre y mi ceño se frunció ante la sarcástica risa de la mujer acompañándolo.

- Así que ¿así es como quieres llamarlo? -preguntó con burla y pude escuchar cómo papá suspiraba con cansancio.

- Miso, se aca-

- No -me sobresalté un poco ante la brusquedad de sus palabras, pero esto sólo causó que me acercara más-. Te lo permití, pero lo que quieres hacer ahora sobrepasa mis límites.

¿De qué carajo estaban hablando? Sentí una presión en mi pecho subir mientras las palabras de su última oración empezaban a rondar por mi cabeza.

- Es sólo un disfraz -respondió y escuché como mamá chasqueaba la lengua.

- Tarde o temprano se sabrá, Yongsub -me acerqué un poco más cuando su tono decayó en cansancio y me sentí aún más confundida cuando hubo un gran silencio entre ambos. Hasta que habló finalmente-. Nos quitarán todo lo que tenemos.

Dejé salir un corto jadeo y mis huesos se tensaron, la mezcla de confusión y frustración empezó a hacer efecto en mi sangre y elevé mi mano en dirección a la puerta.

Pero mi brazo fue tomado con fuerza antes de que pudiera tocarla.

- Ni se te ocurra -subí mi mirada hacia el rostro de mi hermano cuestionando su amenazador tono. Su nariz se arrugó entendiendo mi mirada y me haló hacia sí antes de comenzar a dirigirnos dentro de mi habitación.