Sólos Contra El Mundo...

Soy Thomás Turner, no lo olvides.

Thomás

Desperté de nuevo muy temprano. Mi abuelo leía el periódico.

-Buen día.-Me senté y tomé el cereal.

-Buen día.-Dijeron Lupe y mi abuelo al mismo tiempo.

-Ve por tu hermana, ya tienen que desayunar para ir a la escuela.-Dijo el abuelo.

-Si. Voy corriendo.-Subí las escaleras, mi hermana peinaba su pelo.

-¿Me ayudas?.-Dijo feliz.

-Claro princesa.-Tomé el cepillo, y le hice una coleta.

-Eres el único que no me jala el pelo, y por eso me gusta que me peines.

-¿Ah si? Lo hago con todo el gusto. Eres mi princesa.-Sonreí.

-Y tu mi príncipe. El mejor hermanito que tengo.

-Oye, soy el único.-Dije burlón.

-Pero si tuviera otro, sólo tu me caerías bien.

-Bien su majestad.-Guardé el cepillo-.Hora de ir a desayunar para luego ir a la escuela.

-¡Si! Yo quiero ir a la escuela.-Bajó corriendo hasta llegar al comedor.

En la escuela, a la primera persona que vi fue a Nat.
Corrí a saludarla.

-Buenos días.-La besé en su mejilla, no creí que se pusiera colorada.

-Hola Tom.-Me devolvió el beso.

-¿Que tal tu día?

-Hoy comienza siendo fantástico.-Rayos, me sonrojé.

-El... el mío igual.-Sonreí

-Hoy te mostraré la escuela por completo, ¿Qué dices?

-Yo me apunto.-Sonreí.

-Yi mi ipinti.-Luis se acercó a nosotros y le jaló el pelo a Nat.

-¡Auch!.-Chilló Nat.

-Estúpido. No te metas con ella oh...

-¿Oh Qué?.-Masculló el idiota de Luis.

-Oh te las verás conmigo.

-No me das miedo, sólo me das risa.

-Mira...te lo advierto...

-Ya Tom.-Nat tomó mi mano-.Vámonos, no vale la pena.

-Ok...

-Nos vemos tontos.-La malvada Risa de Luis se vio a lo lejos.

-Le partiré la cara.-Dije muy molesto.

-¿Para qué ensuciarte las manos de un idiota?

-Si, tienes razón. Pero nadie se mete conmigo, y mucho menos contigo, soy Thomás Turner.

-Uy, que miedo.-Dijo bromeando.

-En el recreo te invitaré una torta, la hizo Lupe.

-Pues gracias, eres un gran amigo.

-Y tu eres la única amiga que quiero mucho.-Sonreí.

Y así pasó el día, mi querida amiga Nat me mostró la escuela por completo, y yo estaba mas que feliz.
Ese día teníamos Educación Física, pero al parecer el maestro no pudo venir, 2 horas libres para nosotros, lo que mas me gustaba que pasara en la escuela.

-Nat.-La tomé del brazo.

-¿Si, Tom?

-Quiero decirte algo, pero me da penita.