- Ya está todo bien.- dijo Connor tratando de consolarla.- Ya se acabó su jueguecito.

- Quiero que esta puta pesadilla acabe de una vez.- dijo Thanya mientras seguía abrazando a su hermano.

Connor se separó de ella y agarró su rostro con ambas manos.

- Ya estamos cerca. Tan solo tenemos que subir el cadáver a la superficie y enterrarlo. Después de eso seremos libres.

Thanya asintió con una pequeña sonrisa de esperanza y deslizó su manga por su rostro, secando la mayoría de sus lágrimas.

- Vamos, no quiero seguir más tiempo en este psiquiátrico.- dijo Connor.

- Espera Connor... ¿No has escuchado el disparo? Papá y Zack pueden estar en problemas. Debemos volver con ellos. Quizás necesiten nuestra ayuda.

- No podemos hacer nada Thanya. Mientras sigan allí abajo no hay forma de llegar hasta ellos. No sabemos porque han disparado el arma, pero...

De pronto, en cuestión de unos diez segundos, volvieron a escucharse dos disparos más.

- ¡Joder!- gritó Thanya.- ¡Necesitan nuestra ayuda Connor!

Thanya comenzó a correr hacia las puertas giratorias. Connor trató de detenerla agarrándola del brazo, pero rápidamente se deshizo de su agarre. Una vez llegó hasta ellos, empujó con todas sus fuerzas, pero no consiguió hacerlas girar ni un solo centímetro.

- Thanya...

- ¡Están atascadas! ¡Tengo que darle de nuevo al interruptor!

Corrió hacia el cuarto del conserje y dio un brinco hacia su interior apoyándose en el marco de la cristalera. Se abalanzó sobre el panel de control y comenzó a apretar uno por uno todos ellos, pero ninguno activó las puertas.

Furiosa, Thanya volvió a salir del cuarto de conserje y corrió hacia las puertas giratorias. Las empujó y golpeó con todas sus fuerzas pero no sirvió para nada. La cambiapieles no iba a permitirle cruzar de nuevo. Frustrada, Thanya se dejó caer de rodillas contra el suelo, para a continuación cubrir su rostro con ambas manos.

Connor se acercó a su hermana y apoyó la mano sobre su hombro.

- Vamos Thanya, no podemos hacer nada. Lo único que está en nuestras manos es desear que todo vaya bien allí abajo para ellos dos, pero no podemos ayudarles. Seguro que consiguen subir hasta aquí y salir sanos y salvos, pero mientras tanto debemos continuar nosotros solos.

Thanya se giró hacia su hermano y le miró fijamente. Aunque le dolía en lo más profundo de su corazón, no había nada que pudieran hacer para ayudar a su padre, tan solo esperar que Zack y él consiguieran encontrar la forma de subir. Pero mientras eso ocurría, no podían quedarse esperando, debían enterrar al cadáver para poner
fin a todo.

Connor estiró su mano hacia Thanya y estas, tras algunos segundos la aceptó. Connor estiró de ella y le ayudó a ponerse en pie.

- Yo cargó la camilla.- dijo Connor mientras comenzaba a empujar la camilla hacia la puerta del ascensor.

Al llegar hasta ella, Thanya apretó el botón e inmediatamente las puertas se abrieron ante ella. Dejó que Connor se introdujera primero junto a la camilla y después ella entró. Estiró de la palanca y, tras cerrarse las puertas de nuevo, el ascensor comenzó a subir. Ir subido en aquel ascensor atemorizaba al más valientes. No paraba de tambalearse violentamente y su mecanismo crujia de tal forma que parecía que iba a desplomarse en cualquier momento.

Cuando el ascensor se encontraba a mitad del recorrido, se escuchó otro disparo, está vez mucho más flojo y lejano. Tanto Connor como Thanya se limitaron a cerrar sus ojos sin mediar palabra. En unos pocos segundos más, el ascensor dio un fuerte tambaleo y se detuvo en seco. Las puertas se abrieron tras de Thanya y esta salió del ascensor para dejar paso a Connor. Se encontraban de nuevo en aquel largo pasillo que habían descubierto al romper las escaleras.

Connor empujaba la camilla a través del oscuro pasillo junto a Thanya, alumbrados únicamente por las pocas bombillas que se mantenían a lo largo de tantos años. Caminaban en silencio, concentrados en lo que iban a hacer.

Pese a que el pasillo era largo, la adrenalina y las ganas de poner fin a aquella pesadilla hicieron que rápidamente llegaran hasta el agujero que daba entrada a la casa de los Mason. Por este agujero se colaba una gran cantidad de blanca luz, procedente del sótano.

Thanya fue la primera en cruzar el agujero y poner pie de nuevo en su casa, para después ayudar a Connor a introducir la camilla por encima de la gran cantidad de escombros que habían en el suelo. Tras un considerable esfuerzo consiguieron meter la camilla en el sótano, pero iba a ser imposible subirla por las escaleras, ya que estaban totalmente destrozadas. La única opción parecía ser cargar a Azel en brazos y cruzar por un pequeño hueco por el cual los escalones seguían intactos.

- No vamos a poder subir la camilla por aquí.- dijo Connor con las manos sobre sus caderas.

Thanya negó mientras se acercaba a los escalones.

- ¿Crees que podrás pasar por aquí con ella en brazos?- preguntó Thanya.

Connor observó aquella zona donde los escalones todavía se conservaban y resopló.

- Supongo que sí, no tenemos otra alternativa. Por favor, coge tú los brazos y esa pala, la necesitaremos para cavar su hoyo.

Connor señaló una vieja pala que se encontraba apoyada sobre una estantería. Estaba cubierta por el barro y por polvo, pero era totalmente necesaria. Thanya se acercó a ella y la agarró con una de sus manos, para después coger una bolsa de plástico que se encontraba cerca.

Introdujo los dos brazos de Azel en el interior de la bolsa y la cerró con un nudo, para después subir por el pequeño hueco de escalera con mucho cuidado, cargando en una mano la pala y en otra la bolsa. Una vez llegó hasta el final de las escaleras y alcanzó el primer piso, Connor se acercó al cadáver y cargó con él.

Pasó su brazo izquierdo por detrás de la nuca de Azel y su brazo derecho por debajo de sus muslos, para después levantarla a pulso con un pequeño esfuerzo. Con el cadáver ya en brazos comenzó a subir las escaleras, teniendo mucho cuidado por no tropezar y caer por el agujero. Consiguió subir hasta el final sin muchas dificultades y junto a Thanya comenzó a andar hacia la puerta principal. Avanzaron por la cocina, tratando de no observar al cadáver de Russell, el cual ya estaba rodeado de ruidosas moscas y entraron en el recibidor principal.

Miles de sensaciones distintas bombardeaban sus sentidos al caminar por aquella casa. Había sido el hogar donde habían crecido, la casa de su infancia, pero también había sido el lugar donde habían vivido los días más horribles de sus vidas.

Al llegar hasta la puerta principal, Connor hizo un seña a Thanya y esta estiró del mango de la puerta.

Al abrirla, varios copos de nieve chocaron contra sus rostros, a la vez que un rojizo amanecer ya comenzaba a asomarse por encima de las montañas.

Al abrirla, varios copos de nieve chocaron contra sus rostros, a la vez que un rojizo amanecer ya comenzaba a asomarse por encima de las montañas

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