El Mismo Corazón... (Simbar)

Capítulo 13

—hola Ambar. -dice Simón a mis espaldas, me giro sobre mis talones y me quedo viéndolos. —Simón, Nina, no los vi.

—estábamos esperando a Luna, debió haber llegado hace unos minutos. ¿sabes algo de ella? -pregunta Nina. —no la vi, de pronto se quedó dormida. Adiós.

—emm Nina, me harías el favor de decirle a Luna que la estuve esperando, pero que debo ir al trabajo porque si no Tamara se enoja.

—mira Simón allí viene. -dice y señala a Luna quien viene corriendo en dirección a nosotros.

—hay perdónenme se me olvido y me quede dormida. Perdón. -dice y saluda a Nina con un beso en la mejilla y después se abraza a Simón.

Me siento incomoda por la situación, así que doy media vuelta estoy a punto de caminar cuando Simón habla.

—Ambar no tienes que irte sola, puedes caminar con nosotros. -me quede inmóvil pensando en lo que debía hacer.

—no gracias. -respondo sin mirarlos y sigo caminando, sé que ellos vienen detrás de mí, pero no le doy mucha importancia, cuando llego a la entrada del Roller me encuentro con Mateo y Gastón.

—iba a buscarte amor. -dice Mateo y besa mi mejilla.

—¿Qué hacías tan temprano en el Roller? -le pregunto. —ayer dejé mi celular en los lockers, vine por el antes de ir a buscarte. -le sonrió y entramos al Jam.

—sabias que Luna, Simón y Nina vienen detrás de ti. -dice sonriente. —si claro, me doy cuenta de todo.

—yo dejo a los tortolitos solos. Nos vemos más tarde. -dice Gastón y se va.

—¿te encuentras bien? -pregunta sin quitar su vista de mi. —si claro. ¿Por qué lo preguntas?

—no dejas de mirar a Luna y Simón.

—no los miro a ellos, estoy esperando a las chicas. Quedamos en que patinaríamos un rato juntas, pero parece que se olvidaron.

—si quieres patinar, vamos los dos. -me extiende su mano y yo la acepto.

Patinamos un largo rato juntos, a pesar de todo la química en la pista sigue intacta y eso es bueno, porque juntos nadie nos va a quitar el puesto de los mejores de la pista.

—ha ido muy bien. ¿no crees? -dice después de beber un sorbo de agua. —si bastante bien. Hay cosas por mejorar si queremos ser los mejores.

—no te preocupes Ambar, ya somos los mejores. -giña un ojo y vuelve a la pista. Una sonrisa se dibuja en mis labios y sigo sus movimientos.

Patinamos otro rato hasta que llegaron las chicas, así que Mateo se fue a hablar con Gastón y yo fui a buscar una mesa mientras las chicas se quitaban los patines.

—¿me puedo sentar? -la voz de Pedro me saco de mis pensamientos.

—si buscas a Delfi, está en los lockers, no creo que se demore.

—quisiera hablar contigo.

—¿sobre que?

—¿Qué fue lo que pasó entre ustedes dos? -señala a Simón. —Se veían muy bien juntos. -completa.

—no pasó nada Pedro. Solo que nos dimos cuenta de que las cosas no funcionaban.

—si no funcionaban, porque fuiste el otro día a buscarlo al apartamento. Te vi salir de allí.

—¿Qué hacías en el apartamento de Simón? -pregunta Mateo parándose a mi lado. —no es algo que a ninguno de los dos les importe. Lo que yo haga con mi vida no le debe interesar a nadie más.

—soy tú novio Ambar, me gustaría saber que hacías en casa del Guitarrista.

—el que seas su novio no quiere decir que ella deba responderte. -agrega Simón metiéndose en la conversación.

—no te metas guitarrista. -reprocha Mateo. —bueno ya dejen de pelearse. -les digo y ambos fijan su vista en mí.

—Ambar tiene razón no debo pelear con alguien tan insignificante como tú.

—¿Cuál es tu problema Mateo? te da miedo que tu novia te deje por este guitarrista.

—ya basta chicos fue suficiente. Parecen un par de niños chiquitos. Permiso. -digo y voy en busca de las chicas.

Narra Simón...

—deja de meterte conmigo guitarrista.

—y tú deja de molestar a Ambar, tiene suficientes cosas que hacer como para tener que aguantar a un novio engreído como tú.

—es mejor que tener a alguien como tú a su lado. -me empuja levemente entonces llega Luna.

—¿Qué es lo que pasa aquí? -pregunta. —pregúntale a tu noviecito, chica delivery. -le responde él sonriéndole, ella rueda los ojos y me toma la mano.

—vamos Simón. -dice y me obliga a seguirla.

—¿Por qué se estaba peleando? -pregunta cuando estamos bastante lejos de él. —tonterías Luna.

—dime que tontería Simón.

—no es nada Luna, un malentendido por el open, no te preocupes. -responde Pedro salvándome por completo.

—no está bien que se peleen. Donde Tamara se entere, podría expulsarte del Jam.

—si, no volverá a pasar.

—eso espero. Nos vemos más tarde voy a ir a acompañar a Nina a su casa. -yo asiento y me voy en busca de Ambar...