Pablo y Marizza estaban cada vez más cerca, rosaron sus labios y lentamente se besaron, fue un beso mágico, como si fuese su primer beso, él notó el amor de ella en su beso, y eso lo hacía pensar si ella lo había amado? Luego de unos minutos se separaron y se quedaron mirando a los ojos
Marizza: Yo…
Pablo: Marizza… fue increíble, el mejor beso de mi vida
Marizza: Pablo esto no puede ser, estoy casada
Pablo: Y qué? Pero no estás muerta, podés separarte, venite conmigo
Marizza: Ni que fuera tan fácil, además… yo amo a mi marido (Pablo la tomó el brazo fuertemente y la acercó a él)
Pablo: Estás segura de lo que decís?
Marizza: S… sí, claro
Pablo: Eso demuestra que nunca me quisiste, osea que es cierta, no sos capaz de dejar todo por mí
Marizza: No entiendo de qué hablás, yo mejor me voy, tengo una hija que encontrar y que podría estar en peligro (Se fue)
Pablo: (Hablando solo) Yo también voy a ir a buscarla, y no voy a descansar hasta encontrarla, te voy a demostrar cuanto vivo sigue mi amor por vos Marizza, aunque hayas estado con otro mientras estábamos juntos no me importa (Se fue a buscar a Sofía)
Gabriel había frenado el auto a una cuadra de la casa de Sofía, quería seguir hablando con ella antes de que se fuera
Sofía: Y vives hace mucho acá en España?
Gabriel: Más o menos, 2 años, me vine a estudiar acá, y bueno ya como que se me anduvo pegando el acento (Ella sonrió)
Sofía: Y tus viejos?
Gabriel: No, ellos se quedaron en Argentina, pero voy siempre que tengo vacaciones, o algunas veces ellos vienen a visitarme
Sofía: Pero no los extrañas?
Gabriel: Bueno de primera sí, pero ya estoy casi acostumbrado, pero no hablemos tanto de mi, tú? Tienes novio?
Sofía: No, eh… pero tuve, tuve muchos (Hiso una gesto raro, eso era mentira, jamás había tenido novio), y tú?
Gabriel: Tenía, pero la dejé cuando me vine para acá, no me gustan las relaciones a distancia
Sofía: Ah, sí, a mi tampoco (Gabriel sonrió)
Gabriel: Bueno para otra vez no vayas más por esos lados, son peligrosos
Sofía: Pff… ya te dije que no fui por voluntad propia
Gabriel: La verdad es que no te entiendo pero en fin, de todas formas ten más cuidado
Sofía: Ok (Le dio un beso en la mejilla para irse)
Gabriel: Para!! Te bajas? No quieres que te vaya a dejar hasta tu casa?
Sofía: No, gracias así está bien
Gabriel: Bueno como quieras, y no te olvides de llamarme (Ambos sonrieron, Sofía se bajó y él se fue, ella iba caminando hacia su casa cuando otro auto le toca una bocina, ella mira hacia el lado y para su sorpresa era Pablo)
Sofía: Qué haces acá?
Pablo: Eso mismo te pregunto yo, qué haces acá? Me encontré a tu madre y está muy preocupada por vos, vení que te llevo a tu casa
Sofía: No gracias, me puedo ir sola
Pablo: Nada de sola, me hice a mi mismo una promesa de encontrarte y llevarte a tu casa y lo pienso cumplir
Sofía: Ah, sí? Haber si puedes (Empezó a correr, Pablo se bajó del auto y corrió detrás de ella hasta alcanzarla)
Pablo: Te dije que te venís conmigo
Sofía: Quién te piensas que eres? No tienes ningún derecho a darme órdenes
Pablo: Bueno eso no importa, si te dejo sola te podés escapar y tienes que ir a tu casa (La tomó del brazo y con un poco de esfuerzo logró subirla al auto, ella iba muy seria y sin hablarle, ni siquiera quería tocar el tema de Sergio y preguntarle más ya que por ser su hijo podía saber algo, no quería recordar lo que pasó, él sonrió y la miró, especialmente sus ojos, algo que le llamó mucho la atención) (Pensando: Santo Dios, esta nena tiene mis mismos ojos, pero… y por qué? Viendola bien tampoco se parece a Simón en nada. Bueno basta Pablo, dejá de pensar tonterías, debe ser porque se parece más a Marizza)
Mia había a casa de su dary y Sonia, no tenía ganas de ir a su casa
Sonia: Ay miita cómo estás?
Mia: Bien Sonia, gracias
Sonia: Y esa cara que traes, te pasa algo?
Mia: Sí, bueno no, cosas del trabajo, ya sabés. Y mi dary?
Sonia: No está, está trabajando, ya sabés como es, y vos qué hacés acá?
Mia: Nada, tenía ganas de estar acá, no quiero ir a mi casa todavía
Sonia: Por qué? Te peleaste con Felipe? No me digas que te hiso algo porque yo voy y… (Mia se rió)
Mia: No Sonia no es eso, Feli no me ha hecho nada, solo quería estar acá un rato, puedo, no?
Sonia: Claro que si Miita, ya sabés que me encanta que vengas y me sirvas de compañía, me siento tan sola desde que se murió Hilda
Mia: Me imagino. Sonia encontraste el numero de Luján? Tenemos que decirle que Marizza…
Sonia: Ay no, la verdad es que no lo encontré (En verdad si lo tenía pero tenía que mantener callada a Mia ya que Marizza se lo había pedido). Además Mia yo creo que lo mejor es que no se lo digamos a nadie más, al menos por ahora
Mia: Por qué?
Sonia: Bueno… es que es un tema delicado, vos entendés, no? No creo que sea bueno
Mia: Pero Sonia… nunca te vi tan preocupada, triste sí, pero nunca tan preocupada
Sonia: Bueno es que ya sé que mi ciela está bien
Mia: Bueno pero de antes que supiéramos donde estaba que estás así, además yo me imaginé que en cuanto te dijera donde estaba saldrías a buscarla
Sonia: Bueno…
Mia: Hay algo que estás ocultando?
Sonia: Ehh… no, qué voy a estar ocultando? Claro que no, yo si estaba preocupada, solo que no quería demostrarlo
