Capitulo 16.

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El frío que se escabulló dentro del autobús me dio aviso que habíamos entrado a mi ciudad, estaba ansiosa por llegar, quería ver a mi familia y especialmente quería ver a Andy.

El autobús se detuvo en la terminal y como pude cargue la maleta y baje a toda prisa, nadie me esperaba, mi llegada era una completa y absoluta sorpresa para todos, así que tome el primer taxi y le di al chofer la dirección de la casa de mi amado novio Andy.

Hacia un frío del carajo, sentía que se calaba hasta mis huesos y estuve segura que me había desacostumbrado al frío en mi nueva ciudad.

El taxi se detuvo a dos casas de distancia, baje del auto después de pagarle al conductor y respire profundo al ver que todo en ese lugar estaba exactamente como lo recordaba... excepto porque el frío se había mudado del polo norte a mi ciudad natal!.

Arrastre la maleta hasta el contenedor de basura junto al poste de luz de la casa de Andy, si no me equivocaba la reja de la entrada seguiría haciendo el mismo rechinante sonido al abrirse que cuando pasaba casi todos los fines de semana en su casa.

Camine a un costado de la casa, la ventana de la habitación de Andy estaba en el segundo piso y daba al costado externo de la propiedad. Pude ver las luces encendidas en su habitación, ya había comenzado a anochecer y debía darme prisa antes de morir congelada... mi cuerpo hecho paleta y con una gran sonrisa, eso sí hubiera sido una gran sorpresa!.

La puerta de la cocina seguía sin seguro, sus padres debían estar por llegar del trabajo y Oruga, su viejo pastor inglés me quería tanto que no hizo más que saltar y mover la cola al verme.

-Ya bájate amigo!-, le susurré al efusivo can cuando se interponía entre las escaleras y yo... que le sucedía al peludo?, porque demonios no me dejaba subir?.

Logre llegar a la segunda planta dejando a Oruga chillando en la parte de abajo, camine sigilosamente por el pasillo de la casa y llegue a la puerta entre abierta de la habitación de Andy.

Mi corazón palpitaba fuerte, no tanto como había creído, era un latido más de aventura que de ilusión.

-Sorpresa!-, grite abriendo la puerta que chocó fuerte contra la pared.

Sorpresa fue la que me lleve yo!.

Andy, mi amado y supuestamente fiel novio, estaba entre las acolchadas cobijas con alguna fulana que nunca había visto. Ella sonrió algo ingenua y la expresión con la que tanto me había hecho ilusión, se dibujó en el rostro del sinvergüenza.

-Barbara!-, se atrevió a susurrar mi nombre, yo estaba pasmada en la entrada de su habitación y la palma de mi mano aún sostenía la puerta.

La sonrisa de la chica al escuchar mi nombre se borro de inmediato, Andy se sentó al borde de la cama y se puso su bóxer mientras cubría sus partes no tan nobles con las cobijas... debí haber dormido con Hyles!, calla, que estupideces dices Barbara?.

Andy subió sus pantalones y buscaba su camiseta mientras la chica sostenía la cobija sobre su pecho luciendo demasiado avergonzada... así que sabias quien era yo!, zorra!.

Mis ojos se habían llenado de lágrimas y tenía un enorme nudo en la garganta, mi corazón que se había detenido momentáneamente retomó su ritmo bombeando sangre a mis piernas que reaccionaron y corrí de vuelta al exterior de la casa.

-Espera Barbara!-, Andy me detuvo tomándome de la muñeca cuando quise tomar mi maleta en la acera de su casa.

Algo hirvió en mi interior, sentí los jugos gástricos quemar mi garganta y deshacer el nudo que me obligaba a callar, apreté fuerte la mano que el no sostenía, me di vuelta quedando de frente al desgraciado y con todas las fuerzas que jamás pensé tener, impacte mi puño en su nariz... auchhh eso debió doler!.

-Eres un maldito infeliz!-, le grite a todo pulmón cuando el había caído al suelo.

-Y tú pequeña zorra, quédate con el, no vale la pena!-, le grite a la morena que salía vestida de la casa de mi ex, si, mi ex novio.

Había sangre saliendo de la nariz de Andy y escurriendo hasta sus labios... sus cochinos y traicioneros labios!.

Decidí que no valía la pena seguir en ese lugar y me fui arrastrando las ruedas de mi maleta por la calle. Camine dos cuadras, solo dos cuadras de distancia separaban nuestras casas, abrí la reja y me senté en la escalera de entrada. 

Llore, deje salir toda la frustración que sentía con mis manos cubriéndome el rostro, no sabía cuánto tiempo llevaba afuera hasta que el tío Charlie se sentó junto a mi... tenía que ser el, esa apestosa colonia solo podía usarla el.

-Te enteraste?-, su voz calmada me tomo por sorpresa... él sabía?, cuantos más sabían entonces?.

-Lo sabias?-, le pregunte con voz entrecortada, yo había sacado mi rostro de entre las manos y lo miraba atentamente, y el asintió en respuesta.

-Decidimos no decírtelo hasta el día que fuéramos a recogerte al terminal, no tenía sentido que te partieras la cabeza pensando en el chico mientras estabas en la universidad, además... no sabíamos que sucedía, solo lo habíamos visto un par de veces con esa chica-, la voz del tío Charlie seguía siendo calmada y el negaba con su cabeza mientras hablaba... tal vez me hubieras evitado verlo desnudo en su cama con ella genio!.

El tío Charlie llevó mi maleta adentro de la casa y fui directo a mi habitación, en la que tantas veces había estado con el idiota aquel.

Decir que no me había dolido lo que sucedió sería una total y absoluta mentira, esa noche no salí a cenar con mis padres, estuve en mi habitación llorando, destruyendo cada uno de sus obsequios e ignorando el mensaje y la llamada de Hyles.

Tenía la desgracia de vivir muy cerca de el, habíamos sido vecinos toda la vida y teníamos casi los mismos amigos... decidido, me quedaría a hibernar en mi habitación por todo el mes hasta el día que tuviera que volver a la universidad!.

SOLO POR TIWhere stories live. Discover now