Fuera de Juego (One Shots)

Valemos la pena (Denis Suárez)

Este shot va para mi querida mrsmorata ¡Espero te guste mi linda!

Gracias a todos por el apoyo ¡Aprecio muchísimo todos sus votos y comentarios!

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Ella es tan hermosa, tan sensual, tan divina...pero es tan prohibida, tan mal.

Había acordado con Jorge para vernos en su casa, sería mi segunda sesión de un tatuaje, estaba haciendo una gran pieza en mi hombro y no podía esperar a ver el resultado...y a ella.

Bajé de mi Audi y toqué la puerta de su mansión, ella me atendió, quedé bobo al mirarla, iba descalza, llevaba unos shorts y la parte de arriba del bikini.

—Hola Denis—dijo Nay sonriente mientras dejaba un beso en mi mejilla.

—Hola Nay ¿Está Jorge=—pregunté, ella se mordió el labio, que preciosa.

—Umm, no, de hecho, no estará aquí hasta unas 3 horas, que lo siente pero se le presentó un inconveniente...

—No te preocupes—dije con una sonrisa—.Lo llamaré luego y vendré otro día.—Me despedí y traté de irme.

—No te vayas—dijo Nay deteniéndome—.Por favor, siempre estoy muy sola y no me vendría mal algo de compañía.—Hizo pucheros y negué.

—No creo que sea lo mejor Nay.—Ella asintió, ambos sabíamos, sabíamos lo que pasaba, ambos sabemos de los mensajes, las caricias, las ganas...no, no podíamos.

—Por favor Denis, por favor, ambos sabemos que queremos esto—dijo acercándose a mi rostro, tan hermosa...

—No podemos Nay, no está bien...

—¿A quién le importa lo que está bien o no? Yo quiero hacerlo.—Me besó y me dejé llevar, la tomé entre mis brazos y entré a la casa luego de cerrar la puerta, la pegué contra ella y acarició sus piernas, suaves, sus labios se mezclaban con los míos y su olor a chocolate y café me volvía loco, sus manos acariciando mi cuello, sus pechos apenas cubiertos por esa tela, presionados contra mi pecho me volvían loco...

—No me dejes nunca amor, nunca—susurró jadeando ante mis caricias en sus pechos, quité el nudo en su cuello y pude ver sus senos, esos con los que tanto había soñado, los tomé entre mis manos sintiendo sus jadeos, los acaricié como quise, paré de besarla, seguí mi boca hasta ellos y tomé uno de ellos entre mis dientes, jalé y chupé, sus gritos me volvían loco, mis manos fueron hasta sus shorts y con su ayuda los desabroché, arranque esa molesta tela y vi una linda tanga con dos lacitos a los lados, me sonrió pecadora, quitó mi camina y desabrochamos mis pantalones sin parar de besarnos como locos, la llevé al sofá e hicimos el amor como posesos...llevaba tanto queriendo sentirla y fue mejor de lo que esperaba.

—Sácame de aquí Denis, por favor, me vuelves loca, sólo quiero estar contigo, me haces sentir viva...

—Pero Jorge...

—Él no me importa ahora, todo lo demás está por debajo de mí. Y entonces llegas tú y me enamoras con tus besos y detalles, no me di cuenta hasta que te conocí que mi relación es vacía, que ese amor que creí tener por Jorge no se compara en nada con lo que me pasa cada que te veo, debes creerme—dijo desesperada.

—Y lo hago nena, lo hago—dije volviéndola a besar—.Pero necesito que estés segura de esto, de nosotros.

—Claro que lo estoy amor—dijo con una cálida sonrisa—.Por el trabajo de Jorge he conocido a millones de chicos, muchas estrellas, nadie me ha hecho sentir lo que tú, vámonos de aquí Denis.

—Entonces toma tus cosas y olvidémonos del mundo.—Ella sonrió, fuimos escaleras arriba y sacamos sus cosas, dejó una carta para él...y oímos el auto.

—Ha llegado—dijo temerosa.

—Saldremos de esta amor.—Le juré, tiramos la maleta por la ventana de atrás, bajamos por el balcón, al final caímos el uno sobre el otro, reímos, nos besamos, de inmediato nos levantamos, tomamos las cosas y salimos corriendo de allí , mi auto se quedó en su casa, así como mi irracionalidad, pero no me importaba.

—Estamos locos—dije riendo mientras parábamos miles de cuadras después para respirar.

—Pero estamos juntos amor—dijo mi chica antes de besarme.

—No puedo creer que te tenga a mi lado.

—Ni yo que haya tenido el valor para escaparme, pero así comienzan las buenas historias ¿No? Estando juntos.

—En eso si que tienes razón.—La besé y sonreí.

—Lo único que lamento es que no terminarán tu tatuaje.

—Eso es lo de menos, tengo a mi chica a mi lado, los errores se corrigen, tú definitivamente no eres uno.

—Estoy convencida de eso, debemos olvidarnos de él y ser felices.—Concluyó.

—Yo también amor, valemos la pena, sin duda valemos la pena—dije abrazando a mi chica, a mi mujer.

—Pasaré el resto de mi vida demostrándote que si.—Juró y sonreí.

—Te amo mi loca y sexy chica.

—Yo te amo más, mi salvador.