Capitulo 14

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Marizza se fue a su cuarto, se sentó en su cama y le mandó un mensaje de texto a Pablo que decía “Juntémonos en el hotel en media hora, tenemos que hablar de lo que me dijiste”

Argentina
Mia: Qué pasa? (Dijo saludando a su marido, al entrar a su casa vio a una señora parada). Hola (Dijo algo confundida, no sabía quién era)
******: Soy Marianela, la asistente social (Mia miró a Felipe, el que solo le sonreía)
Mia: No entiendo… qué pasa?
Marianela: Bueno estuvimos evaluando su situación, y puede que le demos al niño en adopción
Mia: (Sonrió, no lo podía creer) De verdad? (Felipe le asintió con la cabeza) Pero no entiendo, si nos habían dicho que…
Marianela: Bueno sí, es que había habido ciertas complicaciones pero se están solucionando
Mia: Y… cuando tendríamos al nene en casa?
Marianela: Bueno no, eso todavía no se sabe, todavía estamos evaluando si se lo damos en adaptación
Mia: Pero hay posibilidades?
Marianela: Sí, por eso estoy acá, bueno yo ahora me voy, si hay nuevas novedades se las comunicamos (Ambos sonrieron y ella se fue, Mia y Felipe se miraron, se abrazaron y se besaron pero ella lo hiso pensando en Manuel, no lo podía sacar de su mente)

Media hora más tarde Marizza estaba en el hotel
Pablo: Qué hacés acá?
Marizza: No leiste mi mensaje?
Pablo: No, no vi ningún mensaje, estaba de dormido, de he hecho me acabas de despertar (Dijo bostezando)
Marizza: Me importa un pomelo, vine hablar de otro tema
Pablo: De qué? (Marizza olvidó un segundo lo que iba a decirle y le preguntó otra cosa)
Marizza: Te pensás quedar acá mucho tiempo? Te digo porque si es así mínimo podrías buscar un trabajo, no? O qué? Te mantiene tu papito?
Pablo: No digas huevadas, además… me quedé por una sola razón y ya la conseguí
Marizza: De qué hablás?
Pablo: Saber la verdad de porque te fuiste
Marizza: Y cómo vas a saber si yo no te he dicho nada tarado
Pablo: No hiso falta, te dije que lo iba averiguar, no?
Marizza: Bueno yo vine hablarte de lo que me dijiste
Pablo: Qué cosa? Que te vinieras conmigo?
Marizza: No, eso de Simón, de unas pruebas de ADN, no te entendí nada, qué quisiste decir? (Pablo la miró con rabia, luego abrió un cajón y se las pasó)
Pablo: Llegaste a tiempo, las iba a tirar a la basura (Marizza lo miró intrigada y abrió el sobre rápidamente, sacó el papel y lo observó sin entender que era esa porquería y de donde las había sacado). Pablo qué es esta mierda?
Pablo: Ah!! Y todavía querés hacerte la que no sabe? Por favor Marizza dejá de mentir si ahí tenés las pruebas!! (Dijo alzando la voz, le desesperaba que Marizza no fuera capaz de admitírselo teniendo en frente la prueba)
Marizza: ES QUE ESTO NO ES VERDAD!!
Pablo: AH NO? OSEA QUE EL ADN MIENTE??
Marizza: NO SÉ PERO ES UNA MENTIRA!! Y SI NO ME CREÉS VENÍ CONMIGO A UNA CLÍNICA Y LO COMPROBÁS!!
Pablo: No la necesito
Marizza: No puedo creerlo, sos una mierda y ni siquiera te merecés saber la verdad, no sé de donde sacaste esto pero sea quien sea que te lo haya dado no puedo creer que le creas más a esa persona que a mí (Lo miró y se fue, Pablo se sentó en su cama y se quedó pensando en lo que le había dicho ella, en realidad no fue que no le creyera, tenía miedo de saber que Sofía era su hija y darse cuenta de todos los años que se perdió y además ahí sique no sabría porque Marizza se fue, además por qué su viejo le mintió nuevamente?)

Pasaron un par de días Marizza seguía furiosa con Pablo pero no podía permitir que él pensara cosas que no eran, más por una mierda de persona que le podría haber mentido y se saldría con la suya, aunque ella tenía en mente quién podía ser, Sergio, y ahora más que nunca estaba dispuesta a enfrentarlo, tenía que volver a mostrarse sin miedo frente a él y defender a su hija sin tener que escapar más, aunque por ahora no podía volver a Argentina, sea como sea tenía un esposo que era el padre de sus hijas y no las podía alejar de él tan fácil. Pablo tampoco sabía qué hacer, estaba muy confundido, había intentado a llamar a Marizza pero esta le cortaba las llamadas, quería llamar a Sofía pero no se atrevía y cortaba antes, cada vez esa duda crecía y se hacía aún más grande, algo que lo estaba matando y Sofía estaba cada día más cerca de Gabriel, hablaban bastante y se habían visto un par de veces más, ella sentía que cada vez le gustaba más, pero no quería enamorarse de él, sabía que en cuanto terminara de estudiar se regresaría a Argentina.

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