One Wish [Camren fic]

Capitulo 22

-Por qué me haces esto? - pregunté, liberando mis manos de entre las suyas y cubriendome la cara para esconder las lagrimas de su vista.

Lauren simplemente quedó quieta, observandome, agachada a mi lado. Acarició mis brazos desnudos y mi piel se erizó al segundo. Su mano se paralizó y de repente la apartó de mí.

-Toma - miré lo que me tendía, era mi camiseta. - No quiero que cojas frío.

Me coloqué la camiseta sin darle las gracias, no tenía por qué darselas. Ella se apoyó en el tocador. Yo sólo intentaba calmar mis nervios y alejar ese ataque de panico que sobrevolaba mi ser. La observé, respiré profundo y dejé que sus ojos me espiaran desde su posición. Me concentré para calmarme.

-Por qué? - preguntó.

-Hace un segundo decías que me odiabas por joderte la vida. - le recordé - qué te importa ahora esto?

-No dije que te odiaba - volvió a agacharse a mi lado y colocó ambas manos en mis rodillas, mirandome más de cerca. - Jamás debí empezar este juego. - setenció -Yo pensé que solamente iba a pasarlo bien, un par de besos, juegos, tonteo... Y después a seguir como siempre.

-Pues creo que esta vez te ha salido mal la jugada. - le recriminé.

-No lo jures... - se sentó finalmente en el suelo y pasó una mano por su pelo - Venía con la intención de pedirte perdón, no sé muy bien por qué, ni como. - tomó aire y lo soltó de una tirada - Pero verte llorar... Me acaba de pasar lo mismo que en la fiesta de la función.

-El qué?

-Cuando lloras... Cuando estas llorando... Yo no puedo. Juro que no puedo. - me miró las muñecas - te compré esa pulsera con la esperanza de ver menos esas marcas - tomó mis manos y dibujó con sus dedos sobre mis pequeñas cicatrices - Siempre me pregunto qué le lleva a una chica tan bonita e inteligente a esto. Quiero decir... Tienes todo el derecho del mundo a ser feliz pero es que parece que no sabes serlo. Parece que olvidas que merces el cielo, mereces sonreír y para nada, para nada, mereces esto.. - sus palabras golpearon fuerte mi corazón, sentí que iba a vomitar de un momento a otro. - Y yo no quiero verte llorar y sé que estas llorando por mi culpa ahora, por lo que he dicho. Porque te has ilusionado, porque fui una zorra que solo buscaba algo con lo que divertirse y se encontró con algo único, algo que no pude dejar ir...

-Lauren...

-Sh, espera que acabe - dijo cerrando los ojos como si le doliera la cabeza - Fui una estupida, ya te dije que cuando aceptaste ser mi jueguete algo reaccionó en mí. Y esque, Camz, eres tan... Perfecta. - volvió a mirar mis muñecas, beso mis manos de nuevo - Aunque no lo veas. Y yo, al verte llorar, siento que algo en este mundo no esta bien. Algo dentro de mi me suplica que haga algo, que lo pare. Al principio intento cerrar los ojos, pero no puedo. No puedo cerrar los ojos contigo, porque en lugar de olvidarte, de ignorar todo lo que sucede... Si cierro los ojos contigo... lo unico que consigo es perder el control.

-No te entiendo.

-Lo sé - se volvió a incorporar poniendose de rodillas enfrente mia - Ni yo me entiendo, pero... Creo... - dejé que tomara mi rostro entre sus manos suaves y que nuestros ojos establecieran contacto - Creo que las unicas lagrimas que han de inundar esos bonitos ojos, son las lagrimas esas que escapan de ti al reír. - sonrió de repente - Camz, te he visto reír. Tu risa es dulce, sé que piensas que es molesta porque también te escuché decirlo, pero no lo es. Es contagiosa. Es sincera. Tu risa es hermosa. - su sonrisa iba ampliandose al tiempo que hablaba de mi forma de reír - creo que tu unico deber tendría que ser reír, no llorar. Entiendeme. Cuando me alejo de ti lo hago por tu bien. Yo no sería capaz de...

