Capítulo 10: La historia de un resentimiento y una respuesta.

11.5K 1.3K 183
                                    


Capítulo 10: La historia de un resentimiento y una respuesta.

—¿Qué dices? —El dulce doncel temblaba de pies a cabeza, Arthur solo sonrió, aquella era una reacción obvia para un ser tan inocente y tierno como Castiel.

—Sé que puede ser inconsciente pedírtelo de esta manera, pero siento que si no le doy un empujoncito a mi hermano, él nunca va a salir del hoyo en el que él mismo se metió. —Arthur de pronto había bajado la vista entristecido. Castiel se dejó llevar automáticamente por los sentimientos del mayor.

—A Chris... —Musito para sí mismo. —Lo lamento pero yo no creo que... —

—¡Escúchame por favor! —Exclamo el pelinegro sin dejarle continuar. —Si después de oírme, aun quieres rechazar mi petición, yo lo entenderé. –

El muchacho volvía a estar cabizbajo, realmente se sentía incómodo, no podía dejar de pensar que prefería estar en el piso de arriba cuidando a su hermano, en lugar de observar esas flamantes orbes verdes llenas de ilusión, quizás fue esa misma esperanza la que le hizo asentir con la cabeza y oír las palabras del joven médico.

—Escúchame Castiel, sé que mi hermano es un patán, ahora puede parecerte arrogante y presuntuoso, pero él no siempre fue así. —Musito con pena. —Es verdad, siempre fue muy serio y correcto, pero no estaba tan cerrado como ahora, fue esa mujer quien lo dejo así. —Su voz de pronto se vio endurecida, la mano que sostenía aquella taza de té caliente, comenzó a temblar entre la rabia y el resentimiento.

—¿Qué mujer? —Consulto Castiel con curiosidad mal contenida, algo había oído de la propia boca de Chris, sin embargo nunca fue capaz de peguntar más nada.

—Catalina, —respondió arisco, —ella era la pareja de mi hermano, el tonto iluso que cayó en las redes de esa maldita arpía, le saco todo y luego lo dejo plantado en el altar como si nada. —Las palabras salieron como si realmente no hablase con Castiel. Y así era, aquel monologo no representaba nada más que la expresión de su rabia en contra de aquella mujer que había destrozado los sentimientos de su hermano.

El doncel estaba anonadado, un nudo se había formado en su garganta y al oír el tono de voz rabioso del médico, ganas no le había faltado de subir a esconderse en la habitación de Giulian, sin embargo se quedó allí, quieto y callado, en espera de que la historia continuase.

—Yo no sé qué... —Murmuro a medida que el mayor no hacía más que apretar la taza, amenazando con quebrarla.

—No digas nada. —Le freno el mayor dejando la bebida sobre su plato y tomando aire para serenarse. —Era una mujer despampanante, no me sorprende que mi hermano se hubiera enamorado perdidamente de ella, tenía raíces latinas, cabello largo y castaño, ojos color miel y tez clara, su nariz no era pequeña, pero vaya que era respingada y alzaba el rostro mirando a todos hacia abajo como viles súbditos. —Acoto recordando como aquella parada nariz nunca se había visto cabizbaja como la tierna naricita de Castiel. —Era una mujer de un metro setenta, centímetros, pechos parados, una cintura de muerte con caderas anchas y firmes, al igual que sus largas y engañosas piernas, en verdad no me sorprende que mi estupo hermano se dejara atratar, si igual la mujer se comporto como todo aun angel cuando se estaban conociendo. —

Quizás él no lo notara, pero con cada palabra Castiel se hundía mucho más en el asiento, sintiéndose poquita cosa, insignificante ante aquella descripción de mujer.

—Pero era una arpía, —completo molesto, —Tenia una risa encantadora que embriagaba a mi hermano, pero siempre la usaba para burlarse de los demás. Chris, muy imbecil, le dio de todo, joyas, autos, propiedades, la tenía en esta casa viviendo como una reina, pagaba sus clases al gimnasio, sus visitas al spa, cada capricho que ella tenía, él lo saciaba al instante. Pero a ella nada de eso le importo, el día de su boda, aprovecho el revuelo, tomo cierta cantidad de las cuentas de mi hermano y se marchó con su amante, quien curiosamente era un conocido que Chris le presento. —

Vientre de AlquilerWhere stories live. Discover now