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Capricho.
Deseo impulsivo y vehemente de algo que se considera prescindible o arbitrario. Determinación que una persona toma siguiendo este deseo. O propósito que carece de fundamento racional.

No había forma de que mi mente pudiera mantenerse estable mientras ambos nos encontrábamos en la misma habitación; su desinterés, el brillo en sus ojos, su escondida sonrisa, la forma en que sus labios se movía mientras hablaba, su voz, sus manos cuando las alzaba en dirección a la pantalla táctil,... cuantiosos elementos que me hacían imposible dejar de mirarlo.

Pero todo se resumía a él. Su nombre y apellido. Un hombre.

Capricho.
En mi caso... Min Yoongi.

Pestañeé repetidamente cuando las personas a mi alrededor empezaron a aplaudir con estruendo en dirección al rubio que yacía orgullosamente parado en el proscenio con una pequeña sonrisa en sus labios.

Gruñí con sorpresa cuando la fuerte mano de mi padre recogió mi brazo obligándome a ponerme de pie causando un tambaleo sobre mis propios zapatos al movimiento. Intenté evitar su mirada cuando ésta se dirigió a la mía y escondí la cara bajo mi pelo para rodar los ojos.

Su palma abandonó la piel de mi extremidad cambiando la antigua brusca acción por una pequeña caricia en mi hombro. La dualidad constante.

Me mordí el interior de mi mejilla volviendo a pasear la mirada por el auditorio intentando ir dentro del mar de alta clase y costura que se encontraban reunidos allí, celebrando como tal convite la inauguración de lo que estaba planeado ser uno de los mejores hoteles en toda Asia Oriental.

Procurando encontrar algo interesante a lo cual mirar me hallé deteniéndome cuál imán en los magníficos e impenetrables ojos de aquél hombre. Mi capricho.

Retuve el aliento cuando me di cuenta de que éste miraba a nuestra dirección e intenté desviar la mirada hacia algún otro lugar, pero cuando él se inclinó levemente hacia delante y pude ver la mano de mi padre sacudirse por el pedúnculo de mis ojos me relaje un poco.

No había manera.

Sin embargo, cuando volvió a incorporarse, llevó ambas manos a los bolsillos de su oscuro pantalón de seda, escuché como papá giraba la espalda saludando a uno de sus colegas y percibí las comisuras de sus labios elevarse caí en cuenta de que su mirada aún estaba puesta en nuestra fila. En mí.

Mi boca se entreabrió y sin poder contenerlo un respiro emanó de mi cavidad. Justo después de que el rubio desviara simpáticamente la mirada hacia un colega.

- En marcha, Daeha.

Mis dientes atraparon mi labio inferior saliendo de la burbuja que mis hormonas habían creado y elevé una ceja en dirección a mi primo que mantenía su mano tendida en sentido a mi pecho con esa significativa mirada que no hizo más que irritarme.

- Creí que para ahora ya lo habrías entendido -lo escuché mascullar detrás de mí cuando descaradamente me hice mi propio camino en rumbo a la puerta de salida.

Bufé con obstinación y me detuve dándole oportunidad a que me alcanzara sólo para inclinarme hacia él con una pequeña sonrisa.

- Creí que lo habías entendido -mofé abriendo el abrigo largo que yacía en mi mano para ponérmelo sobre el atavío color lila que traía sobre mí e ignorando completamente cómo sus ojos me miraban como si estuviera clavando dagas en mi cabeza.

DIRTY | MIN YOON GI.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora