Está entre nosotros.

50. Unión

John apretaba con fuerzas entre sus brazos, tratando de proporcionarle un consuelo que sería difícil de conseguir. Todo había ocurrido demasiado rápido. Cada uno de ellos sabía que el riesgo de perder a alguien de la familia era real y muy probable, pero era una situación demasiado dura como para asimilarla.

- No podemos dejarla aquí.- dijo Connor, que ya se había levantado y se había acercado a su hermana y a su padre.

John y Thanya se soltaron y ambos miraron a Connor. Tras secarse algunas de las lágrimas que recorrían su mejilla, Thanya se puso en pie mientras observaba a su madre.

- Sí... hay que moverla de aquí.- contestó Thanya.

John seguía sentado sobre el suelo, frotando sus ojos con ambas manos.

- Thanya... Connor... tengo algo que deciros.- comentó John mientras se levantaba apoyándose en su prótesis de aluminio.

Los dos hermanos se acercaron a John y se colocaron enfrente suya. Por más que intentaba articular palabras, estas se atragantaban en su garganta entre lloros y lamentos.

- Tranquilo papá...- dijo Connor apoyando su mano sobre el hombro de John.- ¿Qué ocurre?

John suspiró durante bastantes segundos mientras sacudía energéticamente los dedos de ambas manos.

- La mejor forma de deciros esto creo que es hacerlo de forma directa, sin rodeos.- dijo John.

Thanya y Connor miraban atentos a su padre, expectantes y preocupados ante lo que estaba por decirles.

- Yo maté a mamá.- dijo John con los ojos cerrados y con su voz entrecortada.

- ¿Cómo?- preguntó Thanya justo antes de colocar su mano sobre su boca.

Connor se giró y miró al techo mientras acariciaba su frente.

- La cambiapieles me hizo alucinar. Vi a cientos de presos correr hacia nosotros. Parecía que vuestra madre también los veía. Conseguimos encerrarnos en una celda antes que nos alcanzaran, pero al poco tiempo desapareció de mi vista. De pronto, el sonido de los presos desapareció y salí al pasillo para buscarla. Pero lo único que encontré fue a un tío enorme que me buscaba de celda en celda. No conseguí esconderme de él y me agarró. Sabía que era una visión,  que no existía, pero lo tenía encima a punto de matarme y... y disparé la escopeta.

Connor se giró y observó de nuevo a su padre. John sonaba totalmente conmocionado y sus ojos no cesaban de expulsar lágrimas.

- Pero como era obvio, aquel hombre no existía y a la que dispare fue a ella...- añadió mirando al cadáver de su mujer.

Thanya cerró los ojos y tapó su rostro con ambas manos. John bajó la vista y la dejo fijada sobre el sucio suelo.

- No es culpa tuya.- dijo Connor acabando con el silencio.- Solo tratabas de sobrevivir... era imposible que supieras que ella estaba allí.

- No te culpes más papá...- añadió Thanya.- Todo es culpa de la cambiapieles. Hay que acabar cuanto antes con todo esto. Se que lo que voy a decir es muy difícil, pero debemos transformar este dolor en energía para acabar con ella. Juntos podemos, saldremos de esta juntos.

Connor asintió con lágrimas en sus ojos. John miró a sus dos hijos y tras unos segundos, estiró sus dos brazos pidiendo un abrazo. Tanto Connor como Thanya se acercaron a él y lo envolvieron con sus brazos.

Los tres Mason compartieron un familiar abrazo. Debían seguir juntos para salir vivos de aquella pesadilla. La solución al conflicto parecía estar cerca, no podían decaer en aquellos momentos

Tras algo más de un minuto, los tres se separaron y miraron al cadáver de Eve.

- ¿Qué os parece si la tumbamos en alguna cama de las celdas?- preguntó Connor.

Tras un breve intervalo de tiempo, Thanya contestó :

- Me parece bien. Es mejor que dejarla aquí tirada en el suelo.

Solo faltaba la opinión de John, que al ver que Thanya y Connor le observaban en busca de su opinión, asintió con una pequeña sonrisa en su rostro.

Connor se acercó a su fallecida madre y la agarró por las axilas, mientras que Thanya hacía lo mismo con sus tobillos. Connor contó hasta tres y la levantaron a pulso, para después caminar hasta la celda más cercana. La sangre chorrea de la herida, creando un inmenso río de sangre en el suelo. Mientras Connor y Thanya llegaban hasta la celda, John les adelantó y abrió la verja de esta. Ambos entraron a la sala y, con sumo cuidado, tumbaron a Eve sobre el duro colchón.

Thanya deslizó dos dedos por los parpados de Eve para dejar cerrados sus ojos y cerró también su boca. Thanya fue la primera en dar un último adiós a Eve, abrazandola durante algunos segundos, provocando que las lágrimas volvieran a aparecer.

El siguiente fue Connor, que al igual que su hermana abrazó a su madre por última vez y le dio un beso en la mejilla. Y en último lugar, John agarró las dos manos de su mujer y las apretó con fuerzas para después besar sus labios con delicadeza.

Tras despedirse, John se decidió a abandonar aquella celda con el alma partida en dos. No había sentido jamás un dolor parecido.

Al llegar hasta la verja, apoyó su mano sobre ella y tras algunos segundos, la cerró lentamente. Debían pasar página por muy imposible que fuera para poder salvarse.

- Volvamos con Zack.- dijo Connor.

Thanya y John asintieron y los tres se dirigieron hacia la puerta electrónica. Al llegar hasta ella, John la abrió y los Mason entraron a la sala de ordenadores de nuevo.

Al hacerlo, observaron a Zack sentado sobre una silla endeble enfrente del único ordenador que funcionaba.

Al escuchar que tenía compañía, Zack se giró y les miró para después decir :

- Tenéis que ver esto. Está todo lo que necesitamos saber sobre Azel Roth.