Fuera de Juego (One Shots)

Un regalo para Liam (Álvaro Morata)

Este shot va para Zerpienteh es corto y me disculpo por eso pero espero de corazón que te guste

¡Gracias por estar aquí y leerme!

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Era un día cualquiera en la tienda de juguetes, mucho trabajo y miles de papás deseosos por comprarle lo mejor a sus chicos, los niños sonrientes con su nueva adquisición, me encanta mi trabajo.

Y entonces entra un chico sumamente guapo...

—¡No puedo creerlo! ¡Álvaro Morata está aquí!—dijo Carlos emocionado.

—¿Quién?—pregunté confundida.

—Álvaro Morata, jugador de fútbol del Madrid. 

—Okey, okey ¿Quién lo atenderá?—dijo Macy, la zorra más zorra arreglando sus pechos.

—Ella lo atenderá.—Me señaló el jefe—.Ve por él linda.

Me acerqué a él, quien veía todo de forma curiosa

—Hola ¿En qué puedo ayudarte?—Le ofrecí, él sonrió apenado.

—Hola, verás, es el cumpleaños número 1 del hijo de un amigo y necesito regalarle algo pero como nunca he estado demasiado cerca...

—¿No tienes ni idea verdad?—Él rió.

—Acabo de volver a Madrid y el pequeño ha quedado prendado de mi, ahora seré el payaso oficial en su fiesta.—Reí junto a él.

—Creo que tengo lo que necesitas ¿Algún rango de precio?

—Lo mejor para mi pequeñín.—Sonreí enternecida.

—Acompáñame.—Lo llevé hacia unos estantes llenos de juegos especiales para niños de 1 año—¿Qué tal?

—Creo que necesitaré ayuda para decidir.—Reí.

—¿Sabes qué le gusta?

—Bueno, le gusta mucho el fútbol y la música, es muy activo, aquí tengo una foto.—Buscó en su celular y me mostró una foto de un nene sonriente junto a él. 

—Es adorable—dije enternecida.

-—¿Te gustan los niños?

—Me encantan, solo ver sus caritas de felicidad al tener sus juguetes...son adorables.

—Tú también lo eres.—Me sonrojé—.Creo que me gusta este.—Señaló una gran caja.—Pero creo que necesito probarlo ¿Puedo?

—Supongo que algo se puede hacer.—Saqué uno de prueba, un pequeño futbolito con una pelota llena de sonidos.—¿Juegas conmigo?

—Soy terrible para los deportes.—Confesé.

—Es sólo un juego—dijo con una hermosa sonrisa y asentí.

Me pasó la pelota colorida y llena de música y empezamos a jugar, él era muy divertido, en un momento, como si de una película se tratara, iba a anotar un gol, me hizo tropezar y caí encima de él.

—Eso fue muy tonto, lo siento—dijo mientras reíamos como tontos.

—No pasa nada—dije para tranquilizarlo.

—¿Aceptas mis disculpas saliendo conmigo?

—¿Cómo?—pregunté sorprendida.

—Sal conmigo preciosa—dijo serio pero luego dudó—No me digas que tienes novio.

—No, no lo tengo ¿Y tú?

—No, tampoco tengo novio.—Reí—.Sé que puedo parecer un gigoló pero no, no tengo y no voy proponiéndole a cualquier chica que salga conmigo.

—No soy cualquiera entonces...—El sonrió.

—Tienes que demostrármelo y para eso quiero mi cita.

—Ni siquiera sabes mi nombre.

—Pues no creo tener problemas para averiguarlo.

—¿Qué quieres Morata?

—Un regalo para Liam.—Susurró antes de besarme.

Al final, Liam tuvo su regalo ¿Y yo? Yo me quedé con el premio mayor.