—Cariño, no debiste moverte.

Abro mis ojos, trato de alejarme, pero él me toma de la cintura para que no lo haga.

— ¿Cómo es posible? Ayer...

Lo último que recuerdo es que nos habíamos besado en su despacho, y ahora me despierto en la cama junto a él. Estoy comenzando a perder la cabeza ¿Qué es lo que está sucediendo? ¿Estoy perdiendo mi memoria?

—Perdiste la conciencia.

— ¿Cómo es posible?

—Cariño, es posible si tienes un orgasmo. —Sonríe.

— ¿Por qué siento que mientes?

Él no responde, pero en su mirada se ve algo oscuro asomarse. Se levanta de la cama con tranquilidad, pero sus hombros parecen tensos. Sospecho que está ocultando algo y necesito descubrirlo.

—Voy a mi despacho. —dice y luego desaparece de la puerta.

Voy detrás de él, y me cruzo a Gwen al salir. Ella asiente con respeto y sigue su camino sin tomarme importancia. No entiendo la necesidad que siento de seguirla. 

Ella desde un principio fue una persona tan solitaria, creí que podríamos ser amiga, pero ella cada vez que me acerco se aleja. Veo que camina con sigilo, como si estuviera haciendo esto a escondidas sin que nadie se enterase, pero supongo ver cosas que no son porque parece tan tranquila y concentrada, como si estuviera todo bajo control llevando ese plato de comida.

Me escondo detrás de un mueble cuando gwen se detiene en una de las últimas puertas, ella saca de su bolsillo una llave y la utiliza para abrir de esta. Ella entre y cierra con tranquilidad.

Salgo de mi escondite y observo el mueble donde estaba oculta. Veo las vajillas que este tiene dentro. Si alguien quería de este pasillo una decoración, le salió mal. Porque es feo.

Mi piel se eriza cuando oigo un grito de la habitación donde gwen entro hace unos momentos. Debo de salir de aquí, no debí seguirla, pero porque estoy huyendo como si yo hice algo malo, oí gritos. Eso es realmente extraño.

Me detengo de huir, quiero respuestas.

Volteo y suelto un grito de susto cuando veo a gwen frente a mí, toco mi corazón acelerado. Oímos pasos hacia aquí, ella toma mi brazo y nos adentramos a una de las puertas.

No puedo ver en la oscuridad de la habitación, ella cubre mi boca cuando escuchamos la voz enojada de Adam dando órdenes a algunas personas, no sé cuánta, pero se oyen demasiados pasos, como si fuera una ejército.

Escuchamos una puerta cerrase y luego es silencio, cuando me alivio de que no nos descubrieran, se vuelven a escuchar gritos y gruñidos. El cuerpo de gwen está tenso, no entiendo que es lo que esta sucediendo en esa habitación y porque tantas personas están dentro.

Pasan unos momentos, y todo es silencio, los gruñidos y los gritos se detuvieron como si nunca se hubieran escuchado.

La puerta se abre nuevamente con un rechinamiento espeluznante haciendo que mi piel se erice.

—Alfa, él está sedado.

—Bien, llévenlo a otra habitación. Aquí está muy cerca de ella, no quiero que la dañe.

No entiendo que está sucediendo en este momento, él está hablando de mí. ¿Quién es él y porque querría dañarme?

—Espero que Gwen no haya pasado por aquí, ella tiene negado pisar este pasillo. —el cuerpo de ella se tensa nuevamente.

Cuando creímos que ya se habían retirado, ambas nos relajamos contra la puerta de la habitación donde estamos ocultas, pero me tenso.

—Sal de ahí. —dice Adam, no distingo si su tono es de enojo. —Grace. Sal.

Confirmado, está enojado.

Sujeto la manija para salir de nuestro escondite, pero gwen toma mi mano y la estruja con fuerza, Sus uñas se clavan en mi piel lastimo esta.

Sus ojos celestes intimidantes en la oscura habitación brillan mostrando ira y odio. Si no fuera porque Adam está del otro lado de la puerta en este momento le tendría miedo a la gwen que tengo frente a mí.

—Tú no me viste por aquí.

— ¿Cómo has hecho eso?

—No dirás nada ¿Me oíste?

—Sí —respondo en voz alta porque me hace daño sus uñas y necesito que me suelte o juro que le haré daño.

— ¿Grace?

Me suelto de un tirón de ella. Abro y cierro la puerta con rapidez.

Él me observa con confusión, me quedo frente a la puerta para que él no intente entrar, sé con cierta ciencia que él quiere hacerlo porque de alguna y extraña manera siente mis emociones. Él sabe que oculto algo.

Lo sé porque hace un tiempo oí una conversación que no debí escuchar, era con un doctor, lo vi cuando desperté en la bañera, lo recuerdo porque él estaba al lado de Logan en ese momento, pero ese no es el caso.

— ¿Cómo sabías que estaba aquí? —pregunto.

Trato de distraerlo.

Porque tengo que salir de esta situación sin parecer sospechosa, creía que estaba  funcionando, pero me equivoqué porque me está viendo con esa mirada que hace que me ponga nerviosa.

Calma, me repito una y otra vez en mi cabeza.

— ¿Por qué estás tan alterada?—pregunta.

— ¿Yo? —pregunto.

—Sí, tú.

— ¿Por qué crees que estoy alterada?

—Porque me respondes con otra pregunta, y lo has hecho dos veces.

— ¿Yo? —pregunto.

Idiota.

—Tres de hecho.

Se escucha un sonido de algo cayendo al suelo dentro de la habitación que estoy protegiendo de adam.

Él me toma distraída y me empuja a un lado para ingresar a la habitación.

—Adam. —digo detrás de él.

—Ese olor. —dice.

Digo unas rápidas palabras en mi mente que leí en un libro de hechizos y espero que haya funcionado, porque de no ser así descubrirán a gwen.

—Desapareció.

— ¿Qué cosa?

—El olor.

— ¿Qué olor?

Él me mira, con la poca luz de la puerta abierta veo su enojo en sus facciones.

Espero que gwen se haya escapado de la habitación. Porque si adam se entera de que estuvo aquí y entro a la habitación con un plato de comida, va a matarla, de eso estoy segura.

HÍBRIDA ©.Where stories live. Discover now