Capitulo 7: Disfruta la luz de sol, mañana vendrá la tormenta.

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"Tómame, hiéreme, juega conmigo, dejaré que me hagas lo que quieras, pero por favor no te alejes de mi."

Jueves 6:30 a.m

Esa mañana Harry arribó más temprano de lo esperado al colegio. Se dirigió al salón para esperar por la llegada de Niall, pero unas estrepitosas risas provenientes del interior del aula lo hicieron detenerse detrás la puerta y oír atentamente.

-Eso suena genial Lou, ¡muero por ver la cara de ese idiota!-

Era la voz de Zayn, el detestable amigo del ojiazul. Al parecer ellos también habían arribado temprano. Harry rodó los ojos con fastidio, no estaba de humor para aguantar a esa manga de insoportables aquella mañana, aunque una extraña sensación parecida a la alegría picó en su estómago al escuchar la voz de Louis.

-Va a ser el mejor espectáculo que hayas visto en años amigo, ese tonto no sabe lo que le espera.- Espetó Louis y ambos rieron a la par. Sus risas sonaban malvadas y Harry se preguntó quién sería la pobre víctima blanco de las fechorías de ese par de locos.

Abrió la puerta lentamente y al instante las miradas de ambos muchachos se posaron sobre él. Una soberbia sonrisa se formó en el rostro de ambos, pero los ojos de Harry sólo se posaron en el castaño. Este arqueó una ceja y camino lentamente hacia él.

-Hey, hola Harry.- Soltó amablemente, pero su tono era falso y Harry lo sabía. Retrocedió nervioso unos pasos atrás por instinto.

-Iré a buscar mis libros.-

Espetó el ojinegro, guiñándole un ojo a Louis antes de irse y Harry comenzó a temer. Eso empezaba a ponerse raro, y el miedo y nerviosismo crecieron en su interior. Quizás Louis ya sabía que le gustaba e iba a darle una golpiza ahí mismo, Harry quería salir corriendo.

-H-hola- Balbuceó con retraimiento.

Louis empezaba a invadir su espacio personal y el ojiverde estaba seguro de que en ese momento su rostro se parecía más a un tomate maduro que a un rostro humano. Sus mejillas hervían, y su sangre bullía con la misma intensidad dentro de sus venas.

-Siento irme así el otro día, tenía ciertos asuntos que arreglar, ya sabes, la familia, problemas en casa.-

Soltó por lo bajo mirando fijamente los orbes de Harry. La vista del ojiverde bajó a los labios de Louis. estos eran finos y de un rosa claro y eran demasiado bonitos. Como todo en Louis.

Harry se mordió fuertemente su labio inferior. A esa distancia podía ver cada detalle del rostro de Louis, cada imperfección en su rostro, si es que podía llamar así a esas pequeñas marquitas que anunciaban antiguo acné, porque aunque las personas normales llamaran a eso "imperfecciones" en Louis se veían como piezas talladas a mano, todo en él hacía un perfecto balance de perfección, él era todo un adonis y Harry se odiaba por encontrarlo tan irreal.

-N-no te preocupes, entiendo.- Contestó titubeante el rizado.

Louis se acercó más y tomó uno de sus rizos jugando divertidamente con él. Un leve escalofrío corrió por la espalda de Harry. El aroma a pinos del perfume de Louis era embriagador y llenaba lentamente sus fosas nasales y si Harry permanecía unos segundos más cerca de él iba a cometer un acto del que luego se arrepentiría. Pero por alguna razón no podía alejarse, sentía como si su cuerpo ya no le perteneciera, a duras penas se sostenía en sus débiles pies, y sus rodillas amenazaban con flaquear en cualquier momento.

-Hueles a jazmines.- Susurró Louis con voz ronca y muy baja, sólo perceptible para los oídos del joven ojiverde. Ante eso, los diminutos vellos de los brazos de Harry se erizaran. Se sentía como si estuviese poseído bajo algún hechizo, pero se sentía bien.

Our Star. {Larry Stylinson} TERMINADAWhere stories live. Discover now