Capitulo 24.

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DEREK

Barbara perdió toda la determinación que traía, pude verlo cuando apenas abrí la ventana y su expresión cambio, ella ahora tenía sus ojos más abiertos y estaba petrificada... no supe si del frío o del susto!.

Estaba enfadado con ella, llevaba diez días tratándola con una... cordial indiferencia, que me estaba volviendo loco y ella actuaba como si nada sucediera, en ese momento no supe si de verdad eso era lo que ella quería y me llene de bronca.

Ese no había sido el plan inicial, la idea era que ella viniera a pasar sus vacaciones conmigo y mi familia, y así se olvidara del idiota que le partió el corazón. El problema surgió cuando le hice esa inocente pregunta y ella uso a mi hermana de pretexto para no estar a solas conmigo, eso sí me molesto y desde ahí las cosas cambiaron, tenerla cerca sin poder actuar natural con ella me llenaba de ansiedad.

"Te vas a quedar ahí?, o vas a entrar?", fue lo primero que se me ocurrió decirle y eso la enfado. Barbara entro por la ventana con cara de pocos amigos y fue así como supe que tendríamos una gran discusión.

-Porque me hablas así?, que sucede contigo Derek?-, me dijo en un susurro pero con mala actitud.

Barbara y yo estábamos frente a frente, en medio de la habitación, ella tenía las manos en la cintura y su rostro estaba del color de una cereza.

Que sucedía conmigo?, pues que la quería y a ella parecía importarle un comino, eso sucedía!!!

-No se de qué hablas Barbara, no me sucede nada-, trate con todas mis fuerzas de parecer normal, hasta me encogí de hombros para restarle importancia, yo sabía que eso la terminaría de enfadar... y no pude estar más en lo correcto!.

Fui a sentarme al borde de la cama y ella me siguió con la mirada.

-Ahhhh no?, y porque usaste ese tono cuando me dijiste que entrara?, y porque te has distanciado de mi?, ya nisiquiera me escribes!-, ella seguía enfadada... y porque carajos me hacía reclamos?... ahhhh ósea que de verdad me había extrañado!.

Barbara se acercó un poco, desde mi posición su rostro de muñeca se veía más hermoso que nunca, aún con el intenso color que el enojo le daba a sus mejillas y tuve que contenerme para con tomar sus mejillas entre mis manos y plantarle un beso ahí mismo.

-Pensé que eso era lo que querías Barbara, que tuviéramos una amistad algo más... convencional!-, le dije encogiéndome de hombros y rebuscando en mi mente la palabra adecuada para describir lo que habíamos sido en los últimos días, pero ella estaba que echaba humo.

-Convencional?, cuando te dije eso Hyles?-, solo ella podía susurrar de esa manera, le faltaba poco para empezar a gritar y supe que tenía que detenerla o ardería Troya.

-Que es lo que quieres de mí Barbara?, no logro entenderte!-, yo me había puesto de pie y me había acercado a ella un poco más de lo necesario, invadí su espacio personal, la mire directo a los ojos y estaba tan cerca que sentí su aliento golpear mi mentón cuando exhaló fuertemente por la ofuscación.

Barbara pestañeo repetidamente por mi repentina cercanía, ella solía hacer eso sin darse cuenta cuando estaba nerviosa, su pecho dejo de moverse y me di cuenta que estaba reteniendo el aire.

Mire sus carnosos y sensuales labios enrojecidos por la ira y humedecí con mi lengua los míos de las ganas que me dieron de besarla... al diablo!... pensé en ese momento y estrelle mis labios con los suyos.

Mierda!, ahora sí la cague!!!... Me dije a mí mismo un segundo después.

Barbara se había quedado inmóvil, me retire lentamente y la mire a los ojos estando seguro que me ganaría un buen golpe en la mejilla por el impulso que había tenido.

Un segundo, todo pasó en un lento y agobiante segundo...

Vi los músculos de su cuello moverse sincrónicamente, ella había tragado entero y su mirada estaba perdida en mis atemorizados ojos. Yo no podía ni hablar, estaba preparándome, anticipándome al dolor del golpe que iba a recibir, cuando ella enredo sus manos detrás de mi cuello y me besó.

Eso fue lo más inesperado que había sucedido en mi vida hasta entonces, esa chica no dejaba de sorprenderme, había pensado que me iba a golpear y ella le había dado un golpe contundente a mi corazón.

La abrace, rodee mis brazos en su cintura y la atraje a mi respondiendo con cada fibra de mi ser a ese beso apasionado que ella me estaba dando.

Ese beso... ese beso!, fue el mejor que me hubieran dado, me aferré con todas mis fuerzas a la parte trasera de su chaqueta con ambas manos mientras recorría con mi lengua toda su boca, Barbara me enterró ligeramente sus uñas en los hombros y eso me desenfreno... ella no tenía idea de lo que eso provocaba en mi!.

Su boca sabia a gloria, llevaba tanto tiempo queriendo besarla que tenerla así fue casi como tocar el cielo con las manos, nuestras lenguas se enredaban y se fundían siendo una sola, pero tuve que liberarla por la sola necesidad de respirar.

Seguíamos abrazados, su frente se junto con la mía y respirábamos agitados el aliento del otro. Lleve mi mano detrás de su cabeza y apreté su cabello fuerte pero con cuidado de no tirar de él.

Quería tenerla así para siempre, quería que ese momento se congelara en el tiempo y seguir sintiéndola mía, tan mia como ahora, como siempre debió haber sido.

-D-debo irme-, me dijo y sentí el pesar en su voz.

No podía retenerla conmigo, ella me había mostrado que dejarla libre era la mejor manera de tenerla conmigo y asentí a su favor.

Sus ojos se conectaron con los míos, en un instante le dije todo sin palabras y ella me abrazo fuerte.

Y así pude lograr tenerla a mi lado lo que quedaba de la noche, la abrace fuerte contra mi pecho y dormí respirando el fresco aroma de su cabello... sin lugar a dudas estaba perdidamente enamorado de mi Barbie.

Esa había sido nuestra mejor noche... pero nada es perfecto y menos tratándose de mi familia!!!.

SOLO POR TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora