Capítulo 27: Prométeme que el mañana comenzará contigo.

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"Es siempre tener y nunca mantener, has empezado a sentirte como en casa, lo que es mío es tuyo para dejarlo o tomarlo, lo que es mío es tuyo para hacerlo propio...Oh sé mi bebé que yo cuidaré de ti...yo cuidaré de ti." -Look after you / The fray.


-Harry cariño... ¿Estás completamente seguro de esto? ¿Enserio te mudarás? Tienes apenas diecisiete años amor.-

Harry sólo se limitó a suspirar pesadamente, ésta era la vez número cinco que su madre le hacía las mismas preguntas. Era verdad que aún ni siquiera era mayor de edad pero él ya estaba decidido a irse a vivir al departamento del castaño; además su madre ya le había dado el permiso, lo que significa que también estaba de acuerdo con la idea. Pero la pelinegra no podía siquiera imaginar en la soledad en la que quedaría la vieja casona con la ausencia de su hijo menor. No soportaba la idea de que su pequeño retoño ya era todo un muchacho de los pies a la cabeza.

-Mamá, ya hablamos de esto...- Espetó el rizado mientras recorría la habitación tomando sus objetos y empacándolos en las grandes y marrones maletas. La pelinegra observaba a su hijo desde la corta lejanía de la puerta de la pieza.

-Lo sé.- Anne suspiró. -Te voy a extrañar mucho Hazz.- Confesó suavemente y Harry se detuvo a observarla.

-Mamá, me harás llorar..., no es cómo si me estuviese mudando a la otra parte del mundo, sólo estaremos a unas horas de distancia. Además vendré cada vez que pueda a visitarlos.-

La mujer asintió lentamente y se acercó a su rizado hijo para abrazarlo. Harry cerró los ojos ante el reconfortante y cálido contacto que su madre le estaba brindando. Él también extrañaría demasiado a su madre; extrañaría sus gritos cada vez que quería despertarlo, extrañaría esa calidez de hogar de familia, extrañaría los desayunos en la cama, extrañaría la suave y dulce risa de su madre. Pero no había nada que hacer, después de todo, todas y cada una de las personas deben crecer algún día y volar del nido, de la familia, para poder comenzar a formar una por cuenta propia, y aunque Harry era aún un jovencito inexperto y temeroso, estaba más que dispuesto por comenzar a recorrer por su cuenta los difíciles y bellos caminos de la vida. La mujer se separó del abrazo y limpió con disimulo las diminutas lágrimas que corrían en sus mejillas.

-Estoy muy orgullosa del muchachito en el que te has convertido Hazz.- La pelinegra habló con su voz entrecortada y gangosa debido al llanto. -Y pensar que parecía sólo ayer cuando eras un pequeño niño que debía recurrir todas las semanas al hospital para poder vivir, mírate ahora Harry, eres un chico fuerte y esbelto, me llenas de orgullo amor.- Los ojos de Anne rebosaban admiración y lágrimas mientras observaba a su pequeño gran retoño.

-Mamá...- Harry estaba completamente seguro de que su mamá lograría hacerlo llorar de una u otra forma, aunque él estuviese aguantando con esfuerzo las lágrimas. Al fin su madre descansaría después de pasar tantos años cuidando de su salud, llevándolo al hospital a altas horas de la madrugada cuando él era un pequeño y las enfermedades atacaban con más fuerza, o llevándolo a chequeos médicos cuando ya era un poco más grandecito, o incluso hasta ahora seguía cuidando minuciosamente de él, recordándole cuando debía tomar sus pastillas, y atendiéndolo con cariño cada vez que él despertaba a diferentes horas de la madrugada con fiebre. Harry estaba muy agradecido con su madre por todo lo que había hecho, pero ahora que él ya era un muchacho y podía cuidarse por su cuenta, por fin la dejaría en libertad luego de estar tantos años presa por la enfermedad que el poseía, finalmente Anne tomaría su merecido descanso.

Llegó al departamento de Louis en un taxi, pues llevaba demasiadas cosas como para acarrearlas por la calle o para subirlas a un autobús. Agradeció que el chofer fuese uno amable y lo ayudara a entrar todas las cosas hasta la puerta del departamento del castaño. Cuando Harry le entregó el dinero y el taxi finalmente se marchó, justo en ese momento la puerta del gran departamento se abrió y Louis salió apurado con una tostada a medio salir de su boca y colocándose con dificultad un abrigo de algodón fino.

Our Star. {Larry Stylinson} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora