Capitulo 3

31.8K 1.2K 81
                                    

Esa semana pasó rápido. Me dieron el examen de historia y había sacado un 7, no es una gran nota, pero un notable era más que perfecto teniendo en cuenta que no había ni abierto el libro. El examen de algebra me fue fatal porque solo pensaba en Lauren. En Lauren bailando, en Lauren caminando, en Lauren guiñandome, hablandome. Me descubrí a mi misma deseando que Lauren me tocase, quería saber si su piel era suave o iba más acorde a su caracter duro y casi arisco. En el instituto corrían mil historias sobre ella, sobre sus novios y novias. Se veía que la chica no tenía muy claro a qué tiraba más, o quizás tenía claro que no prefería nada. Era una chica popular, a pesar de que yo no la había ni visto hasta hacía poco, pero eso se debía a que mi vida era simplemente ir a clase y después correr al metro para cantar.

-Matt tiene novia - me dijo Jeremy con voz derrotada.

-Ah, basta con Matt, en serio... - le dije cansada, además me había despertado de mi sueño con Lauren, a quien espiaba sin mucho disimulo desde mi posición. Estaba sentada en las piernas de George Kel, el chico más guapo que he visto en mi vida. Él ni siquiera disimulaba cuando intentaba meterle mano a Lauren, y ella tampoco parecía que le molestase. Estaban rodeados de más gente. Vi a una chica, de color, sentada al lado suya que reía cada vez que Lauren decía algo gracioso. Ella también era muy guapa, sinceramente. Sabía como se llamaba, la había visto en los carteles de un musical del colegio, "Normani kordei, como la estrella". Por lo visto también iba a la clase de baile de Lauren, aunque yo no la vi el día en que entré.

-Eres una borde, Mila, - me dijo haciendo puchero. - Es como que no me quieres.

- Mira que eres tonto - le abracé, en verdad tenía razón con eso de que estaba siendo muy borde con él.

-¿Que pasa ahi? - me preguntó al descubrirme observando a Lauren. - No me digas que a ti también te gusta George... Porque ese sí que es tan imposible para ti como para mi. - le miré extrañada - O sea, lleva con Lauren como... Mmmm... Cien años.

-¿Cuantos meses humanos son cien años jeremianos? -pregunté casi riendome.

- Seis, medio año humano, cielo. - eso era mucho para dos adolescentes, lo suyo era algo "serio", pues.

- Interesante... - dije, aunque más que interesante me parecía horrible. George me daba asco, solo de verle como intentaba manosear a Lauren delante de todo el mundo. Ella estaba comiendose una piruleta, me pareció gracioso y me olvidé de disimular. Vi como reía con los otros, sin saber de qué reía. De repente sus ojos miraron en mi dirección y chocaron con los mios, en mitad del espionaje. Me sobresalté nerviosa, enrojecí a la velocidad de la luz y ella, simplemente, me dedicó una sonrisa. Aparté la mirada, completamente trastornada - ¿Nos vamos?

-Ehm ¿Y esa prisa? - me levanté sin responderle y él me siguió. Oí a alguien chillar "Jeremy mariquita!" Y me giré para encontrarme a George riendo con sus amigos y señalandole. Jeremy ni se inmutó, llevaba años luchando con aquello y ya ni reaccionaba. Tampoco nadie pareció seguir el juego a esos chicos, así que simplemente abandonamos la cafetería.

-Vaya imbecil. -dije cuando nos acercabamos al aula de musica.

-¿Quien?

-George, ¿Quien sino? ¿Acaso no le has oído chillarte?

- Me importa bastante poco lo que digan, no considero que ser gay sea un insulto - me dijo, secamente.

-Ya pero ese tío sí, y da asco.

-Seguro que se toca viendo porno de lesbianas - soltó de repente. - Cuando Lauren no esta ahí para chuparsela, claro...

-¡Jeremy! - le chillé, haciendo que algunos alumnos se girasen. La idea de Lauren haciendo eso me dio mucho asco. - Eres un bestia - bajé la voz - Aunque me he fijado en lo asqueroso que es... No dejaba de manosearla.

-Lo hace porque ella se deja - concluyó. Cerrando la posibilidad de cualquier debate.