-Te estás infravalorando, Lauren. - no le dejé terminar. - El otro día estuve recordando los ensayos en tu casa, la mañana del sabado por la ciudad y lo que me contaste en mi sofá, sobre tu familia. - me observaba, esperando a que algo tuviese sentido en mis palabras - Crees que no puedes querer, que no puedes hacer sentir bien a alguien en tu compañía y... - no sabía si estaba diciendo una verdad o la mayor mentira - Y puedes. Porque a mi me has hecho sonreír solo con recordarte.

-Camila, no soy de fiar.

-Y sin embargo estás aqui, preocupada por mi, diciendome cosas bonitas para alejar las lagrimas.

- Esto es porque tú me importas. - y al segundo en el que lo dijo, su expresión cambió por completo. Se levantó de mi lado y caminó en la dirección contraria.

-No huyas! Lo has dicho! - la alcancé, crucé el cuartito en dos pasos y la alcancé. Tiré de ella, en mi desesperacion, haciendo que girase sobre sus propios pies.

Creo que no estaba preparada para lo que sucedió entonces. Lauren estaba completamente rota, las lagrimas caían por su rostro hasta su barbilla. El verde de sus ojos titilaba con la luz reflejada en esas lagrimas y su pecho iba completamente desacompasado a su respiración. Pronto la oí, con hipo. Su labio inferior temblaba. El sollozo, que había retenido durante casi un minuto, escapó de ella en el mismo momento en que sus piernas, temblando, avisaban de que pronto fallarían. El hipo se repitió y reaccioné, abrazandola, dejando que se apoyara en mi.

-No quiero esto... - sollozó. - No quiero joderlo todo, no quiero hacerte daño. Me doy asco por hacerte llorar.

-shhh - hice, acariciandole el pelo, ella se agarró fuerte a mi y sorbió. - Lauren no te preocupes por mí ahora.

-No lo entiendes - se separó, mirandome, apartando sus lagrimas que seguían cayendo. - No lo entiendes, yo... No creo en todo esto. No puedo yo... - acaricié su mejilla, haciendo que su respiración frenara ese ritmo acelerado que había tomado. Ella colocó su mano sobre la mia, sin apartarla de su piel - Yo te quiero.

-Eso es. - le dije. - Es eso lo que te da tanto miedo?

Se encogió de hombros, cerró los ojos y volvió a pasarse una mano por el pelo. Caminó hasta el tocador, se apoyó en él y me observó. Jamás hubiese imaginado a Lauren así, pero ahora su aspecto era parecido al día en que me desperté en el hospital. Su rostro tenía casi la misma expresión, me pregunté si había llorado de tal forma por mí ese día. Me acerqué a ella de nuevo, con la esperanza de que esta vez no huyera más.

-Lauren, por favor... - le pedí. - Por favor dame una oportunidad.

-Quien debería pedir una oportunidad soy yo.

-Ya, por eso... Dame una oportunidad de darte una oportunidad. Quiero demostrarte, no, quiero que te demuestres que sí tienes algo ahí - cogí su mano y la guié hasta donde se suponía que estaba su corazón - Lo notas?

-Para no existir, late muy fuerte - dijo repitiendo mis palabras, provocando en mi una sonrisa.

-Creo que hemos encontrado algo que creías perdido, no? - le pregunté, sin borrar esa sonrisa.

-Lo has encontrado tú, yo no he hecho nada. - me acerqué más a ella al oirle decir aquello. Coloqué mis manos en su nuca, alrededor de su cuello, notandolo humedo por las lagrimas y aparté un mechón de su pelo,que se había quedado atrapado en su piel por la misma razón.

-Estas segura? - pregunté antes de besarla.