Capitulo 20.

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-Ma, te enojarías si me voy con Derek por estas vacaciones?, es que de verdad quisiera estar lejos de Andy-, le hable en un susurro, eran las dos de la mañana y ella me había mantenido despierta hablándole de mi "emocionante relación con Derek" -sus palabras no las mías-, y conociéndola, medió somnolienta era más fácil de convencer.

-No uses esa vieja táctica Barbara!-, me dijo en tono de advertencia mientras negaba con su cabeza... demonios!. me estaba oxidando en eso de manipulación a los padres.

Estaba casi segura que Mamá no me dejaría ir, ella era muy estricta con eso del tiempo en familia y nunca me había dejado ir de viaje por más de un día con nadie... ni con tío Charlie cuando el había querido ir a conocer Disney... bueno, aunque el tío no es exactamente alguien a quien confiarle tus hijos, el pobre casi ni puede cuidar de sí mismo!.

-Aunque sé que necesitas alejarte... y ese chico Derek me agrada-, ella hablaba en serio, se notaba en su voz... que tendrá Hyles que todas se rinden a sus encantos?, todas menos yo, eso está claro!.

-Entonces... puedo ir?-, le pregunte un tanto incrédula y ella asintió.

-Pero déjame hablar con Mackenzie en la mañana, quieres?-, mama siempre hablaba de papa refiriéndose a el por su apellido... ummm creo que de ahí viene mi manía por decirle a Hyles, Hyles.

Finalmente me dormí con una sonrisa en los labios y esa noche había tenido uno de los mejores sueños de mi vida, lástima que solo me quedara la sensación y no el recuerdo, que se borro de mi mente cuando Hyles hizo su flamante aparición.

-Hora de levantarse dormilona!-, apenas si había escuchado su voz cuando sentí el almohadazo en el trasero, pero este en realidad había dolido, las almohadas de Mamá eran demasiado pesadas... como es que ella podía dormir casi sobre rocas?.

-Hyyyyyleeeeees, vas a pagármelas!-, salí corriendo de la habitación de Mamá detrás de un muy sonriente y pagado de sí mismo Hyles, pero frene en seco cuando llegue a la cocina y todos estaban sentados en la mesa esperándome para desayunar.

-Buenos días Barbara-, la voz de papa dejaba ver que estaba un poco molesto y de un leve y muy rápido movimiento tome asiento... estará molesto porque un chico alto y atractivo había llegado de la nada, había logrado hacer salir de la casa a su querida hija y había dormido en su habitación?... naaaa debe ser cosa de la edad!.

Descubrí la causa de la molestia de papa cuando me percaté que mama había dejado que Derek le ayudara a hacer los panqueques y el los estaba apilando en un plato que luego dejo en el centro de la mesa... el único trabajo de papa en la cocina era hacer panqueques, esa era prácticamente su especialidad!.

Tio Charlie ya se había encariñado de Hyles cuando este empezó a hablarle de Rugby, el tío era fan del equipo local y la conversación estaba siendo casi como un partido de Ping pong entre ellos y papa aprovechó el momento para hacer su aparición.

-Y... Derek, hablamos de tu familia-, la pregunta suelta de papa hizo que me tragara entero el trozo de panqué que acababa de llevarme a la boca... afortunadamente Derek los había hecho suaves y esponjosos, o estaría siendo víctima de una dura maniobra de Heimlich.

No entendí de donde el sacaba tooooda esa seguridad, papa lo bombardeaba de preguntas a pesar de las duras miradas que mama le daba para que dejara a mi amigo en paz, no obstante Derek no se amedrentó con ninguna de ellas, es más, cualquiera diría que una de sus facultades es ser psíquico porque estaba respondiendo exactamente lo que papa quería oír, lo supe por la ligera sonrisa que papa trato de disimular con la taza de chocolate en los labios.

-Barbara, sé que te vas con Derek y su familia a las montañas y espero que vuelvan para pasar el último fin de semana aquí en casa, iremos a pescar-, esas fueron las mejores palabras que había escuchado de papa en toda la mañana... un momento, vuelvan?, acaso el quería que trajera de nuevo a Derek?.

-Vuelvan pa?-, mi voz sonó como el maullido de un pequeño gatito asustado.

-No creerás que dejaré que su familia te lleve de paseo y tú vuelvas sola aquí, he decidido que le enseñaré a pescar-, eso había sido como una orden militar, sin espacio para titubeos... aunque por la sonrisa de Derek el estaba de acuerdo.

Salimos de la casa de mis padres antes del medio día, Derek dijo que pasaríamos a almorzar en el camino y que no quería que nos llegara la noche en carretera.

Estando a solas en el auto pude notar que algo había cambiado entre nosotros, algo que no sabría describir exactamente pero que me estaba empezando a poner nerviosa, parecía como si una barrera invisible se hubiera roto entre los dos y ahora ya no hubiera algo que lo mantuviera cerca pero a la vez convenientemente lejos.

Derek y ese Volvo eran como hechos el uno para el otro, el estaba muy concentrado conduciendo y mirando atento a la carretera, mientras yo observaba cada uno de los bellos rasgos de su rostro.

El azul de sus ojos se definía más con sus pupilas contraídas por la luz del Sol que se mitigaba un poco por el polarizado de los vidrios, aún así esos ojos se veían espectaculares con sus largas y curveadas pestañas que se juntaban cada dos segundos para separarse y casi rozar las pobladas y oscuras cejas que...(Derek se aclaró la garganta)... Dios!, estaba de nuevo en el mundo "cuando Barbara ve los ojos de Derek", que vergüenza!.

-Si tomas una fotografía la vista te durará más-, Derek tenía una sonrisa que trataba de reprimir apretando los labios y yo me volví a ver al frente, a la carretera, y estando absolutamente roja de la vergüenza.

-No sé que dices Hyles, yo solo estaba viendo... es que... tú lado de la carretera se ve más bonito-, le dije llevándome un mechón de cabello detrás de la oreja... patrañas!!!, ehhh momento incomodo!.

-Te gustan mis ojos, lo sé-, Derek se encogió de hombros,
-y no te avergüences, a mí me gustan los tuyos-, me dijo con su sexy sonrisa en los labios y pude recordar como era que se respiraba, sonreí ampliamente y Derek tomo mi mano dejándome un pequeño beso en los nudillos.

Ese pequeño beso hizo que sintiera un cosquilleo que subió por mi mano hasta el pecho, mi corazón se aceleró golpeando fuerte contra el y haciéndome acelerar el ritmo de la respiración, y en ese momento supe que los siguientes diecisiete días serían los más largos de mi vida... como se suponía que iba a sobrevivir a su diaria presencia por casi veinticuatro horas y no morir en el intento?... acepto sugerencias!!!.

SOLO POR TIWhere stories live. Discover now