One Wish [Camren fic]

Capitulo 43

-Está mal? - me preguntó Lauren desde su cama, incorporandose - Yo no entiendo en qué punto estaría mal aceptar -se pasó una mano por el pelo.

-No sé, tampoco digo que esté mal - le reconocí, desde mi posición en el suelo - Sólo que me parece que todo se está desordenando.

-Yo creo que sería bonito, Camz - me confesó - Es decir, no soy la persona más indicada para hablar de relaciones humanas, siempre he sido más bien cerrada, pero ahí todo el mundo podrá hablar de como era todo con Jeremy.

- Inventarán... La mitad le ignoraba y la otra mitad se metía con él.

- Igual recuerdan la epoca en que el estatus social era lo de menos... Además, sí había gente que le apreciaba -comenzó, poniendose en pie - ¿O acaso Ally, Dinah y tú no pasasteis mucho tiempo con él? Por no hablar de Leo...

-Ya... - accedí, mientras ella se agachaba, quedando sentada a mi lado en el suelo. Su espalda apoyada en la estructura de la cama y hombro rozando el mío.

-A los padres de Jeremy les hará bien saber que había gente que se preocupaba por él, tomalo como una excusa más. Tú eras quien más le conocía, él se abrió a ti, os queriais...

Se me puso un nudo en la garganta y sentí como se me caían las paredes encima. La mano de Lauren se deslizó por mi mejilla, acariciando con los nudillos mi rostro. Después de eso Lauren aparó un mechón de mi pelo y lo puso detras de mi oreja.

-¿Qué sucede? - preguntó con tono preocupado - ¿El problema es que hablen de él sin conocerle o que no te ves con valor de hablar tú?

Sus ojos se posaron sobre los mios, escrutando mi expresión, mientras yo reflexionaba cual sería la respuesta correctaa a aquella pregunta. Sentí como las lagrimas amenzaban con aparecer, solamente por imaginarme a mi misma hablando de Jeremy ante un auditorio que sólo se interesaba por él después de haber fallecido.

-¿Qué podría decir? - pregunté desesperada, notando como mi voz se rompía y sonaba ronca - ¿Qué puedo decir sobre Jeremy, Lo? - me pasé una mano por el pelo - Quiero decir... ¿no escondió todo eso de la musica? -Lauren tomó mi mano cuando me disponía a empezar a morderme las uñas y las mantuvo sobre su regazo, entre sus dedos suaves - No sé qué sabía de él, ya. Y no sé qué podría decirle a toda esa gente que le trató mal durante dos largos años de su vida, por culpa del gilipollas de Geor... - me frené en seco, esperando la reacción de Lauren a mi metedura de pata.

-Del gilipollas de George - terminó la frase por mi. - Lo sé. Cuando andaba con él y sus amigos oía como se burlabam de él... - vi como soltaba aire, como si escapase de ella un peso que aguantaba consigo misma - jamás le defendí, aún cuando trabajé con él en las funciones, ni siquiera en esa epoca le defendí. Jamás di la cara por él. - sus ojos se desviaron de mi mirada, como hacía cada vez que le costaba hablar de algo - Era un buen chico, yo lo sabía. Pero le mire mal, tenía prejuicios y además me alegraba que nadie supiese que me hablaba con él. Yo no me admití ni a mi misma que me caía bien, pero tampoco me lo cuestioné. Si tenía a Normani como amiga es porque la conozco desde que eramos pequeñas... Yo no quería amigos.

-Lauren no tienes porque explicarme esto - le dije al ver lo complicado que parecía estar siendo para ella.

-No, escuchame. Me gustaba intimidar a la gente, me gustaba ver el deseo en lo chicos y cuando descubrí que también me gustaba verlo en las chicas expandí mi radio de acción. Era fría y manipuladora. Me gustaba serlo, me sentía segura en esa burbuja. Mis "amigos" siguen siendo así, Normani nunca lo fue. Ella es una buena chica, pero esta metida de lleno en ese grupo de mierda - noté como aparecía la frustración en su mirada - cuando no está, se burlan de ella. De hecho se burlan de todos cuando no estan, asi funcionan las cosas. Y yo tampoco di la cara por ella antes...

-Lauren, ¿A donde quieres ir a parar? - levanté su mirad alzando su barbilla con una mano.

-No era cosa de George, Camz - dijo - No sólo de él, era de todos. Todos hacen lo que creen que es mejor para ellos, era o pisar o ser pisado. Supongo que creas en los confundidos algo como admiración, en los sensatos creas odio y en los pobres atacados, solo creas miedo.