-Bueno...-igual hasta tenía razón. Había oído muchas cosas de ella, la mayoria me las había contado esa peliroja, que al final resultó llamarse Becca. Cualquier cosa era creíble. - voy al baño, si llega el profesor dile que ya vengo.

Abandoné a Jeremy a su suerte y me dirigí a los baños. Los de al lado del aula de musica siempre estaban llenos de niñas maquillandose y parloteando así que decidí ir a los que estaban cruzando la cafetería. Entré y me lavé la cara. Volví a pensar en Lauren, en como me había sonreído y en la forma en que yo envidiaba la piruleta que se estaba comiendo. Muy patetico, sí.

-Hola, preciosa -su voz de nuevo. La vi por el reflejo del espejo y me quedé petrificada. -Dime una cosa - se acercó y se sentó sobre el lavamanos. -¿Te gusta mi novio?

-¿Ese asqueroso? -pregunté incredula - Ni de broma.

-Entonces... -sonrió - ¿Te gusto yo? - la miré interrogativa.

-¿Qué?

-Te he pillado mirandonos, con esos ojitos que me traes, cielo. - su voz sonó de lo más sensual, casi susurrando. Me tocó la mejilla con sus dedos y una sensación electrizante recorrió todo mi cuerpo. Me clavó sus ojos, y mi corazón enloqueció. No pude sostenerle la mirada y ella no se rindió, tomó mi cara y me la sostuvo para que la mirase. - ¿Estas segura de que no te gusta mi novio? - sonreía, haciendome sentir de lo más insignificante.

-Se...Segurisima- balubuceé. Pude notar su aliento cuando acercó sus labios a mi oído.

-¿Seeegura? - susurró, rozandome. Se me erizó todo el cuerpo. Empezaba a tambalearse todo mi mundo. Suspiré un "Si". Su respiración me hacía cosquillas, su aliento calido me trastornaba, y el olor a piruleta me chillaba a gritos lo cerca que estaban sus labios de los míos. Entonces ella besó mi mejilla, se apartó de mi y volvió a sonreir. - Así me gusta. - y abandonó el baño.

Tuve que volver a echarme agua en la cara, a ese paso mi corazón acabaría estallando. ¿Era aquello acoso? ¿Intentaba Lauren hacerme sentir mal? No me había humillado delante de nadie y realmente no me había dicho nada malo. De hecho había usado calificativos como 'monada','preciosa' y hasta me había llamado 'cielo'. No podía pasar por alto que me había dado un beso, en la mejilla sí, pero un beso. Y no es que yo hubiese besado a nadie antes, así que aquello me había parecido una locura. ¿Quien anda regalando besos por la vida? De todos modos, si lo que Lauren quería era intimidarme, lo había conseguido, del todo. Pero por alguna extraña razón, deseé que Lauren quisiera intimidarme todos los dias.




-¿Cómo tan tarde, señorita Cabello?- me preguntó el profesor de música al entrar en clase.

- Lo siento, se me pasó la hora - dije tomando asiento al lado de Jeremy que me miraba extrañado.

-Más le vale no cogerlo por costumbre. - me miró seriamente, pero el profesor de música no era un hombre demasiado malhumorado ni exigente. Era un señor mayor, eso sí, y juraría que le faltaba poco para la jubilación. - Voy a pasaros unas partituras y quiero que me las trasporteis a lo que os indique el enunciado. - declaró ante toda la clase.

Entregó las hojas al primero de cada fila de alumnos y cuando la chica de delante me las pasó casi las tiré todas al suelo por la forma en que me temblaban las manos. Suspiré y recogí las que habían volado. Toda la clase estaba observandome y me sentí muy torpe. Maldita Lauren y maldito todo. Me estaba frustrando y esos malditos ojos no se me iban de la cabeza. Deseaba no haberla visto nunca y poder seguir con mi maravillosa vida en Nueva York.

-Camila, ¿Va algo mal? - me preguntó Jeremy la tercera vez que maldije en alto al equivocarme con la partitura.

-¿Algo? -reí ironica. - Todo en este maldito mundo esta mal.

-¿Mila? - me miraba perplejo.

-No se lo digas a nadie - le susurré. Él colocó su mano en el corazón en señal de que iba a guardar el secreto. - Me he enamorado.

One Wish [Camren fic]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