Fuera de Juego (One Shots)

Apuesto las mías (André Pierre Gignac)

Este shot es para mi querida @magiczlatan ¡Espero te guste mucho cariño! 

Gracias a todos por leer y comentar ¡Lo aprecio muchísimo!

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Siempre he estado allí, siempre viéndolo, siempre charlando...siempre luchando.

Pero sólo era la hija del entrenador, esa con la que no querías meterte a no ser que quisieras morir.

Yo era la que lo veía terminar con su esposa, dejándolo con 4 niños.

Y aún así estaba enamorada de él.

—¡Dulce!—gritó mi padre y fui hasta él.

—¿Qué ha pasado papi?—pregunté obedientemente.

—Necesito que verifiques a Gignac y me informes de su estado.

—¿Qué le pasó?—pregunté preocupada.

—Está en la enfermería, creo que se ha lesionado, esperemos que no mija pero tú sabes cómo es todo—dijo preocupado.

—Ya mismo voy a verlo papi.—Dejé un beso en su mejilla.

—Eres mi orgullo mi linda.—Sonreí, siempre habíamos sido él y yo, me había dado todo y estaba eternamente agradecida con él, ante el mundo puede parecer estricto y algo loco pero conmigo siempre era tierno y comprensivo, sí, soy una nena de papi.

Caminé por el estadio hacia la enfermería, entré, estaba hablando con el doctor.

—Afortunadamente no ha sido nada que lamentar señor Gignac. Ya sabe, mantenga la pierna en alto y con hielo, espera al menos una hora y al volver a casa haces lo mismo.

—Doctor pero tengo que...

—Tiene que estar en reposo por al menos 3 días señor, si lo fuerza puede incurrir en una lesión y eso no le gustaría.

—Está bien.—Resopló.

—Hola.—Entré a la sala y ambos me miraron—¿Está bien?

—Sólo una inflamación producto del golpe, pero deberá estar en reposo—mencionó el doctor.

—Papá estará encantado de oír eso—dije feliz—.Muchísimas gracias doctor.

—No es nada, es mi trabajo, vigílalo, ya sabemos cómo se pone.—Reí.

—¿Otra vez de malote?—Sonrió—.Te pondrás bien, ya lo verás.

—No es eso lo que me preocupa—dijo él.

—¿Ah no?—pregunté curiosa.

—Tengo a los 4 niños en la casa y así no pude cuidarlos.

—Yo te ayudo—dije entusiasta, me miró extrañado, me retracté—.Digo, si es que eso quieres.

—Eres tan linda conmigo Dulce. No te merezco.—Sonreí y dejé un beso en sus labios.

—No es nada cariño, yo te ayudo ¿Vale? Espérame aquí, le diré a papá.

Dejó otro beso en mis labios y salí en búsqueda de mi padre.

—¿Qué pasó con Gignac?—preguntó preocupado.

—Sólo fue un golpe, necesitará unos 3 días para bajar la inflamación.

—Al menos es bueno.—Suspiro.

—Oye papá, me iré con él, así lo dejo en casa y lo ayudo con los niños.

—¿Desde cuándo sales con Gignac?