Capitulo 5: Del cielo caen estrellas sin oír deseos.

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"...y no lo sé y tengo miedo cariño, porque cada vez que me haces sufrir, cada vez que eres cruel conmigo, siento que caigo más en tus redes, y sé que esto no es sano, no. pero ya no hay nada que pueda hacer..."

Por la mañana siguiente Harry amaneció con fiebre. Anne le llevó un paño frío junto a un té verde e insistió en que por hoy debería faltar a clases.

-Pero estoy bien, en serio. Ya me siento mejor.- Protestó Harry dando leves pucheros mientras buscaba la aprobación de su madre.

-Por ahora, pero no sabemos qué puede llegar a pasarte mientras estás en la escuela Harry, y no podré pasar por ti si empeoras, recuerda que tengo trabajo cariño.- Espetó la pelinegra mientras acomodaba las frazadas del rizado. Harry rodó los ojos mientras soltaba un pesado bufido.

-De acuerdo...- Murmuró débilmente en derrota mientras apoyaba la pequeña taza de porcelana en la mesita de luz y se recostaba nuevamente en la mullida cama.

-¿Por qué de repente tanto interés en ir a la escuela? Tan solo ayer casi lloras por no ir y hoy por poco y suplicas por no faltar.- Preguntó Anne arqueando una ceja. -¿Hay alguna afortunada que tenga tu corazón?-

-Mamá.-

-No hay nada de malo en estar enamorado hijo.-

Harry soltó otro bufido escabulléndose por debajo de las tibias mantas, cuando su madre se ponía a hablarle sobre esas cosas sentía ganas de ponerla en modo "mudo".

Anne sonrió maternalmente y acarició la cabeza de su pequeño hijo por sobre las telas.


-Te traeré tus medicamentos cariño.- Y con una última mirada a su muchachito abandonó la habitación.

Harry salió de su escondite de entre las sábanas y tomó su celular por debajo de las almohadas enviándole un texto a Niall.

-"Hoy no podré ir a la escuela, una de las estúpidas enfermedades me atacó y debo quedarme en casa, no te preocupes por mí, cuídate rubio. H xX"

A los pocos minutos el tono "Isn't she lovely" del fabuloso Stevie Wonder lo hizo sobresaltar. Un mensaje de Niall.

-"Empezaba a pensar que Tomlinson te había ahogado en una de las cubetas de agua ayer, ¿No te hizo nada cierto?"- Una leve risa salió de los labios de Harry.

-"Nop. Pero me dejo haciendo todo el trabajo a mí, da igual."-

-"Deberías aprender karate o algunas de esas artes marciales de los asiáticos para defenderte Harry".- Otra leve risa inundo la habitación. Niall tenía un maravilloso sentido del humor y eso al ojiverde le parecía genial.

Anne arribó nuevamente al cuarto con el bolso de medicamentos entre sus manos.


-Aquí tienes cariño, tómate unas dos, y luego trata de dormir ¿Sí?- Harry asintió levemente. -Si me necesitas estaré abajo preparando el almuerzo.- Otro leve asentimiento.

La mayor parte de la semana sólo eran Harry y Anne en la casa. Su padre trabajaba hasta altas horas de la noche y casi nunca podía verlo. Usualmente el rizado estaba en su quinto sueño cuando su padre arribaba en la casa con su rostro cansado luego de una larga jornada, y nunca podía verlo o pasar algo de tiempo con él. Gemma había empezado la universidad hace un año, y estaba hospedándose en un departamento con su amiga para estar más cerca del establecimiento. Harry suponía que el cambio abrupto en su madre por tratarlo bien se debía a eso. No le quedaba otro remedio que hacer las paces con él, quizás su madre se sentía muy sola allí en la vivienda por lo que optó por empezar a portarse bien con su muchachito enfermo.

Our Star. {Larry Stylinson} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora