Capitulo 46

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El sol traspasaba las cortinas, la mañana ya estaba más que entrada. Me incorporé en mi cama y observé el cuerpo dormido de mi chica. La claridad acariciaba su piel clara. Era curioso como, teniendo ascendencia latina, Lauren era blanca como la nieve. Escuché su respiración tranquila y cerré los ojos. No había nada que pudiera perturbarme de aquello. Me puse en pie y busqué la sudadera de Lauren que reposaba en el suelo, me servía para cubrir mi piel tostada. Volví a mirarla, tan tranquila, tan cerca y tan lejos. Deseé besarla pero no quería despertarla. Me agaché al lado de la cama y mi nariz quedó a pocos centimetros de la suya, noté su aliento calido, el perfume que llevaba la tarde anterior aun permanecía agarrado a su pelo, a su cuello, aunque me había esforzado mucho en intentar deshacerme de él esa noche. Sonreí, Lauren era mía.

-Vas a despertarla - me sobresalté al oir su voz a mis espaldas.

-Me has asustado, idiota - le dije sonriendo.

-Perdón... -se acercó a mi y se agachó a mi lado, ambos estabamos enfrente de mi chica. - Es preciosa - me dijo sonriendo, se abandonó y se sentó en el suelo.

-¿Verdad? - pregunté, entrecerrando los ojos por culpa del sol.

-Verdad - su sonrisa sincera llenaba mi corazón de una extraña alegria - pero tú también lo eres, aunque nunca me escuchaste cuando te lo decía.

-¿me lo decías? - pregunté desconcertada.

-Constantemente. - rió - de no haber sido gay, hubiese estado completamente loco por ti - empezó, sin perder esa tranquilidad que trasmitían sus ojos - Bueno, aún siendolo, creo que lo estaba un poco - soltó una carcajada.

-¡Vas a despertarle! - le dije tapandole la boca, el tacto de su piel era suave.

-Eso es imposible - me susurró al oído. - No es ella la que duerme... - su voz sonó triste, muy, muy triste.

-¿Qué? -hice - ¿Acaso no la ves? - señalé a Lauren, que seguía placidamente dormida. Entonces empecé a preguntarme cómo era posible que nuestra conversación no la hubiese despertado.

-Claro que la veo - respondió - cada día, os veo siempre. Lo veo todo. - se levantó del sueloy empezó a caminar hacia la puerta.

-¿Dónde vas? - pregunté, levantandome yo también.

-Ahora ella me cae mal - sentenció desde el pasillo.

Salí detrás de él, él atravesó el salón con una agilidad vertiginosa, como si en lugar de andar flotara. O como si en lugar de moverse él, se moviera el mundo debajo de él. Llegó a la puerta de mi piso y me miró.

-Ahora ella te tiene y yo no. - me dijo, flojito, como si de repente fuera posible despertarla.

-¿Por qué no?

-Por qué ahora estoy en otro sitio, un sitio distinto. Puedo sentirte y verte, pero no puedo tocarte ni hablarte, Mila - su mano se posó en mi mejilla - Solías ignorar tanto mis conversaciones... - sonrió y recogió una lagrima que escapaba de mis ojos. - Pero aún así me escuchabas más que nadie. - apoyó su frente en la mia y sentí como una tristeza incontrolada ocupaba todo mi cuerpo. Mi corazón se encogió, el mundo se hizo grande. - Ahora sólo puedes quedarte aqui, o venir conmigo. No puedes estar con Lauren y seguir conmigo. Sólo puedes estar con uno de los dos. - besó mi mejilla - y ahora mismo, aunque a veces lo dudes, tú sitio este. El mundo en el que esa chica - señaló hacia mi habitación, dónde la luz del día seguía brillando - te hace feliz.

-Jeremy...-empecé.

Pero él abrió la puerta, salió y yo no podía moverme. Vi como se subía al ascensor de mi edificio y sentí como mis pies me traicionaban. Estaba clavada en el suelo, paralizada, no podía moverme ni un centimetro mientras él se iba. Me dolía la cabeza, me mareé. La puerta del ascensor se cerró y él desapareció con ese ruido. Mis lagrimas corrían por mi mejilla y un grito luchaba por escapar de mi, quería llamarle. Quería hacerlo volver, necesitaba abrazarle una última vez antes de que se fuera. Necesitaba decirle que le echaba de menos. Entonces mis pies reaccionaron y salí escaleras abajo, a toda velocidad.

-JEREMY! - chillé ya en el portal pero él no estaba.

Salí fuera, a la calle, desierta. No había ni un alma, ni siquiera había coches.

-JEREMY VUELVE! - chillé de nuevo.

Caminé toda mi calle, buscando una triste sombra pero no la había. Aquello parecía una pelicula de esas de apocalipsis en que el protagonista se despierta y no queda ni rastro de la humanidad. Busqué con la mirada por todas partes, alguna pista que me guiara hasta él. Pero no la había, no había nada. Me sentí pequeña, sola, triste. Me temblaron las piernas y sollocé.

-Jeremy... Vuelve - supliqé de nuevo. - Por favor, vuelve y no te subas al coche. - las lagrimas nublaban mi vista, y perdí todas mis fuerzas.

Me senté en el suelo, en mitad de la carretera. Sentía un terrible nudo en la garganta, me dolía el estomago y la rabia se apoderó de mi. La impotencía me quería dominar. Entonces recordé a Lauren durmiendo en mi cama, ¿habría despertado ya?

"- No es ella la que duerme... " recordé la voz de Jeremy antes de escuchar la de ella.

-Camila! Dios mio! - todos se volvió oscuro a mi alredor, desaparecieron los edificios - ¿Está dormida? - esa era otra voz distinta, pero también conocida. - Buf, cuidado no la desperteis - esa voz era más madura y más suave. -Camila...

Me costó abrir los ojos y me encontré de frente a Alice, desconcertada miré a mi alrededor y me vi enfrente del instituto, era de noche, muy oscuro. Lauren me observaba con los ojos hinchados y Normani estaba a su lado.

-Virgen santa, Camila... - hizo Normani - ¿Estas despierta? - me preguntó.

-¿Qué ha pasado? - hice, notando mi boca seca.

-Lauren se ha despertado y no estabas con ella - me dijo con tranquilidad Alice - pensó que habías salido y llamó a tu telefono pero seguía en tu casa...

-No volvías -la interrumpió Lauren. Alice le lanzó una mirada para detenerla.

-Y llamó a las chicas para saber si sabían dónde estabas, por qué asustó. - continuó la profesora - Pero sólo respondió Normani porque es muy tarde. Me las encontré buscandote cerca del bar en el que estaba con unos amigos.

-Yo... - miré a mis amigas, Lauren llevaba los pantalones de mi pijama y la sudadera que yo me había puesto en sueños. Normani también iba en pijama. Alice iba arreglada y maquillada, elegante pero no muy formal, me sentí mal por haber causado preocupación en ellas y haber roto sus planes de esa noche. -Yo creía estar siguiendo a Jeremy...

Lauren se abalanzó sobre mi, apartando a Alice y me retuvó entre sus brazos. Me abrazó con fuerza y la sentí temblar, alcé la vista y vi como lloraba conmigo.

-No vuelvas a hacerme esto - me suplicó, apartando el pelo de mi cara - por favor, Camz.

One Wish [Camren fic]Where stories live. Discover now