Our Star. {Larry Stylinson} TERMINADA

Capítulo 14: Siguiendo la luna no llegaré demasiado lejos.

"Y todos mis amigos están tratando de calmarme porque estoy gritando tu nombre por toda la ciudad, juro que si voy ahora podría hacerte cambiar de pensamiento, cambiarlo todo por completo. Sé que estoy borracho, pero pronunciaré las palabas y esta vez escucharás, incluso aunque arrastre las palabras. Marqué su número y le confesé que todavía estoy enamorado, pero todo cuanto escuché fue nada..." Nothing- The Script

Dos semanas después.

La música retumbaba fuertemente en los oídos de Louis y las luces de neón cegaban su vista mientras una rubia voluptuosa se fregaba con suciedad en su cuerpo. Buscó con su mirada a Zayn quién se encontraba a unos cuantos metros de él mezclando su saliva con una castaña muy bonita.

-Necesito que me folles ya mismo.- La voz ronca y necesitada de la mujer susurró en su oído haciéndole erizar la piel al castaño. Su aliento a alcohol inundo sus fosas nasales al instante, Ambos estaban en un estado más que deplorable luego de haber bebido unas cuantas copas.

-Te necesito adentro mío, ya mismo.- Otro susurro que hizo perder la poca cordura de Louis.
En ese instante la jaló fuertemente del brazo guiándola hasta los sanitarios más cercanos.
Los baños desprendían un olor putrefacto y el vómito reinaba en sus descuidadas baldosas pero eso no detuvo al ojiazul, sus ganas de follar en ese momento eran más grandes que el asco.
La arrojó con brusquedad dentro de un cubículo y la acorraló contra la pared besándola fieramente. Ambas lenguas luchaban apasionadamente en una danza erótica, pidiendo por más de cada uno. Mientras ella soltaba leves jadeos, Louis batallaba por desabrochar sus apretados jeans.

-Por favor, fóllame. Ahora.-

-Dilo otra vez, di cuanto me necesitas adentro tuyo gatita.-

-Te necesito adentro mío, ¡diablos!-

Y eso fue suficiente para que Louis comenzara a cumplir sus ruegos.
El castaño amaba ver cómo las mujeres rogaban por ser folladas por él, mandando al diablo su orgullo y ego por sólo una noche de lujuria.
Louis la tomó por la cintura alzándola y haciendo que la rubia enredara sus largas piernas en su trabajado torso, él daba leves mordidas y besos en su blanquecino cuello dejando violáceas marcas que no se irían en días.
La rubia utilizaba una falda bastante reveladora lo que facilito el trabajo para el castaño quién corrió hacia un lado su minúscula ropa interior penetrándola salvajemente de una sola embestida, haciendo que la mujer soltara un grito de placer y dolor.
Con cada fuerte embestida Louis se empujaba más y más dentro de ella y la rubia clavaba con brutalidad sus largas uñas postizas en la delicada piel de su espalda haciendo que el ojiazul soltara varias maldiciones.

-No- me-claves-tus-putas-uñas.- Demandó con prepotencia mientras se empujaba más y más dentro de ella, apretándola con fuerza en la sucia pared.
Ambos jóvenes se tocaban con desesperación por cada parte de sus anatomías. Las manos de Louis viajaron al enorme trasero de la rubia tocándolo suciamente y haciendo que la muchacha soltara ruidosos gemidos.

La rubia le había estado lanzando miradas sensuales ni bien arribó al lugar, Louis por supuesto no iba a desaprovechar esa enorme oportunidad, no sabía el nombre de la muchacha o su edad, pero la joven tenía grandes pechos y un encantador trasero y eso era suficiente para él.

-¡Ah! Ya...¡ya me vengo!- Jadeó la rubia mientras elevaba su mirada hacia el techo sumida en éxtasis.

-Grita, ¡Grita que quieres que me venga dentro de ti Harry!.-

La muchacha bajó su vista mirando a Louis de manera extraña, pero su mueca fue reemplazada enseguida por el delirio del orgasmo, haciendo que soltara un estrepitoso grito al mismo tiempo que Louis la llenaba con su esperma.
Luego de limpiarse, la muchacha le dejó su número telefónico a Louis entre un par de guiños y sonrisas coquetas y se alejó con lentitud en la pista de baile moviendo sus caderas exageradamente.