-Tú no te metes con la gente. - le recordé.

-No de manera directa, Camz... Pero me gustaba ver como actuaba la gente cuando yo le hablaba, les cohibia con la mirada, les atacaba con palabras envenenadas... Ellos no sabían qué les había hecho, pero nunca se quedaban indiferentes. Una vez hice llorar a una chica porque hice un comentario fuera de lugar, los chicos jamás dejaron de reirse de ella. Se fue del colegio... No di la cara por ella tampoco.

Toda esa historia de Lauren me parecía demasiado conocida. Por una parte no lo sabía de antes, era una historia nueva. Por otra parte yo misma me había sentido intimidada por ella. Pero nunca me hizo sentir mal, de hecho ella misma había pedido perdon cuando se había dado cuenta de que se había pasado.

-Cuando George se metió con Jems y conmigo, si viniste a hablarme - recordé en alto.

-Me sentí como una mierda.

-Viniste a hablarme - repetí - Cuando me desmayé en el colegio, estuviste en el hospital. Viniste a mi cumpleaños, o algo parecido. Accediste a participar en la función conmigo, sin ocultarlo a nadie. Pediste perdón cuando me hiciste llorar. Me diste mi primer beso... - no sé qué pretendía con aquella lista de hechos, pero parecía que intentaba convencer a Lauren de que no había sido mala siempre.

-Quizás contigo, empecé a pensar que valía la pena eso de querer a alguien. - dijo después de pensarlo unos segundos.

-Pues me lo negabas - sonreí, ladeando la cabeza, acariciando su brazo. Noté como se le ponía la piel de gallina al tacto con mis dedos frios sobre su piel. Viajé más lejos en su brazo y junté mis manos con las suyas, entrelazando nuestros dedos. Ella observó todo el proceso y finalmente apoyó su cabeza en mi hombro - me repetiste más de una vez que no podías quererme.

-Me lo negaba a mi misma Camz, intentaba convencerme de que eso no estaba pasando - me confesó.

-Pero pasó, ¿valió la pena quererme?

Me observó durante un segundo, aún apoyada sobre mi hombro y después soltó mi mano. Se incorporó a mi lado y tomó mi cara entre sus manos. Puse mi carita de cachorrito a la espera de una respuesta a mi pregunta. Lauren sonrió en el momento en que la pista cambiaba en el equipo de música.

-¿Me lo preguntas en serio? - dijo acercando su rostro al mio. Yo asentí como pude,a trapada entre sus manos. - Y parecías lista... - se quejó antes de regalarme un beso.

Me soltó y yo aproveché la libertad para colocarme sobre su regazo. Me tomé dos segundos para observar sus ojos, que me miraban a la espera de que volviese a juntar nuestros labios. Lo hice, suavemente rocé sus labios con los mios y cuando ella abrió la boca aprisioné su labio inferior entre mis dientes. Ella suspiró y yo dejé que sus manos acariciasen mi piel bajo la blusa. Ahora era yo que tenía la piel de gallina. Profundizó el beso, y yo me dejé guiar por su boca con sabor dulce, a cocacola.

-Me gustaría oirte hablar de Jeremy, Camz - dijo de repente, cuando me separé para recuperar el aliento.

-¿Qué?

-Siempre sacas lo mejor de las personas, encuentras lo bueno, lo perdido... - llevó mi mano sobre donde se suponía que estaba su corazón - Tú ves la magia en las personas, no deberías preocuparte por quien va a escucharte hablar, sólo deberías decir lo que sientes.

-Lo que siento está un poco desordenado. - dije, señalando mi cabeza.

-Pues ordenalo, Camz. O no, pero habla. Habla como si Jeremy pudiera escucharle, dile lo que sentías cuando le veías, lo que pensabas de él... ¿Acaso a él no valía la pena quererle?

-Claro que sí - dije rotunda.

-Pues quiero oirte hablar de él, y después quiero sentir la musica fluir, como fluyen las cosas cuando las haces tú.

-Lo...

-Prometemelo, Camz. - me pidió, antes de volver a besarme con ganas. Rapidamente su lengua encontró la mia y sus manos apoyadas en mi cuello y en mi cadera me acercaron más a ella. Las mías viajaron solas hasta su cuello y ahí se posó una, mientras la otra jugaba con su pelo, perdiendose. -Prometemelo - dijo sin aliento, volviendome a besar, impidendo que me alejara un solo centimetro de ella.

-Lo prometo.