Ella...

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Thomás

Vestidos de negro, mi abuelo, hermana y yo, dimos el último adiós a mi madre.
Lloré, lloré muchísimo. Será el último día que lo haga, no me volveré a poner de esta manera. Tengo que ser fuerte por mi pequeña hermana. Si, lo sé, tengo sólo 9 años, pero considero que con algunas de mis acciones, puedo aparentar un poco más.

-Bien niños. Es hora de irnos.-Dijo el abuelo tratando de ocultar la tristeza.

-Volveremos pronto mamá...-Dejé una flor sobre la tierra.

-Dios mami.-La pequeña Cris comenzó a llorar.

-Ven aquí.-La cargó el abuelo.

Manejó hasta la casa. Me dormí abrazado de mi hermana durante el viaje.
Al llegar a casa, el abuelo se encerró en su cuarto, Lupe nos preparó la comida, y nosotros veíamos la tele.

-Manito.-Su dulce voz sonó.

-¿Qué pasó manita?

-¿Viviremos aquí?

-Bueno... pues...

-Si.-La voz fría de mi abuelo resonó-. Ahora son mi responsabilidad.

-Okey abuelito.

-¿Tú no dices nada?.-Su mirada se fijó en mí.

-Gracias abuelo...

-Serán educados como su madre. No me gusta para nada el ruido, no me interrumpan a las 5 de la tarde, es mi hora de descanso. Ah, y estarán en una escuela de por acá. Quiero ver puros 10 en esas boletas, a la primera falla...

-Ya se que sucede.-Interrumpí-. Mamá nos contó.

-Me alegro. Ahora, ya casi son las 5. No quiero ruidos, estudien o yo que se. Lo que necesiten se lo piden a Lupe.

-Si... está bien...

Nos quedamos solos. Mi hermana tomó a Lufy, su oso de peluche, en realidad era mío, mi papá me lo regaló cuando se enteró que mamá estaba embarazada de mi. Ahora lo tiene ella, no soy de osos ni nada por el estilo, pero Cris si.
¿Soportaré a mi abuelo? Tengo un muy mal presentimiento acerca de él. Detesto eso.

Pasaron los días. Cris seguía siendo la misma princesita que jugaba con sus muñecas, yo, yo sólo me la pasaba pegado a libros que el abuelo trajo.

-Mañana mismo comienzan la escuela. Cris al kinder, y tu, al cuarto de primaria. Nada de peros. Y ya saben, nada de problemas.

-Si.-Bufé.

-Cristel, ve a bañarte, luego cenas y a dormir.

-Pero abuelo...

-Abuelo nada.-Si antes era serio, después de esto, se volvió peor.

-Tu igual Thomás.

-Si abuelo.

-Yo estaré viendo papeles de mi trabajo. Descansen.-Dio la vuelta, y se dirigió a su cuarto.

Me desperté temprano. Me puse el uniforme que el abuelo nos había comprado.
Tomé una foto de nosotros 4, y la guardé sobre mi mochila.

-Thomás. A desayunar.-Dijo el abuelo.

-Voy.-Cepillé mi pelo, estaba un poco largo, ya en la semana le pediré al abuelo que me lo corte.
Bajé las escaleras y desayuné.

-Los dejaré en su escuela, estarán en la misma, sólo que en grados distintos, claro es. Iré por ustedes a las 2. Nada de quejas.

-Le aseguro que no las tendrá.

Sólos Contra El Mundo...Where stories live. Discover now