Taco

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Tom

- Hola señores Montaño... Este perrito...-Lo cargué mostrandolo-.Denle la bienvenida a...- Pensé un minuto.

-A Taco.- Dijo Nat bajando las escaleras y quitándome al cachorrito.

-Si...Taco.- Le sonreí, ella solo me rechazó con la mirada. Me dolió.

-No, no, y no.- Dijo la tía Caro-. No podemos quedarnos al perro.

-Pero mamá...-Dijeron Nat y Julen al mismo tiempo.

-Anda cariño, es hermoso, y los niños pueden ayudar a cuidarlo.- Dijo el señor Montaño.

-Ande señora Caro... Es un regalo de mi parte para Nat. No rechace a este pequeño amiguito...-Le sonreí.

-Es solo que no quiero ver sus porquerías regadas por toda la casa. Y si se queda, Nat, Julen, Cris y Mauricio deben comprometerse a cuidarlo.-Dijo mirandolos.

-Claro que si...-Dijeron todos, hasta yo.

-Bien... Ahora me iré a dormir un rato, pidan algo de comer.- Subió las escaleras hasta su cuarto.

-Yo la acompaño.-Dijo el señor.

-Nat...

-No arruines el momento Tom. No estoy de humor, se supone que debo estar triste por haber terminado a Julio. Ahora hazme el favor de volver mañana.-Se cruzó de brazos, no conocía a esta Nat, solo tengo los recuerdos de mi dulce y bella Nat, no de la gruñona.

-Bien... Hasta mañana.-Me despedí de mi hermana y Julen, al salir de casa Nat me llamó.

-Y me agrada el nombre de Taco... Porque un pequeño collar me hizo reconocerte, un taco es especial para mi. Y me gustaría comer mañana tacos a las 7 de la noche.- Y cerró la puerta, dejándome con una sonrisa boba. Nat había hecho una cita conmigo, no me odia, pero tengo que sanar su bello corazón.

Ya en casa, me acosté a dormir en cuanto llegue.
Al día siguiente fui con el señor Montaño, teníamos que hablar acerca de la empresa de mi abuelo, yo estaba a poco de cumplir 18 años, así que podía hacerme cargo de ella y de la herencia que nos dejó.
Llegue a su empresa, le di mi nombre a su secretaria y me dejó pasar de inmediato.

-Buenos días señor Montaño.-Le saludé de mano.

-Tom, basta de formalidades, tu mejor que nadie sabe que puede llamarme Mauricio, además si me dices señor me harás sentir viejo.-Me guiño el ojo.

-Bien... Tenemos que hablar...

-Claro, siéntate, soy todo oídos.

-Vera... No quiero que crea que soy un mal agradecido, solo que jamás supe en realidad de que era la empresa de mi abuelo... Y no se, me gustaría hacerme cargo de ella... Si usted está de acuerdo.

-Tom...- Suspiró-. Aún eres muy chico para esto, además la empresa de tu abuelo va muy bien, pero si así lo deseas, estarás a cargo en cuanto tengas 18. Es una empresa constructora, no se que tanto conocimiento tengas acerca de esto, pero se que lo harás bien.
Oh, y las ganancias que se han generado estos 7 años, están en una cuenta.

-¿De cuánto hablamos?

-Millones Tom.

Me quedé con la boca abierta...

-Bueno, creo que en cuanto pueda me haré cargo, pero ese dinero es de su familia, no crea que lo tomaré.

-Oh muchacho, ese dinero es de los hermanos Turner. No de mi parte, yo lo hice por ustedes ¿Ok?

-No, ese dinero no lo gané yo, además, yo no pienso trabajar aquí siempre, a mi me interesa más el arte, y lo haré.

-¿Y qué harás después?

-Solo quiero trabajar un poco, para poder pagar mis estudios, y quizá Cris esté interesada de trabajar aquí, oh usted, lo ha hecho magnífico.

-Me agrada más la idea de Cris,pero bueno, volveré al trabajo, ¿Necesitas algo más?

-Eso es todo... Pero ya que lo dice...

-¿Sí?

-¿Puedo tomar un par de billetes de aquella cuenta?

-El dinero es tuyo, solo gastalo de manera inteligente y productiva.

-Gracias Señor...

-Mauricio para ti.- Sonreimos-. Y por cierto, esto iba a dártelo en la noche, pero ten.-Me entregó dos juegos de llaves-. Son las casa de tu abuelo y padres, los carros y esas cosas. Las encontrarás limpias, ya que vamos cada mes a limpiar, más bien, Carolina va.

-Gracias. Por todo. En verdad.

Me marché al banco a retirar un poco de dinero.
Llegue a casa para arreglarme, y Vi a Rosario.

-¿Saldrás Tom?.-Dijo ella.

-Si, con Nat.

-Me alegra verte muy feliz.

-Ella es mi felicidad.- Sonreí como un bobo.

-Ya sabes, se un caballero.

-Ante todo, jamás dejaré de serlo. Oh, por cierto, tenga-. Le di un par de billetes grandes.- Para sus gastos personales.

-¿De dónde sacaste tanto dinero?.-Dijo asustada.

-Soy narcotráficante Rosario, ahora no haga más preguntas y disfrute ese dinero, solo si le digo que no es nada malo.- La abrace.

-Eres un chico trabajador, no desconfío de ti. Gracias mi niño hermoso.-Me abrazó muy fuerte. Por un momento recordé a mi madre. La extraño.

Me termine de bañar, y me fui por Nat.
Al llegar me recibió Cris y Taco muy felices. Esperé a Nat veinte minutos.
Salimos a la taqueria. Todo el camino fuimos en silencio, tenía miedo de decir algo incorrecto, no quiero fallar.

Pedimos nuestra orden de tacos.

-Algún día me entenderás.- Susurre.

-No lo creo.

- Te quiero.

-Yo también, amigo.

-No me digas así... Duele.

-Mmmm ¿Mejor amigo?

-Dime Cariño.

-No, eres mi mejor y super amigo.-Note en sus ojos y rostro esa burla. Es perfecta.

-Bien, bien, tu ganas.

Comimos, Nat se acabó todo, está mujer no tiene llenadera, y me encanta, porque quiere decir que no le importa lo que digan los demás, y aparte es perfecta.

-Metere solicitud para la escuela de Bellas artes... Y quería saber si...

-Claro que te acompaño. Es un día importante para ti, no te fallare.-Su Sonrisa me enamora.

-¿En serio?

-Claro, si tú quieres...

-Pero claro que sí. Oportunidad para ambos.

-Si... Para ambos.



¿Qué les parece?
Los amodoro.

-Angelitos :3




Sólos Contra El Mundo...Where stories live. Discover now